Llegó la mañana. El día más esperado.
La iglesia estaba repleta, la ciudad entera parecía haberse reunido, atraída por el rumor de que el famoso locutor de radio, Alastor, estaba a punto de casarse. Frente al espejo, Charlie ajustaba los últimos detalles de su vestido.
El blanco de la tela resplandecía, sus encajes dorados daban un toque de realeza, y el velo caía con una delicadeza que hacía pensar en una pintura de ángeles. Vaggie y Niffty estaban junto a ella, compartiendo el ajetreo y la emoción de los momentos previos.
—Ojalá mi mamá hubiese recapacitado —dijo Charlie, su voz llena de un deseo que sabía que no se cumpliría. Cerraba sobres, unos detalles que aún quedaban pendientes para su gran día.
Vaggie la miró con una sonrisa cálida, tomando su mano.
—Las cosas pasan por algo, Charlie. Lo importante es que tú estás aquí. Estamos todas aquí —le dio ánimos, y Charlie sintió cómo un leve alivio la embargaba.
Charlie asintió y sacó un sobre, extendiéndoselo a Niffty.
—Dáselo a Alastor, por favor.
—¡Claro! —Niffty sonrió, tomando el sobre y dirigiéndose hacia la puerta para cumplir el encargo, dejando solas a Charlie y Vaggie.
Charlie se miró al espejo de nuevo. Sabía que su matrimonio sería un acuerdo entre ambos. Pero en sus corazones, en el de ella y en el de Alastor, el matrimonio sería un regalo, uno que se daban mutuamente en silencio y que ya había sido compartido.
Vaggie la miró de reojo, y una mezcla de felicidad y algo parecido a la melancolía cruzó por su rostro.
—¿Sabes? Nunca imaginé verte así. Me alegra que hayas encontrado a alguien... aunque no fuera yo.
Charlie frunció el ceño, entendiendo la indirecta.
—¿Te he oído bien, Vaggie? ¿Tú... estas-...?
Vaggie asintió lentamente, una sonrisa nerviosa en su rostro.
—Desde que me divorcié de Angel, tú has sido la única persona constante a mi lado... y, bueno, me enamoré. Te amo Charlie... amo tu sonrisa, tu carisma, tu... ¡todo de ti!
Charlie parpadeó, sorprendida, pero antes de que pudiera decir algo, Vaggie soltó una carcajada.
—Ya que te lo dije, me siento mucho mejor —bromeó, haciendo que Charlie se relajara un poco.
—Lo siento, Vaggie... —murmuró Charlie, y su amiga asintió comprensiva. —No sabía que tu sentías eso por... mi...
—Descuida, no te preocupes por mí. Ahora es tu momento de brillar. La boda está por empezar y tu ya debes estar en posición —le dio una sonrisa animosa.
Charlie tomó aire profundamente, mirándose una vez más en el espejo. Este era el momento, su momento de brillar.
☯
Al otro lado de la iglesia, Alastor se encontraba en su camerino, tratando de atarse una corbata negra, algo que rara vez usaba, pues prefería sus clásicos moños. Angel y Husk discutían mientras intentaban ayudarlo, sin mucho éxito.
La puerta se abrió, y Niffty entró con la carta de Charlie.
—Charlie me pidió que te la entregara.
—Gracias, Niffty —Alastor tomó la carta, intentando mantenerse calmado. La presencia de Niffty lo relajó, pues pronto le arregló la corbata con destreza y sacó a Angel y a Husk, dándole un momento de tranquilidad.
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Mi falso prometido -Charlastor-
Fanfic☯ En New Orleans de los años 20, donde el jazz inunda las calles y la magia oscura acecha en las sombras, Charlie y Alastor emprenden una aventura de lealtad, amor y traición. Lo que comienza como un acuerdo para un matrimonio falso y conveniente se...