El Trato

23. Batalla campal

Adaptarse a vivir juntos en las dos primeras semanas fue como estar en un campo de guerra. Eran muy diferentes y se notaba. Liam odiaba que Lía se pusiera a cantar y a limpiar con sus canciones de "niña" a todo volumen el departamento, además de que había cambiado por completo la estructura de su vida. Ahora la nevera tenía una lista de tareas y él odiaba eso, era como si viviera con una versión más mandona y gruñona de su madre.

Aunque su madre llevaba años fallecida debido a la leucemia. Y aunque Lía estaba cantando "Baby one more time" de Britney Spears mientras recogía la ropa que había terminado de doblar pues ya se había secado, y lucía muy ocupada, encontró la manera de reñirlo. Dividirse las tareas eran la mayoría de las cosas por las cuales Lía discutía y siempre encontraba la manera de hacerlo. – ¡Deberías lavar tus cobijas de vez en cuando! ¿Cuándo piensas lavar? Tienes tiempo ahora.

—No preguntes, niña. -Liam le apagó la música y siguió en su sofá mientras encendía la televisión. —Para con Britney.

—Yo estaba escuchando eso. ¡Y lava tus cobijas!

— ¡Lo haré el lunes! ... del siguiente año. –Susurraba Liam mientras le iba cambiando el canal a la TV. –Debo ir a ensayos. No tengo tiempo para lavar ropa, además, nadie te pide que laves mi ropa, lava solo la tuya.

— ¡Recuerda las reglas! Y santo Dios, lo hago porque no quiero que todo el mundo crea que salgo con un cerdo, es por mi imagen. —Ella vió como se levantaba y suspiró. —Sé que no tienes ensayo hasta dentro de dos horas, te da mucho tiempo para recoger tus sábanas y lavarlas. Ya están muy sucias. ¿Y qué es esto? —Dio una arcada cuando notó la mancha blancuzca en la tela y la lanzó al suelo. —Debes lavar eso, que asco.

—¡SI! —Recogió la sábana del suelo y la hizo una bola antes de lanzársela encima haciendo que ella gritara y se quitara rápido la cobija de encima volviéndola a lanzar al suelo. Tenía que admitir que aquel momento infantil le causaba gracia. —Nena, yo soy el de la imagen, ¿Lo olvidas?–Dijo molesto o más bien, fingiendo estarlo, pues ella gritando le había quitado mucho de su enojo. Tenía que hacer algo, eso lo sabía pues siempre era siempre lo mismo cada vez, incluso cuando salía ella recordaba la lista de reglas. Ella mencionaba la regla de que no se acercara a otra mujer y esa en especial, le irritaba. Le parecía injusto que no pudiera estar con otra chica y ni siquiera podía estar con ella como una pareja normal. Decidió hacerle caso, recogió sus sábanas sucias y las puso en la lavadora. —Ya, ya lo hice.

—No fue difícil ¿Ves? Pero que asco tus sábanas.

—Sabes lo que significa al menos ¿No?

La vio ponerse roja como un tomate y comenzó a reír. —¿Podrás colgarla? Saldré un poco antes, llevaré la moto al taller y luego a mi ensayo. Siempre la tengo a punto. —Ella asintió. Era mentira lo de la motocicleta, pero necesitaba salir. Siempre pensaba en Lía cuando las noches eran frías y aquellos meses seguían siendo invierno. Tenía su cuerpo en mente y pensaba que los dos podían hacerse compañía en la cama. –No somos pareja. –se recordaba a sí mismo al cruzar la puerta. Su hostilidad crecía pues, el cuerpo de Magnolia lo estaba llamando, quería posesionarse de él y bajar toda la tensión que ella provocaba, aunque ni siquiera sabía que lo estaba provocando. Verla en la casa todos los días era muy peligroso para su salud mental.

Aún no se acostumbraba a dormir con un pantalón. A veces olvidaba que ella estaba allí y seguía entrando sin tocar. En una ocasión ella le lanzó una jabonera pues no sabía que estaba en la tina y tuvo la mala suerte de ver sus senos, desnudos, redondos y de rosados pezones.

Y eran perfectos, se sorprendía siempre que descubría un poco más de la piel de Lía y deseaba mucho más. Y era una tortura pues no era su novia de verdad, solo algo falso, fingido.

Aquello lo estaba volviendo loco y debía sobrevivir seis semanas más de ello.

***

Magnolia se estaba volviendo realmente loca. Su cabeza daba vueltas desde que había visto a Liam solo una vez totalmente desnudo. Puede que fuera virgen pero no era ninguna santa, y él lucía exactamente como debían lucir los hombres, y al menos los de sus fantasías. Aquella tarde decidió salir con Kat luego de haber terminado de lavar, las dos estaban paseando por el campus, decididas a ir por un café cuando la rubia hizo la pregunta que ella no quería contestar. — ¿Y? ¿Qué tal es vivir con el chico que odias? –preguntó Kat a Lía entre risas. Lía dio un suspiro y la miró. —No tienes que contestar si no quieres, pero yo requiero actualización de este chisme, solo digo. Y como mejor amiga lo exijo. Es necesario saber cómo va ese trato.

—Kat. Es una pesadilla. –Contestó. –Es un cavernícola, todo lo tiene regado en todas partes, no toca las puertas. –Se mordió el labio al recordar su torso. –En cuanto más pronto acabe, mejor. Es que no nací para compartir piso con alguien, lo juro. Es una locura. —"Pero muy guapo". —al menos me da mi espacio, un poco. Yo duermo en la habitación y él en el sofá. Me da mucha pena a veces porque hace mucho frío, y él no se queja. Me hace sentir malvada, después de todo, es su casa y yo soy la intrusa.

—Ja, eres su novia. Solo acéptalo.

—Pero odia a Britney Spears.

—Mentira. Tengo el vídeo que prueba que eso no es cierto. Estaban ebrios un día y estaban escuchando "TOXIC" y "Oops!... I did it again" a todo pulmón, sabía que necesitaría ese vídeo algún día. -Katrina sacó su celular y le mostró el vídeo haciendo que Magnolia estallara en risas. —Te lo envío si quieres.

—Sí quiero. -Luego de pasarle aquel vídeo tan divertido Kat sonrió y tomó a Lía del brazo mientras daba un sorbo a su café, caliente para mantenerse en el clima frío de Londres. No pasó por alto que su amiga estuviera bajando la guardia con el chico que decía odiar, pero no lo diría. —No sé cómo sobreviviría a este trato sin tí.

—Magda quiere saber qué tal besa.

—No es la gran cosa. No disfruto especialmente de esos besos. –Confesó Magnolia. –son muy actuados, fríos. No me encienden. ¿Comprendes?

— ¿Sabes que creo que esto va a terminar mal? Yo pienso que todo esto les explotará en la cara. Liam no ha estado con chicas en ninguna parte desde que "sale" contigo, bebe menos, ya no fuma, incluso sus notas están subiendo muchísimo, Lía. Creo que eres algo positivo para él. Y tú, bueno, dices estar muy enojada por todo, pero YO te acabo de oír y estás generando cariño por el cavernícola, como dijiste. Te causa pena que pase frío, eso no lo sentías en diciembre. Creo que los dos están sacando lo mejor del otro en medio de las peleas y no todo es una batalla campal.

Lía lo meditó, en eso Katrina tenía razón. —Sí, yo también lo creo. Sobre todo la parte en la que nos va a explotar en la cara. Esto es una actuación y tanto William como yo hemos demostrado ser dignos de un premio Óscar.

***