Narra Isabel:
Estaba a punto de terminar la serie que estaba viendo, cuando de repente abre alguien la puerta, eran mis padres, venían cansados, se fueron a su habitación, se ducharon y se cambiaron, yo apague la televisión y también me fui a mi habitación a cambiarme.
Me puse un vestido blanco de encaje en la parte superior y liso en la parte inferior, me puse mi collar y salí. Tuve que esperarlos un rato, salieron y bajemos al restaurante.
Pedimos la comida, siempre nos atendía el mismo camarero.
-Isabel, tu collar cada vez está más blanco.- comento mi padre.
-Sí, y eso que no lo he limpiado, ni nada.- dije, mirándolo.
El camarero trajo la comida, mientras comíamos, mi madre dijo que hoy vendría mi hermana y tía por la tarde, yo muy emocionada dije que vale.
Terminamos de comer la paella y la carne, solo faltaba el postre, no me apetecía mucho helado, así que opte por la fruta que elegí sandia. La sandia estaba muy buena.
Después subimos al nuestra suite, mis padres se fueron a dormir la siesta y yo me puse a ver la tele, dio la casualidad de que estaban repitiendo la serie que estaba viendo esta mañana, era un capitulo diferente, me quede viéndola hasta las cuatro y media, que me fui a dar una ducha y a ponerme la ropa que había elegido para ver a mi hermana, estaba muy nerviosa.
Termine de ducharme y me puse primero los pantalones y después la blusa. Termine de arreglarme a las cinco, mis padres se despertaron y me dijeron que me fuera arreglando que a las cinco y quince vendrían, yo ya estaba arreglada.
Cuando faltaban menos de cinco minutos para que viniesen, mi teléfono empezó a sonar, era Sonia, tenía ganas de hablar con ella, pero faltaba poco para que mi hermana viniera.
Al final decidí cogerlo, empezamos a hablar, me contaba que estaba muy bien Simba, en el zoológico se lo paso muy bien, sus primas ya se fueron... a mitad de conversación sonó el timbre, ella me estaba contando una cosa que le había pasado en el zoo, yo no quería decirle que me lo contara luego por que era interesante lo que contaba.
Mis padres abrieron la puerta y era mi tía y hermana por que oía a mis padres decir que ahora saldría, de repente se abrió la puerta y no, no era mi madre, era una chica identifica a mí, me quede sin palabras, colgué el teléfono.
- ¿Isabel?- dijo con voz tímida y ojos llorosos.
Yo estaba en shock, afirme con la cabeza.
-¿María?- ella afirmo con la cabeza como yo.
Después me levante y le di un abrazo, las dos llorábamos abrazadas, habíamos estado más de quince años sin vernos, ese abrazo fue fuerte y duradero, note que había en medio de nosotras una luz que brillaba, era la misma luz que vi cuando me desmaye, pero esta era menos luminosa.
Después de terminar nuestro abrazo, salimos al salón, allí pude ver a una mujer que no conocía.
-Hola Isabel, como has crecido, soy tu tía.- dijo.
Fui a abrazarla, ella me decía que me había echado mucho de menos.
Después mis padres llamaron para que trajeran comida, mi hermana y yo nos fuimos a la habitación.
