NARRA María:
Aaggg por fin termine por hoy las clases de ballet, no aguantaba más a la señorita Amber, con su voz tan aguda e insoportable.
Me encantaría poder decirles a mis padres, que no me gusta como enseña la señorita Amber.
Desde muy pequeña llevo impartiendo clases de ballet, antes me daba Alba era muy simpática y enseñaba muy bien lo que pasa es que ella murió hace dos años y desde hace dos años me enseñaba ballet Amber.
Hoy aparte de asistir hoy por la mañana a clases de ballet, he tenido clases de matemáticas, lengua, biología, música... con la señorita Sofía.
Sofía es una mujer maravillosa que me enseña materias que se dan en cualquier instituto. Me lleva enseñando desde que tenía tres o cuatro años, no recuerdo bien.
Yo no voy a ningún instituto porque soy la princesa de Londres y mis padres quieren que estudie aquí en palacio.
Tampoco tengo amigos, ni hermanos, por las tardes cuando no tengo nada que hacer me aburro mucho, porque tampoco me dejan salir.
Vivo en un palacio muy grande, con mis padres, los reyes, y un montón de gente que conozco desde que nací pero que no hablo mucho con ella.
Esta tarde tengo clases de comportamiento y baile de salón, uff que duro es ser princesa.
Me quede sentada en mi cama mirando al espejo tan precioso que tenia, me vi, estaba hecha un desastre, tenía mi larga melena morena despeinada, tenía un lunar en forma de corazón que me encantaba en mi ojo derecho, mis ojos eran una de las cosas que más me gustaban de mi porque eran de color verde pero tenían algo especial que no sabría como describirlo.
Me gustaría ser una chica normal de 16 años, pero eso es imposible a no ser que mis padres no tuviesen ''sangre real''...
-Princesa María sus padres le esperan para comer -Dijo la sirvienta.
-Vale, en unos minutos bajo -Respondí.
Cogí y me puse lo primero que vi, una falda de flores y una camiseta blanca, y me puse mi colla (era de un corazón partido) y baje.
No me gusto mucho la comida, era sopa de pescado, el postre estaba riquísimo, tarta de queso. Subí a mi habitación y me prepare para mi clase de comportamiento, no me gustan mucho estas clases porque las veo una tontería, yo ya sé lo que debo o no hacer y cómo comportarme cuando estoy comiendo o hablando con una persona.
Cuando termine de arreglarme baje y allí estaba mi querido profesor tan puntual como siempre.
Hoy la clase se me paso muy rápida, que raro. Después volví a subir a mi cuarto para ponerme mi vestido largo y bajar a mis clases de salón.
Las clases de salón eran unas de mis favoritas porque bailaba junto al hijo del profesor que era una persona maravillosa y humilde, lo consideraba como uno de mis mejores amigos.
Baje y no vi a Kevin, pregunte a su padre (Álvaro) porque no había venido, me contesto que estaba liado con sus estudios, tuve que bailar con el profesor, la clase fue eterna.
Subí a mi cuarto y hice los deberes que Sofía me había mandado, cuando termine baje a cenar y luego me fui a dormir.