Al quedarnos unos cuantos minutos observando la habitación, decidimos repartirnos las habitaciones, al ser tres las distribuimos de esta manera, ''mis padres'' en la que estaba más cerca de la entrada, Sonia en la del medio y yo en la última.
-¡Dios!- exclame sorprendida al ver mi habitación, era más pequeña que mi habitación de New York, pero aun así era increíble.
Las paredes estaban pintadas de color crema, la cama era de matrimonio, toque las sabanas blancas y eras suaves, arriba de la cama estaban colgados dos cuadros, el de la derecha tenia la imagen de un barco y el de la izquierda una sirena, en frente de la cama había una mesa y una silla, a la derecha de la cama había una ventana y un pequeño balcón, me asome y pude ver un pequeño jardín del hotel iluminado por luces y a lo lejos se encontraba el palacio real, donde vivía la familia real, me entre y abrí el armario, que se encontraba al lado izquierdo de la cama, empecé a deshacer la maleta y colocar la ropa en el armario, a continuación de organizar mi ropa me fui al cuarto de baño que está al lado de la puerta principal.
Me duche y me cambie de ropa, como no sabía si bajaríamos a cenar o no, me puse unos pantalones blancos estampados con flores en azul marino y un cop top en azul marino.
Fui a la habitación de ''mis padres''.
-¿Vamos a bajar a cenar o nos vamos a quedar aquí muertos de hambre?- dije.
-Mejor nos quedamos aquí- dijo ''mi padre'' en tono burlón.
-Ahora bajaremos al restaurante del hotel.- dijo ''mi madre''.
-Vale- dije y me fui.
Después fui a la habitación de Sonia. Encontré a Sonia durmiendo en la cama con el pijama.
-¿Pero qué haces en pijama?- pregunte sorprendida.
-Pensaba que no bajaríamos a cenar- Dijo, cansada.
-¿Quieres bajar?- pregunte.
-Prefiero quedarme durmiendo- contesto.
-Vale, ¿pero no tienes hambre?- pregunte.
-No- dijo.
-Vale- dije yéndome.
Salí, y vi a ''mis padres'' en los Sofás esperándome.
-¿No viene Sonia?- preguntaron.
-No, está cansada del viaje.- dije.
Salimos y cogimos el ascensor, mientras llegábamos al restaurante hablábamos de que haríamos estos días en Londres.
Nos sentamos en la primera mesa que vimos libre, estaban casi todas las mesas ocupadas, miremos la carta y después cuando vino el camarero pedimos los platos que queríamos.
Mientras nos traían la comida, observaba el lugar, era grande, iba todo a conjunto: las mesas con manteles en marrón oscuro, las servilletas en color caramelo, las copas cristalinas y los cubiertos eran bañados en oro y las sillas eran de color marrón oscuro con pequeñas rosas en color oro. En el centro del restaurante estaba tocando un conjunto de jazz.
El camarero vino con nuestros platos, tenían muy buena pinta, terminamos y trajeron el segundo y a continuación el postre, fue una macedonia, de diferentes clases de fruta.
Cuando terminamos, nos fuimos a lashabitaciones a dormir, mientras me quedaba durmiendo pensaba en el día quehabía tenido y en lo que haría estos días...
