NARRA ISABEL:
Como cualquier otro día venia del instituto, cansada y sudando de haber recorrido unos cuantos kilómetros hasta llegar a mí casa.
Mi instituto esta a las afueras de la ciudad, siempre me preguntaba '¿Por qué no lo podían haber puesto en el primer escampado y si en el segundo?', pero mis pensamientos no valían nada, todo lo decidía el alcalde de New York.
Deje mi mochila de mala manera y me quite mi collar (era de un corazón partido), lo tengo desde que nací, es muy importante para mí, aunque este ya muy desgastado y no se note mucho su color original, no venía de muy buen humor ya que mi querida profesora de matemáticas, me había suspendido la materia con un 4, la media me salía 4.5, me daba rabia porque si te se queda alguna una materia en ese coma cinco, te aprueban o te suspenden según como le caigas al maestro, yo creo que no debería ser así, se tendría que valorar el esfuerzo ya que a mí se me dan fatal y empollo mucho las matemáticas (aunque haya gente que digan que las mates no se estudian). Me podría haber aprobado con un cinco se lo hubiera agradecido, ahora me tocara estudiar un mes de verano: ecuaciones, sistemas lineales, áreas, volúmenes, estadística... vamos lo que tenía pensado hacer.
Pero lo peor de todo no es eso es que como se lo dijo a mis padres, me van a matar, ellos quieren que estudie medicina o alguna carrera relaciona con las ciencias, pero a mí las ciencias no me gustan aunque saque muy buenas notas en biología.
No es que odie a las ciencias, a mi me gustaría estudiar una carrera relaciona con las letras como periodismo, derecho...
Fui hacia la cocina para ver donde estaban mis padres, y resulta que no estaban, solo estaba mi perro Simba esperando a que le abriese la puerta de su cuarto, si mi perro tiene su habitación propia, está muy mimado, tiene el pelo largo y blanco.
Después me fui directa a mi habitación, me quede sentada en el sofá mirando a mi alrededor, mi habitación era grande en franjas de color blanco y rosa, me encantaba mi cuarto tenia de todo. Después me fije en mi espejo y me vi reflejada, vi a una chica con una sonrisa alegre, ojos verdes claros en mi ojo derecho hay una cosa que siempre me ha llamado la atención tengo un mini lunar en forma de corazón, pelo largo en color negro en conclusión a una chica normal y corriente.
Me fije que a la derecha del espejo había un papel que decía: 'Isabel hoy no llegaremos un poco más tarde, hazte la comida, besos''. Bueno pues hoy toca hacerse la comida, la verdad es que termine comiéndome un bocadillo de queso y un trozo de piña.
Después me puse a ver la tele, echaron mi programa favorito de la infancia y después jugué con Simba a tirarle la pelota.
Cuando ya era la hora de cenar oigo la puerta abrirse, eran mis padres, que tenían caras muy cansadas, eran médicos, ¿ya entendéis porque no quiero decirles lo de mates, no?.
Cuando ya eran casi las 22:00 tenía muchísimo sueño y me fui a dormir.