|La reunión|

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Después de una larga y ajetreada noche de bodas... el grupo de amigos quiso reunirse en casa de los recién casados. 

-¡Llegamos!- dijo el recién casado abrazando a su esposa. 

-¡Pasen!- invitó Vaggie con una sonrisa.

Así ingresaron los invitados.

Los techos eran altos, las paredes de un color durazno, las puertas de un roble claro, era un diseño sutil y elegante.

Había una habitación en particular. Los casados la llamaban "La sala de coópteles" pero todos estaban seguros de que pasaban cosas peores ahí dentro. 

La habitación era diferente a las demás, las paredes eran de un color rojizo, había una fogata y una barra para bebidas. Todo era muy rústico. 

-Acomódense chicos... que esta noche ¡Nos emborracharemos hasta quedarnos dormidos!- dijo Vaggie sosteniendo una botella de cerveza junto a su esposo.

-Vaggie... querida. Primero tomemos el vino- dijo Angel cargando a su cerdo mascota. 

-Agh... Angel, sabes que primero es la cerveza- dijo Vaggie sosteniéndose la cabeza algo molesta.

-Primera pelea de parejas- dijo Husk con una sonrisa burlona. Así todos excepto Charlie rieron ante el comentario.

-Bien, tomemos primero el vino- aceptó Vaggie con una sonrisa. Angel sonrió. Agarró el vino y lo abrió así repartiéndolo en vasos de vidrio a todos los presentes.

-Brindemos por esta dulce pareja, que su amor siga floreciendo por la eternidad y que sean muy felices hasta que la muerte los separe- dijo Alastor, el actual salvador de Charlie alzando su vaso.

-¡Salud!- brindaron todos emocionados.

Charlie no se fijaba en los chicos, ni siquiera chicas. Pero hubo algo en él que llamó su atención y no sabía que era. 

¿Su tono de piel? ¿sus ojos? ¿su sonrisa? ¿tal vez que la salvó de un tipo abusador bueno para nada hijo de su madre? No sabía que era. Nunca había sentido aquel sentimiento por otra persona, pero debía controlarse, tenía un status el cuál ella no podría dejar caer.

 Nunca había sentido aquel sentimiento por otra persona, pero debía controlarse, tenía un status el cuál ella no podría dejar caer

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No era amor, era ¿atracción? o tal vez admiración por haberla salvado. No quería admitirlo, pero realmente estaba agradecida que Alastor apareciera en aquel momento. 

En la reunión casi no habló ni tomó nada... algo que era muy extraño en ella. Vaggie y Angel fueron a dejar a Husk que tenía que agarrar un taxi. Así quedando Charlie y su salvador, Alastor en una sola habitación.

-Hola... señorita- dijo Alastor muy cordialmente. 

-Hol-... hola- respondió Charlie tartamudeando. 

-¿Larga noche verdad?- preguntó el castaño un poco ebrio pero consiente. 

-Supongo- respondió ella sin mirarlo. 

-¿Fué una hermosa ceremonia verdad?- dijo Alastor mientras tomaba otro trago.

-Es... es estúpido que se hayan jurado amor eterno... ¿quién hace eso?- dijo Charlie volviendo a la Tierra recordando quién era. 

-De hecho yo... solo quería hacer conversación- dijo él un poco incómodo mirando a todos lados menos a ella. 

-¡Eres otro de los clásicos!- dijo Charlie al fin tomando un trago de cerveza.

-¿Disculpe?- preguntó Alastor sin entender nada. 

-Pues... no tienes anillo y pareces de ¿24? ¿30 años?- dijo Charlie con un tono de desinterés. 

-Disculpe señorita, pero tengo 20- respondió Alastor en un tono un poco molesto. No le gustaba que se burlaran de su edad.

-Wow... me rescatas de un patán para traerme a otro patán... y de paso eres tú- dijo la chica revirándole los ojos. Lo miró y volvió a hablar. -Eres arromántico y asexual, pero te encanta que las chicas te miren o te toquen- dijo Charlie mientras analizaba visualmente al castaño.

Hubo un silencio incómodo pero Alastor lo rompió. -¿Y por qué odias las bodas?- preguntó el chico con duda. 

-Es que es patético... el hombre desposa a su amada y viven felices por siempre y para siempre. ¡No existen las almas gemelas!- se quejó haciéndo muecas mientras hablaba. 

-Pero eso no justifica tu respuesta- dijo Alastor pero fue interrumpido por la pareja que acababa de llegar.

-¡Hola chicos!- saludó Angel con un tono feliz. 

-¿Han hablado? ¿ya se conocieron? ¿ya se enamoraron?- preguntó Vaggie muy emocionada. 

-Creo que yo... ya lo conocí bastante. Mejor me voy. Estoy ocupada con lo de la mudanza- dijo Charlie mientras fingía que bostezaba.

-Quédate un rato más- pidió su amiga. -Después de todo, tu me presentaste a Angel en aquel bar hace 3 años- dijo sonriente.

-No... no puedo. Lo siento- volvió a repetir Charlie cabizbaja.

-Bueno está bien... ¿te acompañamos a agarrar taxi? Ya es de noche y no es seguro que andes por ahí Charlie- preguntó Angel. 

-NO... no no... muchas gracias- dijo Charlie mientras les daba una cálida y honesta sonrisa haciéndo que el castaño con el cuál discutió se sonrojara por completo por tal acto. 

-Bueno... adiós- se despidió Charlie saliendo cerrando la puerta. 

"Wow... debo conocer más a esa chica" pensó Alastor con una sonrisa mientras veía como la rubia se iba del lugar.


Mi falso prometido -Charlastor-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora