Capitulo 1

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El amor de los Aristemo había triunfado, lograron cambiar las mentes de muchas personas, se casaron y su felicidad fue mucho mayor cuando descubrieron que Temo podía tener hijos. Ahora ambos esperaban la llegada de su primer bebé.

Ari trabajaba en una disquera muy importante de Oaxaca y su carrera la alcanzó, pero lo principal para él era la familia. Cierto día, Ari se encontraba revisando algunas canciones cuando...

-¡Ari!- gritaba su secretaria por el pasillo-. ¡Ay Aristóteles, hasta que te encuentro!
-¿Qué pasa Yuli? ¿Qué son esos gritos?- preguntó Ari.
-Llamó tu mamá y que te fueras arrancando al hospital. ¡Tu hijo ya va a nacer!

Los sentimientos y la emoción invadieron a Ari, no lo pensó más, tomó sus cosas y salió corriendo hacia su auto para irse al hospital.

En pocos minutos llegó y entró buscando a su familia.

-Ay Aristófanes, hasta que llegas- dijo Pancho dándole un leve zape en la cabeza al joven.
-¡Ay Pancho!- se quejó Ari-. Ya estoy casado con Temo y me sigues hablando como cuando era adolescente. Pues ya estoy aquí.
-Pues córrele con tu primo Robert que ya te está esperando- dijo Polita.

Ari corrió hacia el quirófano donde una enfermera ya lo esperaba con una bata y gorro azul que al momento se puso.

Temo ya estaba anestesiado y sonrió al ver a Ari, se acercó para darle un beso.

-¿Cómo estás, Tahi?- preguntó Ari.
-Un poco nervioso- dijo Temo-. No me vayas a dejar solo.
-Jamás, voy a estar aquí contigo porque ya conoceremos a nuestro hijo.
-Vamos a comenzar, muchachos- dijo Robert-. Tranquilo Temo, todo va a estar bien.

Robert comenzó con la cesárea, Ari le daba mucho cariño a Temo para que se sintiera tranquilo y eso funcionaba.

Fueron varios minutos cuando un fuerte llanto se escuchó por toda la habitación y los jóvenes padres no pudieron evitar llorar, su bebé había nacido.

-Nació, Tahi- dijo Temo llorando.
-Lo sé, mi amor- dijo Ari dándole un beso-. ¿Todo está bien, Robert?
-Todo está perfecto, es un niño muy sano y hermoso- dijo Robert mirando al bebé en sus brazos.
-Doctor Cooper- lo llamó una enfermera.

Robert le entregó el bebé a otra enfermera para que lo limpiara y se acercó con la otra enfermera para ver lo que pasaba. Rápidamente comenzó a haber mucho movimiento y eso desconcertó a los Aristemo.

-¿Qué pasa, Robert?- preguntó Ari.
-Chicos, parece que en el ultrasonido alguien se estaba escondiendo muy bien y les quiso dar la sorpresa hasta hoy- dijo Robert sonriendo-. Viene otro bebé.
-¡¿Qué?!- exclamaron ambos.

Mientras Robert sacaba al otro bebé, Ari y Temo estaban en shock luego de escuchar eso. Luego de unos minutos ambos escucharon un llanto más agudo y las lágrimas continuaban derramándose.

-¡Felicidades muchachos, es una linda niña!- dijo Robert.

Luego de que los bebés fueron limpiados se los entregaron a sus padres. Ari y Temo lloraban de felicidad, pues ahora tenían dos bebés.

-Ari...
-No te preocupes, Tahi- dijo Ari sonriendo-. Con esta sorpresa que recibimos te prometo que nada les va a faltar a nuestros hijos.
-Te amo
-Yo te amo más, gracias por darme la dicha de ser papá.

Se dieron un beso y continuaron viendo a sus bebitos. El niño tenía un gran parecido a Temo y la niña a Ari.

-Bienvenido mi pequeño Sebastián- dijo Ari con el niño en sus brazos.
-Bienvenida mi pequeña Rafaela- dijo Temo y cruzó mirada con su esposo-. ¿Recuerdas que habíamos elegido ese nombre si teníamos una niña?
-Si, y le queda perfecto. Sebastián Córcega López y Rafaela Córcega López.

Ambos dejaron un pequeño beso sobre la frente de sus hijos y no dejaban de sonreír. Fue una gran sorpresa la llegada de su hija pero con amor harían todo para que no les faltara nada a sus pequeños.

Papás Aristemo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora