Extended Play - GAP The Series

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Probablemente muchos en la actualidad estén familiarizados con el verso "y cuando nuestros corazones laten a la par, me doy cuenta de que eres mi alter ego", especialmente si vivieron durante la época de los noventa o sientan por lo menos un mínimo interés en el rock, sin embargo, la primera vez que Alter fue presentada al público fue durante nuestra gran noche, esa que estuvimos esperando con ansias desde que Tee nos compartió la noticia.

Sentí que el corazón me latía cada vez más deprisa mientras permanecía de pie en el centro del escenario tenuemente iluminado. Era la primera vez que nos estaríamos presentando frente a una figura tan importante dentro del mundo de la música, así que nos esforzamos al máximo para sorprenderlo.

Una gran bocanada de aire llenó mis pulmones mientras veía a Sam, quien estaba afinando su guitarra antes de rasguear las cuerdas con los dedos. Tenía la púa entre los dientes y, cuando sus ojos ligeramente entrecerrados se encontraron con los míos, sentí el fuego crecer en mi interior. Aquellos orbes marrones estaban llenos de intensidad, como si hubiera un incendio en su mirada que me incitaba a hacer cualquier cosa que ella me pidiera.

Cuando todos los demás estuvieron listos, Sam fue quien hizo los primeros acordes. Inspirada por el ambiente vibrante de aquel bar repleto de esas personas que ansiaban escucharnos tocar, la música empezó a fluir a través de sus dedos, haciendo que todos los presentes se sintieran como si estuvieran volando.

Me acerqué al micrófono cuando mi momento estuvo cerca y miré al público, observando sus caras de emoción y expectación tras las melodías vibrantes y explosivas que salían de tu guitarra. Una sonrisa apareció en mi rostro cuando escuché la ovación de la audiencia tras las primeras palabras que salieron de mi boca a través de los amplificadores.

Canté cada verso con pasión, dejándome llevar por tu música e hice lo posible para que mi voz expresara lo que intentaste transmitir con la letra. La energía del lugar era electrizante, los aplausos y los gritos hacían al escenario vibrar. Fue una sensación tan increíble que fue la primera vez que pensé que estaba formando parte de algo mucho más grande que yo misma.

De pronto volteé para verte y me di cuenta de que estabas aprovechando hasta la última oportunidad para mostrarle tu encanto a la audiencia. Tu piel suave, ojos radiantes y cabello rojo te hacían ver como si estuvieras en llamas tras la explosión de tu atractivo. Había ocasiones en las que colocabas un pie encima del amplificador y te inclinabas hacia al frente. Era un coqueteo descarado en el que sonreías para demostrar lo sexy que eras y la increíble presencia que tenías en el escenario.

Fue en ese entonces cuando me pregunté si llegaría el momento en el que tu coqueteo fuera solo para mí. O si en alguna ocasión tendría la oportunidad de fundir mi piel con la tuya para demostrarte lo mucho que te deseaba, pero era tortuoso pensar en las respuestas de todas esas preguntas.

Cuando te alejaste del borde del escenario para volver a tu posición inicial no dudé en aprovechar la oportunidad. Quité el micrófono del soporte y caminé lentamente hacia ti, recorriendo tus hombros con una de mis manos mientras te retaba con la mirada. No sé de dónde había sacado el coraje para hacer eso, pero lo agradecí porque le dio mucho más dinamismo a nuestra presentación. Alzaste una ceja y sonreíste seductoramente cuando canté junto a ti, haciendo que el público se volviera loco por nuestra interacción.

Me mordí el labio inferior cuando di algunos pasos hacia atrás. Recuerdo que me guiñaste el ojo antes de empezar tu solo, demostrando la increíble habilidad que siempre tuviste con la guitarra. Los aplausos se hicieron más fuertes y los gritos emocionados resonaron en el bar.

Y es que el efecto Sam era tan poderoso que hacía vibrar a cualquiera.

Sonreíste con orgullo cuando tu solo llegó a su fin y seguiste haciéndolo cuando volví a cantar. Fue entonces cuando me di cuenta de que quería hacerlo mejor que nunca. Quería demostrarle al mundo que podía ser la estrella que estaba destinada a ser y que me esforzaría al máximo para brillar junto a ustedes.