35. No te soporto, Stacy

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La siguiente semana no fue más sencilla a pesar de lo que habían vivido juntos.

Liam pensó que incluso después de aquel momento tan íntimo que había compartido con Lía, ella se volvería menos fría, no se refería a lo que había pasado en el bar justo en la bodega, sino a la conversación que tuvieron en la barra y como compartieron luego de eso, incluso habían bailado en la pista. Pero, pasó justo lo contrario, no volvieron a hablar con tanta soltura y ella solo le dirigía la palabra cuando debían componer alguna cosa para sus clases en donde hacían equipo, en especial, Teoría de la Música. Lía en aquel viernes quedó de tener una pijamada con las chicas, mientras menos tiempo pasara con Liam, menos peligroso sería para ella, sentía que cada vez más ponía en peligro su corazón y sobre todo luego de que él le prometiera que no la iba a lastimar.

Con sus amigas estaba más segura. Comenzaron a jugar "Yo nunca, nunca". Sunny alzaba los apenas cinco dedos mientras las otras mantenían de siete a diez. –Oh, vamos... ¡No puedo ser la única pecadora! -Realmente la rubia platinada trataba de vivir la vida al máximo, ella ocultaba sus secretos bastante bien y aunque parecía arrepentida en aquel momento, no lo estaba en absoluto.

—Lo eres, Sunny eres una salvaje. –Gritó Magda. –Bien, mi turno. Yo nunca, nunca, nunca jamás en la vida he tenido ningún faje con un hombre o una mujer. –Sunny bajó otro dedo al igual que Kat y Lía. – ¡AHHH! ¡No lo creo! Tienen que contar, yo quiero saberlo todo, así que canten, pajaritos.

—Tengo novio. –Se defendió Kat entre risas mientras alzaba seis dedos. –y nos hemos tocado, claramente. Así que no es ningún delito y me gusta hacerlo, todas saben que estoy loca. Es algo normal entre mujeres... Tenemos deseo y emociones, es algo normal.

—Yo con hombres y mujeres ¿Debo bajar dos dedos? –Rió Sunny. –Quien me intriga es Lía.

—Soy virgen, no la sagrada Madre de Dios. –Rió sonrojándose. –Es mi turno. Yo nunca, nunca...

—Claro que no. –Dijo Magda mirándola tras interrumpirla –Deberás decirlo todo, cómo, cuándo, quién, qué tanto. Así que comienza a cantar, pajarito.

—Bien. Lo contaré. –Lía se sentía valiente, rió y se cruzó de piernas. –Primera pregunta, "cómo". Un chico me masturbó en la bodega de un bar.

— ¡Oh joder! –Rió Sunny. –Eso lo pondré en mi lista de cosas más guay, alcohol y sexo, que combinación.

—Segunda pregunta, cuando... ¡Fue hace una semana! –Todas abrieron la boca en una expresión sorprendida. –Eso contesta el "quién" ... Así que no hagan más preguntas.

— ¡Liam! –Gritaron Sunny y Magda a coro. –Oh, dinos todo. –Kat alzó una ceja y negó. Lía la miró y sonrió. –Kat, no la influyas. Literal tuvo un momento caliente con el chico más sexy de todo el Royal. –Dijo Magda empujando a la rubia. Lía sabía que Kat no iba a juzgarla, así que no se preocupó. —Déjala que se desahogue.

Magnolia se acomodó en el suelo y cruzó las piernas mientras tomaba un bowl con galletas y comenzaba a comerlas. —Da igual chicas, es lo único que podríamos tener, yo me propuse no tener sexo. Es muy pronto para eso, además, tengo que confesar algo... —Iba a decirlo, pero mirando a Kat supo que mientras menos supieran, era mejor. —confieso que... no quiero hacerlo. No del todo, no estoy lista. Quiero decir, a veces tengo esos subidones de adrenalina pero no estoy lista.

—Es un pecado que no lo hagas con él. –Dijo Sunny tomando una bolsa de papas. —pero tienes razón, a tu tiempo, mi querida Maggie... o ¿prefieres solo Lía? Es que estoy buscando más apodos.

—Sunny, tú eres virgen. –Dijo Magda. –Meterte mano con hombres y mujeres no te hace dejar de ser virgen ¿Por qué no te tiras a alguno?

—Porque me reservo para ser la cuñada de Kat. –Rió la rubia platinada. –Es cierto, Xander es un bombón. Me gusta pero nunca me hace caso. Da igual, yo sé que no sucederá nada.

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