Ari y Temo habían cumplido su sueño de casarse, su felicidad creció mucho cuando Temo descubrió que estaba embarazado. Inesperadamente el día que Temo dió a luz se llevaron la sorpresa de que tuvieron dos bebés. Ari y Temo lograrán ser unos maravill...
El sol comenzaba a anunciar un nuevo día y uno muy especial, era el aniversario de bodas de los Aristemo.
Temo aún dormía ya que era temprano y estaba un poco cansado porque el día anterior se había divertido mucho con su familia. Aún dormido sonrió al sentir pequeños besos sobre su mejilla. Comenzó a despertar y el lado de donde dormía Ari había una pequeña sorpresa que lo hizo sonreír más.
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-¿Y esto, Ari?- preguntó Temo. -Un 14 de noviembre te pedí que fueras mi novio, un 14 de noviembre te pedí matrimonio y un 14 de noviembre nos casamos- dijo Ari acariciando la mejilla de su esposo-. Estos 17 años a tu lado han sido los mejores de mi vida porque sigues a mi lado haciéndome el hombre más feliz del mundo y no me equivoqué al decir que eres el amor de mi vida. -Yo no sé qué decir porque mi amor por ti es tan grande que mi corazón en cualquier momento estallaría. Han sido 17 años casados y te sigo amando como cuando éramos jóvenes, soy tan feliz a tu lado. -Te amo Tahi, feliz aniversario. -Feliz aniversario Tahi, también te amo y hasta el infinito.
Ambos se besaron, era un beso lento donde no necesitaban palabras para demostrar lo mucho que se amaban. Se separaron con pequeños besitos y estuvieron abrazados un momento para después empezar a desayunar.
Los mellizos se asomaron un poco por la puerta, contenían sus risas pero sus padres los vieron, ambos extendieron sus brazos y los jóvenes se lanzaron para formar un abrazo familiar.
-¡Feliz aniversario, papás!- dijeron ambos felices. -Gracias niños- dijeron ambos padres-. Ustedes son el regalo más bello que nos dió la vida.
Los jóvenes les dieron un beso a sus papás y se fueron a sus habitaciones para que los Aristemo disfrutarán su momento.
Más tarde los Aristemo se habían arreglado ya que saldrían para continuar celebrando su aniversario, los jóvenes se quedarían solos pero sabían cuidarse perfectamente.
-Cualquier cosa nos llaman- dijo Temo. -Tranquilo papá, vamos a estar bien- dijo Sebastián. -Ustedes diviértanse y sigan deslumbrando ese gran amor que se tienen- dijo Rafaela.
Les dieron un beso en la frente a sus hijos y se fueron. Ya estaban por irse pero Ari recargó a Temo contra el auto para besarlo.
-Ahora es mi turno de sorprenderte en nuestro día- dijo Ari. -¿Enserio vamos a continuar con esa tradición?- preguntó Joaquín sonriendo. -Claro, siempre nos sorprendemos en nuestro cumpleaños, navidad y el día de los enamorados. Ahora yo te voy a sorprender en nuestro aniversario. -¿Por qué eres tan lindo conmigo? -Porque eres a quien más amo.
Luego de una pequeña sesión de besos ambos subieron al auto y se fueron. Tal como lo había dicho Temo, ellos tenían una tradición en su aniversario que cada año uno sorprendía a uno y el siguiente año le tocaba al otro.
Temo estaba emocionado por saber a dónde irían, pero de ratos volteaba a ver a su esposo ya que lo notaba muy pensativo.
-¿Qué tienes, amor?- preguntó Temo-. Te noto muy pensativo. -Solo recordaba algo bonito que dijeron los niños hace algunos días- dijo Ari-. Te lo digo cuando lleguemos porque sería algo lindo. -Nuestros hijos son lindos en todo lo que dicen y nosotros unos románticos. -Es porque te amo, mi amor.
Se dieron muchos besitos y continuaron su camino, Ari era el único que sabía a dónde se dirigían así que solo Temo disfrutaba del camino.
