Capitulo 10

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Temo se encontraba doblando una ropa mientras los demás hacían alguna actividad. Repentinamente el castaño sintió muchas náuseas y salió corriendo al baño.

-Papá, ¿quieres unas...?- decía Rafaela entrando al cuarto con un plato y no vió a Temo-. ¿Papá?
-Ya voy hija- dijo Temo desde el baño y después de un rato salió-. Perdón mi amor, estaba en el baño.
-¿Estás bien, papá?
-Si mi amor, solo tenía un poco revuelto el estómago. ¿Me querías decir algo?
-Si, preparé estas galletas. ¿Quieres?
-Claro.

Temo tomó una galleta y le dió una mordida, Rafaela sonrió al ver la cara de gusto de su papá ya que le había encantado.

-Que ricas te quedaron, hija- dijo Temo-. ¿Tienes más?
-Si papá, hice bastantes. Ahorita te traigo unas cuantas.
-Gracias hija, y les pones mostaza.
-¡¿Mostaza?!
-Si hija, se me antojaron así.

Rafaela sonrió con nervios y fue a la cocina para hacer el encargo. Ari y Sebastián platicaban de cualquier cosa mientras comían galletas preparadas por la joven. Rafaela entró a la cocina y comenzó a poner unas galletas en un plato para su papá, sacó la mostaza para ponerles, los otros dos la miraban extraño.

-¿Qué haces, hija?- preguntó Ari.
-Le voy a llevar unas galletas a mi papá, pero no sé por qué las quiere con mostaza- dijo Rafaela con cara de fuchi.
-Yo sé las llevo, hija.

Ari tomó el plato y subió a llevarselas a su esposo, Sebastián y Rafaela estaban en duda con el extraño antojo de su papá. Temo sonrió al ver a su esposo entrar con sus galletas, Ari también sonrió a pesar de eso extraño.

-Gracias Tahi- dijo Temo y comenzó a comer-. Que delicia.
-¿Estás bien, Tahi?- preguntó Ari-. Se me hace un poco extraño que quieras comer así.
-Si amor, fue extraño pero se me antojaron así.

Temo comía hasta que terminó, Ari retiró el plato y se sentó junto a su esposo acariciando su mano. El castaño se recargó sobre el hombro de su esposo y él acariciaba su brazo.

-¿Qué pasa, mi precioso?- preguntó Ari.
-Solo quiero estar así contigo, me encanta que me abraces- dijo Temo sonriendo.
-A mí también me encanta tenerte así.
-¿Nos acostamos? Quiero estar un ratito así contigo.

Ari sonrió ante la petición de su esposo y se acostaron en la cama, el rizado acariciaba el cabello de Temo haciendo que se relajara. Temo se sentía un poco extraño pero no estaba seguro de lo que le sucedía y continuó disfrutando de la compañía de su pareja.

Mientras tanto abajo, luego de recoger la cocina Sebastián y Rafaela estaban junto al árbol terminando de envolver algunos regalos.

-Navidad siempre será una de mis épocas favoritas- dijo Rafaela-. Todos estamos juntos y llenos de mucha felicidad.

-Lo sé, hermanito- dijo Sebastián abrazando a su hermana-. Yo siempre agradezco cada navidad de que seas mi melliza.
-¿Y seguiremos pasando más navidades juntos?
-Claro, en unos años ya no viviremos aquí con nuestros padres, nos casaremos y tendremos hijos. Pero todas las navidades las pasaremos juntos, con nuestros padres.
-Por cierto, ya tiene rato que no veo a nuestros papás.
-Es cierto, yo tampoco. Vamos a ver qué hacen.

Subieron y entraron al cuarto de sus papás donde los encontraron profundamente dormidos. Sigilosamente los taparon con una cobija y salieron en silencio, sonrieron por el gran amor que se tenían.

-Que bonito es el amor- dijo Rafaela.
-Nuestros papás son el más claro ejemplo- dijo Sebastián sonriendo.

Papás Aristemo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora