Capítulo 8

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-¿Hoy querrías bailar aunque sea solo un baile con migo esta noche?

-Claro

-Y otra pregunta, ¿Vas a estar todo el rato con él?

-No, el aunque me caiga muy bien, se va ir después con las gemelas y yo me voy a quedar sola, como siempre, pero hoy estarás tu haciéndome compañía- reí.

-La comida esta lista- grito Álvaro desde la cocina.

-Pizza, que rica- pensé, me gustaba mucho la pizza pero en palacio no se comía de eso, mi padre decía que esa comida no era propio de una princesa.

-Cuando terminemos, si queréis, podríais ver una película, antes de ensayar- sugirió Álvaro.

-Vale- dijimos al tiempo Kevin y yo.

Vimos la película, no le hice mucho caso porque tenía sueño y me quede durmiendo en el hombro izquierdo de Kevin sin darme cuenta.

Narra Kevin:

La película que nos había puesto mi padre era aburridísima, mire hacia mi lado izquierdo y vi como María se quedo dormida en mi hombro, era tan... especial, tan guapa, tan..., no me gustaba admitirlo pero la quería, me gustaría decírselo pero que va hacer un simple chico de 17 años con una princesa, ella aunque no lo diga está enamorada de David, a mi me ve como a su hermano mayor.

Tenía sed, pero no quería despertarla, así que seguí viendo la película, iba de un hombre, que lo arriesgo todo por la persona que amaba, pero ella no le amaba, el tuvo que aceptar que el amor de su vida fuese feliz con la persona que ella amaba.

Vi que mi padre se acercaba.

-Bombón despierta- le susurre al oído

-mmm- dijo despejándose de mi hombro

-Os ha gustado la película- dijo mi padre.

-Si- dijimos ambos, casi riéndonos.

-Pues ahora a ensayar

Narra María:

Mientras dábamos la clase de baile notaba que Kelvin estaba raro, distraído, pensativo no entendía lo que le pasaba. La clase no duro mucho porque teníamos que estar antes de las cinco en palacio.

Terminemos la clase, Kevin y Álvaro se arreglaron para la fiesta, yo mientras tanto miraba las fotos que había sobre una estantería, Kevin era guapísimo y súper mono de pequeño.

Cogí un cuadro donde aparecían Álvaro, Kevin y su madre, cuando de repente Kevin entro al salón y lo deje donde estaba. Me quede mirándolo unos segundos hasta que el rompió el incomodo momento.

-¿Te gusta cómo voy?- dijo, llevaba el típico esmoquin, pero le quedaba muy bien, el pelo lo tenía diferente, se había hecho un tupe.

-Sí, vas guapísimo- dije sin dejar de mirarlo.

-Vamos al coche que mi padre nos está esperando fuera- dijo con su perfecta sonrisa.

Me abrió la puerta del coche para que entrase, desde que vimos la película esta raro, parece bipolar, primero esta normal, después pensativo y ahora muy amable.

Tuvimos una agradable conversación hasta llegar al palacio.

La sirvienta, acomodo a Álvaro y Kevin en el salón.

La peluquera, me estaba esperando, me hizo un sencillo peinado de trenzas, después se fue y yo me coloque el vestido que me compre con Sofía.

Me mire al espejo, me encantaba aquel vestido, era largo en color azul claro, sencillo, tenia pedrería...

-Mi princesa- dijo alguien desde la puerta.

Me gire y pude ver a David, tan perfecto como siempre.

-Hola- dije tímida.

Me senté en la cama y me coloque los zapatos de tacón, que compre en la tienda.

Se oyó un grito a lo lejos, en el que se pronunciaba el nombre de David, era su madre, el se fue, diciéndome que en un rato nos volveríamos a ver.

Me coloque otra vez mirando al espejo, paraver cómo me sentaban los tacones, de repente alguien me tapo los ojos... 

No puede ser verdad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora