Cuando pegue el ultimo mordisco a el donuts de fresa, vi entrar por la puerta a Blas y dirigirse a pedir su ''desayuno'' al mostrador, en ese momento me acorde que se me olvido enviarle un mensaje, me puse roja. En ese momento no supe que hacer. Guarde el móvil en el bolsillo. Vi que se acercaba a mi mesa. Mi corazón latía a más no poder.
-Hola- dijo Blas.
-Hola- dije tímida.
-¿Esta libre este asiento?- dijo señalando el asiento que estaba en frente mío.
-Sí, ¿Qué haces aquí?
-Pues desayunar.
-¿A la una?
-Si- se rió.
-y tu ¿Qué haces?
-¿Yo?
-Miraba a los lados-Creo que no hay nadie más que tu y yo, aparte de la dependienta.- dijo
-Jajaja, pues he venido a desayunar/Almorzar.
-¿A la una?- dijo repitiendo con el mismo tono que yo se lo había dicho.
-Perdona he venido a las doce y media- dije orgullosa.
-Por media hora antes - dijo riéndose.
-le mire enfadada.
-Venga no te enfades, ¿Quieres?-dijo señalando su plato en el que habían pasteles.
-No- dije
-¿Te has enfadado?- dijo preocupado.
-No
-Eso es que si
-No
-¿Me vas a responder todo el rato no?
-Si- dije.
-Perdón- dijo dándome un beso en la mejilla.
-¿Quiero un pastel?- dije.
-Coge- dijo arrimándome el plato.
-Gracias- dije cogiendo uno que era de tres chocolates.
-¿Que te has pedido tu?
-Un donut de fresa y un batido de coco.
-¿Cuando te tienes que ir?
-Antes de las dos, ¿molesto?- dije
-No, era para dar un paseo.
Se termino los pasteles pago lo suyo y yo pagué lo mío. Salimos de la pastelería.
-Hace mucho calor.- dije.
-Quieres que entremos a un centro comercial que está cerca de aquí, ahí hay aire acondicionado.
-Vale.
Mientras caminábamos hacia el centro comercial nos íbamos haciendo preguntas, con esas preguntas descubrí muchas cosas de él. Tenía 18 años, dos más que yo, era de New York, como yo lo que pasa que él vivía en un pueblo, el año que viene se mudaba a Londres para trabajar de profesor de baile, porque su tío era profesor de baile y me dijo que había venido a Londres a visitar a su tío, Álvaro, y primo, Kevin.
Yo le conté que tenía 16 años, vivía en New York, era estudiante, tenía un perro, y...
-¿Por qué has venido a Londres?-Me pregunto.
-En un principio vine porque mis padres tenían una reunión de trabajo y iba a visitar a mi tía, pero ayer descubrí que era por eso y por ora cosa más.
-¿Qué cosa?
-Pues hace unas semanas descubrí que era adoptada y tenía una hermana, y ayer mis padres que no son mis padres biológicos, me dijeron que era adoptada (que ya lo sabía) y que hoy visitaría a mi hermana.
-¿Estarás contenta?
-Mucho.
Seguimos hablando, yo estaba hablándole y mirando los escaparates de las tiendas, en una vi un vestido que me gusto y me quede embobada mirándolo, el se dio cuenta que lo miraba.
-¿Te gusta?
-Sí.
-¿Quieres que entremos y te lo pruebes?
-No
-¿Por qué?
-Porque no me lo quiero probar, no llevo dinero.
-Pues te lo pago yo si te gusta cómo te queda.
-No.
Al final entre porque me convenció. Cogí mi talla y entre al probador.
