63. Coquetear

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Kat y Xander tuvieron que irse, habían ido con los demás a visitar a Lía para las horas de la tarde pero los llamaron de urgencia, tenían que correr pues su madre ya estaba por dar a luz a su hermano menor.. La banda los acompañó pues Liam les dijo que, en ese instante, ellos necesitaban más apoyo. Luego Roger y Axel se llevaron a Matthew para que descansara un poco. Lena fue la única que se negó a moverse, le hizo saber a su hermano menor que ella se quedaría ahí hasta que él decidiera volver a su casa. –Ya te lo dije, me quedaré. Te lo diré lento para que lo entiendas de una vez. —Liam rió mientras su hermana mayor hacía muecas. —NO. VOY. A. IRME. Espero que te quede claro. Recién me hablas más de nuevo, no perderé esa oportunidad. No sé en qué punto entre mamá y esta chica que no conozco te recuperé, Liam, y no pienso perderte de nuevo, hermanito.

—Bien. –Rió Liam. –Me siento más calmado, todo va bien, va excelente, Lía está con su padre, almorzando un poco, el bebé está estable... Decidí que, si sería testigo sobre la hostilidad de Stacy en su contra, debo apoyarla ahora, me necesita. —Se sentó al lado de su hermana y le sonrió. —En serio me recuerdas a mamá. Eres igual a ella, lo cuál es estupendo. No sé qué haría ahora sin tu energía, tus buenas vibras o no sé. Debería buscar comida para nosotros ¿No?

Lena arrugó la nariz con una sonrisita y le dio un golpe en el brazo haciéndolo aullar de dolor. —Nunca pensé que te vería tan... enamorado. –Sonrió. –Hablando de almuerzo, ¿Por qué no me consigues algún pastel o un rollo de canela y un café? Lo necesito.

— ¿En serio? Acabo de dejar mi alma y corazón en una frase de cariño fraternal y tú solo escuchaste "almuerzo". —La vio reírse y soltó un bufido. —Yo... Si. Buscaré comida. –Se levantó del sofá y metió las manos en los bolsillos de su pantalón. –También me urge algo de comida, quizá deberíamos conseguir un buen almuerzo y no solo dulces.

—Solo consigue algo. –Le dio una patada suave a Liam y él salió entre risas. Se quedó sola sentada en la sala de espera, revisó su celular, algunas redes sociales, fotos, en su distracción no se dio cuenta de que la estaban observando. Allen se acercó con una bolsa de papel en la mano y una bandeja con dos chocolates calientes en la otra.

—Hola. –Lena volteó y sonrió, se echó para atrás de la oreja un mechón de su cabello rubio que apenas les llegaba a los hombros. –Me presento, soy Allen Bethlem, el hermano de Mag.

—Lena Lancaster. Hermana mayor de Liam.

—Sé que no es usual, pero... –Le extendió la bolsa de papel y Lena la tomó con una sonrisa, al abrirla vio dentro varios rollitos de canela con leche. –Son mis dulces favoritos...También te... bueno, tengo dos tiramisús, y me preguntaba si te gustaría compartirlo conmigo y charlar un poco.

—Qué encanto. –Sonrió Lena tomando un rollo de canela de la bolsa para morderlo. –De acuerdo. Tú dime. ¿A qué te dedicas Allen? —Le señaló el asiento de al lado y sonrió antes de dar otra mordida al rollito de canela. —Te puedes sentar. Te aseguro que no ataco personas como si fuera un perro rabioso. Además ya encontraste mi debilidad. Amo los dulces.

—Estudio veterinaria, también soy parte de un equipo de rescate para asignarles buenos hogares a mascotas rescatadas de la calle o en situación de abuso y maltrato por sus dueños anteriores. ¿Y tú?

—Me gradué de ingeniería electrónica. –Comió otro poco más de su rollito de canela pasándose la lengua por los labios para saborear los restos de dulce. –Quisiera trabajar en telecomunicaciones. Seguro has de creer que una chica, como yo, jamás sería tan lista para esto ¿O sí?

Allen comenzó a reírse, era obvio para él que Lena siempre tenía un modo sarcástico de responder. Lo notaba por la forma en la que se reía cuando decía las cosas. Aunque decidió no tentar a su suerte y respondió con la verdad. —No, por supuesto que no. –Rió para comer de un rollo de canela. –creo que cualquier mujer puede hacer lo que quiera, son muy listas, eso te incluye. No pondría jamás en duda la inteligencia de una chica.

— ¿En serio lo crees o lo dices para que me caigas bien? –Dijo entre risas bebiendo un poco de su chocolate con café.

—Tú decides, ¿Crees que fue real o broma? –Se quedaron mirándose un rato, sin decir nada y sin siquiera sentirse incómodos, Liam llegó tosiendo un poco. Lena se sobresaltó y miró a su hermano un tanto sonrojada. –Oh. Si... Perdón. –Se levantó del asiento y se llevó su tiramisú en la mano. Lena mordió otro rollo de canela y sonrió.

— ¿Eso qué fue? ¿Estabas coqueteando, Lena? —Liam alzó una ceja y su hermana comenzó a reírse. —Lena, ¿Estabas coqueteando?

—Cállate, yo soy mayor y no me salgas con esa excusa infantil de que tú eres más alto.

—Si estabas coqueteando. Ese chico se te queda viendo demasiado, creo que tendré que hablar con él.

—Ay para. Y tal vez. Fue bueno, hace mucho que no tenía un momento de coquetería. –Rió terminando de comer los dulces. –Y ya me ganó, me trajo dulces y esta cosa que sabe a chocolate con café y crema batida. –Dio otro sorbo a su vaso para luego lamerse los labios. —Ya dime que trajiste comida, todavía tengo hambre. Ahora, no pienses en que andaba coqueteando y solo dame mi almuerzo.

—Solo te ha visto una vez, no te hagas ilusiones. Solo cuido de ti, solecito. Te protejo. –Alzó las bolsas de comida y se sentó al lado de Lena. –Traje algunos sándwiches.

—Liam, siempre ha sido al revés. Yo te he cuidado a ti. Estaré bien y no volverá a pasar lo que ya he vivido con todos los malos amores con los que me he topado y han intentado romper mi corazón. ¿Si? Ahora dame ese sándwich. –Tras comer, Liam se despidió de Lía diciendo que iría al día siguiente, y así, ambos hermanos se fueron a descansar.

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