Capitulo 26

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Capitulo final!!!!

Los Córcega López salieron felices de la oficina con el pequeño Matías que ya iría a casa. Al salir fueron recibidos por los aplausos de muchos doctores, Matías había sido un bebé prematuro que luchó por su vida durante 107 días.

Decidieron no ir a su casa, irían con los Córcega para darles la sorpresa. Los Aristemo estaban felices de ya tener a su familia completa y los mellizos que iban atrás no dejaban de ver a su hermanito.

-No parece que tuviera casi cuatro meses- dijo Rafaela tomando la mano de su hermanito.
-Nació muy pequeñito, hija- dijo Temo sonriendo-. Pero con muchos cuidados y amor crecerá bien.

Llegaron al edificio, los mellizos se adelantaron para ir preparando a toda la familia, Ari bajó y con cuidado bajó a su bebé, Temo se acercó a ellos para dejar un beso en su pequeña frente.

-Bienvenido a la familia, hijo- dijo Ari-. Después de tanto tiempo ya estás con nosotros.
-Ya estamos todos juntos, como siempre lo hemos estado- dijo Temo y le dió un beso a su esposo-. Te amo Ari, nuestro amor es tan fuerte que nuestro bebé luchó por su vida.
-Te amo mucho más, amor. Vamos, entremos.

Caminaron por el pasillo hasta llegar al departamento de doña Blanca y al entrar fueron recibidos por muchos aplausos. La felicidad no les cabía, pues la larga espera había terminado.

-Bienvenido a la gran familia, hijo- dijeron los Aristemo alegres.
-Y todavía falta más familia- dijo Pancho con su característica risa-. A ver Aristemo, presten a mi nieto.

Teniendo mucho cuidado todos fueron cargando a Matías, notaban lo pequeño que era pero lo iban a amar mucho. Ari abrazaba a Temo ya que estaban muy felices de tener una familia tan bonita.

Antes de anochecer, los Córcega López regresaron a casa, el lugar donde por fin estaría Matías. Los cuatro se sentaron en el sofá, no dejaban de mirarlo.

-Se sintió eterno este tiempo sin Matías en la casa, pero finalmente ya está con nosotros- dijo Rafaela.
-Si hija, y ahora nos toca darle todo nuestro amor para que crezca muy feliz- dijo Temo.

Fue un lindo día, todos cenaron y ya era hora de ir a dormir. Sebastián y Rafaela les dieron besos de buenas noches al igual que a su hermanito, y subieron a dormir. Los Aristemo también ya irían a dormir, Matías ya se había quedado dormido y lo llevaron a acostar en su cuna. Temo no dejaba de sonreír al ver a su pequeño, unos brazos rodearon su cintura, un beso fue depositado en su mejilla.

-Ya encendí el aparato para escuchar cuando Matías llore- dijo Ari.
-Gracias Tahi- dijo Temo sin dejar de mirar a su hijo.
-¿Qué pasa, Tahi? No has dejado de mirar a Matías desde que salimos del hospital.
-Es que aún no puedo asimilar que nuestro bebé ya está aquí, pero si me da tristeza que estos casi cuatro meses no estuvo en casa.
-Lo sé, pero ya está aquí para verlo crecer y amarlo por muchos años.

Los bostezos aumentaban así que le dieron un besito a su bebé y se fueron a su cuarto.

En cuanto se metieron a la cama Temo acercó a Ari hacia él para besarlo, el beso fue correspondido pero fue siendo más apasionado. Sin separar los labios Ari quitó la playera de su esposo y dió un recorrido de besos por todo su dorso hasta llegar a su vientre donde estaba la cicatriz de su cesárea en sus dos embarazos.

-Esa linda cicatriz que tiene una bonita historia- dijo Emilio-. Oye, los niños ya están dormidos ¿no te gustaría tener un momento íntimo?
-Pero usa protección, Matías aún está pequeñito para un hermanito.

Fue una noche de pasión en la que Ari y Temo demostraban el gran amor que se tenían, pero también fue un momento para recordar lindos momentos que pasaron con la bonita familia que formaron.

Papás Aristemo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora