33. Música en tu corazón

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Luego de unas cuantas horas de ensayo y varias risas entre los integrantes de la banda, los cuatro se tomaron un descanso. Aquella noche tenían presentación y se sentían más que preparados para ese concierto. — ¡Estamos listos! –Trek dejaba su bajo mientras reía. Los cuatro chicos sonrieron. El rubio era el pegamento de la banda. –Ahora, baño, habrá muchas chicas esta noche y dos de los nuestros son papas casadas.

Xander alzó una ceja y rió. —Yo sigo soltero y la "papa" de Liam no cuenta. Es una apuesta. –William tragó saliva. Literalmente, desde su punto de vista, era una estafa. Xander rió con su comentario y, tras dejar sus instrumentos, decidieron irse a duchar y cambiar. Pensó en cómo podría hacer para tener una oportunidad de enrollarse con Lía luego de la presentación o antes. Quería tocarla al igual que tocaba su guitarra.

No iban a comenzar hasta que Paul regresara, el baterista fue al campus a buscar a su novia y ambos volvieron con las manos entrelazadas. –No toques tanto a mi hermana. –Dijo Xander riéndose al verlos llegar. Todos esperaban ya vestidos para la presentación.

Katrina sonrió y abrazó más a su novio mientras veía a su hermano. —Yo también te quiero hermanito. –dijo con sarcasmo. –Por cierto ¿Han visto a Lía?

—Debe venir ya en camino. –Contestó William tomando su guitarra. –Chicos, calentemos un poco antes de que comience todo. Realmente necesito calentar.

La rubia se quedó hasta el frente mientras iban llegando más y más personas. El concierto empezó con los chicos tocando "Slide Away", seguida de algunas otras canciones que ellos habían escrito. Mientras estaban haciendo lo suyo, Liam miraba a la puerta del bar, reconoció a la pelinegra en cuanto las cruzó. Lucía preciosa. Cantó aún más eufórico al verla acercarse hasta el frente.

No era bueno que usara esa ropa, pero al diablo, agradecía a cualquier dios que existiera por aquel regalo divino.

***

Estaba dispuesta a impactar. Quería venganza por lo que había sucedido en la mañana, así que sacó la ropa que solo usaba cuando quería llamar la atención. Un top de encaje negro y una falda bastante corta que acompañó con un par de botas altas. Se maquiló y se rizó el cabello un poco dándole volumen. Al verse al espejo, sonrió. —Lo vas a pagar, William Lancaster. Te vas a quedar con las ganas.

Se fue en un taxi hasta el bar luego de tomar su celular y guardarlo en un bolsito pequeño. Al entrar su primera visión fue Liam, estaba en el escenario dándolo todo de sí mismo como solía hacerlo cada vez. Le sonrió al verla llegar y se acercó hasta el frente porque no quería perderse ninguna de sus reacciones. – ¡Lía! –Kat le hizo señas para que se acercara. Magnolia se dirigió hasta donde estaba su amiga. –No puede ser, niña. Lo que traes puesto debería ser ilegal.

—Ja, no rompo las leyes. Pero está bonito ¿No? —Dijo dando una vuelta y sonriendo. —Me siento como un millón de dólares.

—Niña, te ves como un millón de dólares, espectacular y deseable. Magda y Sunny vienen al rato. Podremos divertirnos cuando esto se vuelva un antro. –Rió la rubia sobre el ruido. –y ya veo porque Liam babeó al mirarte, estás espectacular.

Disfrutaron del concierto, en cuanto llegaron las otras dos amigas de Kat. Cantaron las canciones que se sabían de King's Revenge, bailaron las que no. Lo que más le sorprendió fue que Liam la llamara al escenario. —Hay una chica aquí presente que ha dejado mi cabeza dando vueltas más de una vez. Todos ustedes la conocen pero no he tenido el placer de presentarla. ¿Lía? ¿Subes?

Se quedó con la boca abierta por la sorpresa, no se esperaba que la invitara al escenario. Se quedó plantada negando un tanto nerviosa pero los gritos de sus amigas la estaban aturdiendo. Sunny la agitaba de un lado a otro y Magda daba saltitos. —Oh por Dios... ¡Sube! —Sus amigas la empujaron y ella fue hasta el escenario dando traspiés. —¡LÍA! ¡LÍA! —Katrina comenzó a gritar mientras Lía y Liam quedaban frente a frente.

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