Después de terminar de abrocharme la cremallera del vestido tuve que elegir los zapatos, no savia si ir de plano o de tacón, si iba en plano iría muchísimo más cómoda, y si iba en tacón seria casi igual de alta que Blas, sabía que hoy recorreríamos el harrods, que era un centro comercial de Londres.
Después de estar pensando decidí ponerme los tacones que eran del mismo color que el vestido, no creo que me canse. Faltaban quince minutos para encontrarme con él. No me gusta que me esperes así que cogí mi bolso blanco, me puse mi collar y salí, pero antes...
-¿Dónde vas tan arreglada? la cena es esta noche no ahora.- dijo mi padre.
-A dar una vuelta.
-¿Por dónde?
-Por el harrods.
-No vuelvas muy tarde.
-No.
Salí y cogí el ascensor, le mande un mensaje a Blas para decirle que ya iba para la pastelería, que era el sitio donde nos encontraríamos, el iba ya de camino.
Salí del hotel y fui directa a la pastelería vi a Blas esperándome.
-Que puntual- dije riéndome.
-Qué guapa.
-Gracias- el iba con una camiseta blanca, unas bermudas en vaquero y unas deportivas.
-Vamos- dijo ofreciéndome su mano.
-Vamos- le di mi mano.
Le conté que esta tarde tenia cena con unos amigos de mis padres y tenía que conocer a su hijo, el me contó que mañana visitaría a su tío y primo.
El Harrods estaba un poco lejos y mi me estaban doliendo los pies, el deicidio llamar a un taxi, tardo un poco en llegar, cuando llegamos bajemos del taxi, iba a pagarlo yo pero él no me dejo.
Cuando subimos las escaleras, me impresiono mucho aquel sitio, era la primera vez que estaba allí, en New York mucha gente decía que era un sitio enorme donde había muchas tiendas de diseñadores mundialmente conocidos.
Entramos a la primera tienda, me enamore de un vestido que era negro, con una flor en el tirante derecho, me lo probé y me quedaba igual o mejor que el de esta mañana, salí del probador y a Blas le encanto, no llevaba suficiente dinero así que lo tuve que dejar.
En las demás tiendas también me compre cosas, Blas me ayudaba con las bolsas.
-Isabel, ¿vamos a tomar algo?- dijo cansado.
-Vale, yo quiero un helado.
Fuimos a una heladería que estaba en la última planta. Nos sentamos en una de las sillas y las chicas nos atendió.
-Yo voy a tomar un cucurucho de piña y chocolate.-dije.
-Yo una tarrina de chocolate y fresa- dijo.
La chica trago lo que pedimos, estuvimos hablando de cómo nos comunicaríamos mientras yo esté en Londres. Me daba pena pensar en que ya no lo pudiera ver más. Nos quedemos mirándonos fijamente.
-Te quiero- dijo Blas.
En ese momento me quede callada, no sabía qué hacer o decir. No pensaba que se declararía tan rápido, pero todo llega en esta vida. Yo también le quería y yo creo que esta era mi oportunidad de decírselo.
-Yo...también te quiero.- dije tímida.
Estuvimos rato mirándonos fijamente y al final nos reímos.
Después seguimos comprando, esta vez entramos a tiendas de chico, Blas también se compro varias cosas.
