Papás Aristemo

Capitulo 5

Ese fin de semana los Córcega López decidieron hacer un día de campo y que mejor que en el lugar especial para los Aristemo.

Los cuatro se encontraban jugando fútbol, Sebastián no mentía cuando decía que era el mejor jugador porque estaba metiendo muchos goles.

-Ay hijo, ni yo corría así de rápido cuando jugaba fútbol con tu tío Julio- dijo Temo descansando por correr.
-Mejor sigamos jugando baloncesto como cuando éramos adolescentes- dijo Ari recargandose en su esposo.
-Les dijo que soy el mejor- dijo Sebastián.
-Matanga dijo la changa- dijo repentinamente Rafaela.

Al decir eso Rafaela le había quitado el balón a su hermano y corrió hasta lograr meter un gol, sus padres celebraron.

-Ahora verás tramposa- dijo Sebastián mirándola con intención de hacer algo.
-¡No Sebastián, cosquillas no!

Sebastián perseguía a su hermana y los Aristemo también decidieron perseguir a sus hijos. Los tres hombres cayeron en el pasto y Rafaela se lanzó encima de ellos, todos reían.

Repentinamente Rafaela se quedó mirando a un punto fijo, cerca de ahí había una familia y un adolescente jugaba con un bebé que era su hermanito. La joven sonreía ya que tuvo un lindo pensamiento al ver eso.

Más tarde los cuatro regresaron a casa. Ari y Temo se fueron a su cuarto al igual que sus hijos, Rafaela escuchaba música pero no dejaba de sonreír al recordar lo del parque. Volteó al ver a su hermano entrar a su cuarto entrar a su cuarto y sonrió.

-¿Qué tienes?- preguntó Sebastián sentándose a la orilla de la cama-. Desde el parque te noto pensativa.
-Solo me imaginé algo lindo- dijo Rafaela-. Bastián, ¿no te hubiera gustado tener otro hermano?
-Además de ti, si. Sé que siempre hemos sido nosotros dos, pero si hace falta alguien más pequeño en la familia.

Ambos se quedaron un momento en silencio ya que realmente se imaginaban sus vidas con un nuevo integrante en la familia. Rafaela abrazó a su hermano y le dió muchos besos en la mejilla, ese era un gran amor de hermanos. Ari iba a entrar para preguntarle algo a su hija pero desde la puerta observó esa linda imagen y sonrió.

-Sabes, si en algún momento llegáramos a tener otro hermanito yo estaría feliz- dijo Sebastián.
-Yo también sería muy feliz, fuera niño o niña lo querría mucho- dijo Rafaela.
-Yo también lo querría mucho, pero a pesar de ser mi melliza tú siempre serás mi primer hermanita.
-¿Una partida de videojuegos?
-Lo dices porque sabes que te voy a ganar.
-Pues eso lo veremos.

Ambos se pusieron a jugar y Ari regresó a su habitación antes de que lo vieran.

Ari se sentó a la orilla de la cama pensando en lo que habían dicho sus hijos, a él también le hubiera gustado tener otro hijo con Temo. El castaño salía de bañarse y se sentó junto a su esposo, le dió un beso en la mejilla haciéndolo sonreír, el rizado se acercó un poco para rozar ambas narices.

-¿Qué pasa, Tahi?- preguntó Temo.
-No es nada, Tahi- dijo Ari-. Como ya está cerca nuestro aniversario no puedo evitar recordar tantas cosas bonitas.
-¿Como cuáles?
-Son tantas cosas que no sé por dónde empezar, pero en cada recuerdo estás tú mi amor. Gracias por ser mi esposo y darme unos hijos preciosos.
-Sabes que soy muy feliz a tu lado y es porque te amo.
-También te amo mi Temo.

Se dieron un beso y se acostaron un rato para recordar lindos momentos, Ari abrazaba a Temo y le daba muchos besos en la frente. Un amor como el de ellos no se veía todos los días.