Salí de la tienda, mire al frente y a lo legos vi a ''mis padres'' esperando con el coche donde habíamos quedado, mientras caminaba hacia ellos mire la hora de mi reloj.
-No puede ser verdad, me he retrasado una hora y media, ¿cómo había podido pasado tan tanto tiempo hablando con Blas?- pensé.
Cuando llegue, no me echaron ninguna bronca, que raro, seguro que les ha ido muy bien en la reunión.
En el coche:
-¿Vamos a algún restaurante o nos quedamos a comer en el hotel?- pregunte
- Lo que tú quieras- dijo ''mi madre''.
-Pues... al hotel- dije.
-Vale.
No tenía muchas ganas de comer fuera, tenía ganas de comer poco e irme a la cama a pensar en lo ocurrido.
Llegamos al hotel, nos fuimos directamente a comer.
Narra María:
Sofía y yo vimos una película después de comer, estaba muy cansada y no me gustaba la película así que me dormí.
-María, María- dijo Sofía moviéndome.
-Que- dije.
-Te has quedado dormida.
-Lo sé.
-¿Damos una vuelta?- propuso
-Vale
Mientras caminábamos note a Sofía nerviosa, parecía que me quería decir algo, pero no hablo, caminamos unos pocos pasos más y ya no aguante más para romper el hielo:
-¿Sofía te pasa algo?- dije
-No
-¿Y por qué tienes esa cara?
-Bue...no te tengo que contar una cosa pero creo que no me vas a creer.
-Si no me lo cuentas nunca sabrás si me lo creeré o no.- dije riéndome.
-Vale pero vamos a casa.
-Vale.
¿Qué me tendría que contar? ay que nervios, esta vez íbamos más rápidas que a la ida, si que tenía ganas de contarlo, no faltaba nada para llegar y de repente.
-¡Au!- exclame, me había tropezado con una piedra a la que no había visto.
-¿Estás bien?
-Sí, no pasa nada- dije, aunque me dolía un montón el tobillo, pero tenía más ganas de que me contase que pasaba.
Cojeé hasta llegar a su casa y sentarme en el sofá. Sofía mientas tanto metía al microondas unos donuts de chocolate, en un minuto sonó el típico sonido del microondas cuando termina.
-¿Donuts?- pregunto ofreciéndome.
-Si- dije cogiendo uno con una servilleta.
-Déjalo que se enfrié un poco, están muy calientes.
Di un mordisco al donuts.
-¡Ay queman!- dije enfadada.
-Ayy de verdad- dijo.
Deje el donuts y fui al aseo a lavarme las manos las tenia llenas de chocolate, después volví al sofá.
-Y... ¿Qué me tenias que contar?- dije intrigada.
-Esto te va a cambiar un poco la vida y tu manera de pensar y todo... recuerdas que hoy has hecho una redacción de como seria tu hermana.
-Si...¿No me digas que eres mi hermana?- pregunte.
-No jajaja bueno voy al grano que te tengo que llevar pronto a palacio.
-Vale
-Tu mama cuando dio a luz trajo a dos niñas.
-¿Tengo una hermana?
-Si
-No puede ser verdad, si mama siempre dice que soy hija única.
-Pero es que tu madre no es tu madre.
-¿Y quién es entonces? ¿Tu?
-No
-¿Entonces?
-Tu madre murió en un accidente de coche y tu padre al poco tiempo de morir su mujer, es decir tu madre me dejo a cargo de ti y de tu hermana, pero yo tenía 18 años recién cumplidos no podía estudiar, trabajar y mantener a dos bebes, era imposible así que os di en adopción.
-¿Me abandonaste como a un perro?- dije llorando.