Capitulo 17

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Un día Rafaela iba saliendo de sus clases de danza, estaba un poco cansada pero feliz de lo que había aprendido ese día. Iba hablando por teléfono con Temo avisándole que ya iba en camino a casa.

-Si papá... Nos vemos ahorita... Yo también te quiero- dijo Rafaela al colgar.
-Hola hermosa, ¿a dónde vas?

Rafaela detuvo su andar cuando un tipo apareció frente a ella, no le tomó gran importancia pero comenzó a retroceder cuando ese tipo comenzaba a acercarse a ella. El miedo comenzó a despertar y por instinto Rafaela se echó a correr, cuando menos se dió cuenta estaba en un lugar donde no había salida.

-Ven aquí- dijo el tipo tratando de tomarla a la fuerza.
-¡No, por favor!- gritaba Rafaela con miedo-. ¡Suelteme!

Cerca de ahí, Sebastián ya iba a su casa luego de su entrenamiento de fútbol. A lo lejos escuchó los gritos, se concentró en saber de dónde provenían y logró reconocer la voz.

-Rafaela- dijo al salir corriendo.

El tipo sujetaba a Rafaela de ambos brazos y ella luchaba por soltarse. Una fuerza alejó al tipo de la joven y ella aprovechó para levantarse.

-¿Estás bien, hermana?- preguntó Sebastián al inspeccionarla.
-Estoy bien- dijo Rafaela.
-Quedate atrás de mí mientras me encargo de este tipo.
-Maldito mocoso- dijo el tipo levantándose.
-¡A mi hermana no la vuelves a tocar maldito enfermo!

Inició una pelea a golpes, Rafaela estaba un poco asustada y por miedo a que le hicieran algo a su hermano iría a buscar ayuda. No había caminado ni un metro cuando escuchó un gran quejido.

-¡Sebastián!- gritó Rafaela al ver que el tipo había clavado una navaja en el estómago de su hermano.
-Ven aquí, chamaca- dijo el tipo al ver que seguía ahí.

Rafaela no lo pensó y salió corriendo, para su suerte dos policías estaban cerca.

-¡Ayuda!- gritó.
-¿Qué ocurre, señorita?- preguntó uno de ellos.

El tipo al ver a Rafaela con los policías se dió la media vuelta para caminar rápido pero ellos fueron más rápidos.

-¿A dónde, señor?- preguntó un oficial-. Va a tener que acompañarnos por tratar de hacer daño a esta joven.
-Yo no le he hecho nada- dijo el señor.
-No mienta señor, trató de acosarme y por si fuera poco lasti... ¡Mi hermano!
-Acompañala, yo me encargo aquí- dijo el otro oficial al ver a la joven salir corriendo con preocupación.

Rafaela regresó a donde estaba anteriormente y asustada se acercó al ver a su hermano inconsciente, sangraba mucho.

-¡Sebastián, hermanito!- decía al borde del llanto-. Resiste, por favor.
-Atención unidades, solicitamos una ambulancia de inmediato- dijo el oficial a través de su radio-. Tranquila jovencita, su hermano se va a salvar.

Ari se encontraba en su trabajo acomodando unos papeles, presentía algo porque se sentía un poco extraño.

-Aristóteles- llegaba Yuli a su oficina.
-¿Qué pasa, Yuli?- preguntó.
-Temo está aquí y no está nada bien.

Al escuchar eso, Ari salió de su oficina y corrió por el pasillo. La imagen de su esposo llorando inconsolable le partía el corazón, se acercó a él aún más preocupado.

-Tahi, ¿qué ocurre?- preguntó preocupado.
-Mi amor- dijo Temo abrazándolo y llorando aún más-. Llamó Rafaelita y están en el hospital... ¡Apuñalaron a nuestro hijo!
-¡¿Qué?! ¡Pero, ¿qué pasó?!
-No sé, Rafaelita estaba inconsolable para decirme. Vamos Ari, quiero ver a mis niños.
-Claro Tahi. Pero trata de tranquilizarte, piensa también en nuestro bebé.

Sin pensar más, ambos se fueron al hospital pidiendo al cielo que Sebastián estuviera bien.

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No me asesinen guapuritas pero... Se vienen capitulos tristes, descuiden que también estarán llenos de alegría.

Papás Aristemo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora