Capítulo 29

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Al momento abrió la puerta una señora de unos 58 años, me imagine que era la sirvienta por que llevaba puesto el típico uniforme. Nos dijo que pasásemos y eso hicimos, nos llevo a una sala en la cual había una mesa larga con seis sillas. La sala tenía las paredes pintadas en marrón y algunos detalles en marrón más claro, la mesa era marrón y tenía un mantel en dorado, las sillas también eran marrones, los platos y cubiertos eran blancos. Vi una ventana al otro lado de la mesa y fui hacia ella, quería ver las vistas que tenia.

-Hola- saludo mi padre.

Seguramente a la familia mateo, me gire y pude ver como estrechaba la mano con un hombre pude que de su misma edad, era más alto, después le dio dos besos a una mujer que tendría menos edad que él, iba vestida con un vestido en marrón corto, por ultimo dio también apretón de manos al hijo de la familia, el era de mi edad, con el pelo en marrón oscuro, alto, y llevaba puesto unos pantalones vaqueros y una camisa blanca. Mi madre repitió el mismo proceso que mi padre, pero ella dio dos besos en cada mejilla a cada uno.

-Isabel, ¿no te acercas a saludar?- dijo mi madre.

Me dirigí a donde estaba ellos, primero di dos besos al padre, me dijo que se llamaba Luis, hice lo mismo con su madre, Cristina y por ultimo le di dos besos al hijo, tenía la mano un poco baja cuando me los fue a dar, no se presento, pero sabía que se llamaba Abraham porque mis padres lo dijeron en el coche.

Nos sentamos yo estaba en medio de mi padre y de mi madre, después me tuve que poner al lado de Abraham por qué lo dijo Cristina.

Primero trajeron costillar, los padres estuvieron hablando de negocios y el y yo estábamos callados comiendo, ninguno quería romper el hielo y de postre trajeron macedonia.

Después de la cena Abraham me invito a su cuarto, entre en él y el cuarto era de color azul, en el había una cama, una televisión y más cosas.

-¿De dónde eres?- dijo.

-De New York- dije.

-Un poco lejos de aquí.

-Hemos venido por tema de trabajo.- dije, el se sentó a mi lado.

-Y, ¿Tienes novio?- dijo.

-No- dije esto y él se lanzo a besarme.

-¿Qué haces?- dije apartándome.

-Besarte.

-¿Por qué?

-Por que me gustas.

Salí de su habitación y fui hacia la sala donde estaba antes.

-¿A pasado algo?- pregunto Cristina.

-No, nada.

-¿Quieres que demos un paseo?- dijo por detrás de mí.

-Vale- dije no muy convencida.

Salimos de la casa, y caminamos.

-¿Quieres ser mi novio?- dijo.

-No, y ¿porque me preguntas esto si no me conoces de nada?

-Por que mis padres me dijeron que lo hiciese.

Me quede sin palabras en ese momento.

-y ¿por qué no quieres?, ¿A caso vas a encontrar a alguien rico, guapo e inteligente que yo?

-Si- pensé en Blas.

-Y ¿a quién?

-Eso no es asunto tuyo.

Dimos la vuelta y fuimos otra vez en dirección a la casa. Cuando entramos mis padres ya se estaban despidiendo. Salimos de la casa y entramos al coche. En el camino me dijeron que nos quedaríamos dos días más en Londres. Me alegre, pero les pregunte si seguiríamos durmiendo en el hotel, ellos dijeron que eso dos días dormiríamos con la familia mateo.

Llegamos al hotel, subimos a nuestra planta. Me puse el pijama y me puse a pensar en todo lo que había pasado hoy.


No puede ser verdad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora