treinta y cuatro.

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CHARLES
13 de Abril de 2023

Barcelona

La temporada 2023 tampoco había comenzado como a mi me hubiese gustado. Por esa razón, cada vez que tenía días libres y no tenía que encerrarme en el simulador o en las oficinas de Maranello para reuniones que duraban muchas horas, trataba de disfrutar y despejarme pasando tiempo con mi familia o mis amigos.

El último día de mi estadía en Barcelona, Marcos me invitó a almorzar en su casa. Dijo que haría un asado porque tenía que mostrarme la cultura argentina y sus comidas y yo acepté.

Cuando toqué el timbre, no fue él quién abrió la puerta, sino que la abrió Lara, quién ni siquiera se sorprendió al verme. La rubia solo sonrió, me saludó con simpatía y me dejó pasar a su casa.

—No traje postre, pero traje dos botellas de vino—le dije a Lara, mostrando la bolsa de la vinoteca—son vinos de Argentina, asíque seguramente les guste, o los han probado y...

—¿¡Dónde tienen el fernet!?—se escuchó una voz bastante conocida que gritaba desde la cocina. Lara me miró e hizo una mueca—¿te lo tomaste todo? ¡Marcos, rata de mierda!

—Se queda Oli con nosotros, ¿no tienes problema?—me preguntó ella, levantando una de sus cejas.

—No me molesta, Lara—le aseguré, porque de verdad no me molestaba. Ya estaba acostumbrado a verla seguido desde que Riccardo y Marta tuvieron a Chiara, su hija.

—Genial—soltó ella aliviada y justo, Olivia salió por la puerta.

Se detuvo abruptamente cuando levantó su cabeza y me vió. Me saludó en inglés y se acercó, saludándome con un beso en la mejilla. Estaba vestida con una camiseta estampada con la cara de Harry Styles, unos shorts y estaba descalza. Casi no tenía maquillaje y tenía su cabello suelto y un poco más oscuro desde la última vez que la vi. Era preciosa.

—Bueno... vamos al jardín a sentarnos.

—Traje vino—les avisé, mientras las seguía al jardín. Olivia se dió vuelta y me miró con los ojos abiertos y luego levantó una ceja—son argentinos.

Ella soltó un chillido de emoción y pasó por al lado de nosotros, con dirección a la cocina. Lara y yo reímos, saliendo al jardín donde Marcos preparaba la comida. Me acerqué a él para saludarlo y mientras hablábamos, Olivia salió de la casa con tres copas en sus manos para luego dejarlas sobre la mesa.

Dejé de hablar con Marcos y me acerqué a la mesa, dejando la bolsa con los vinos a un lado. Olivia sacó las dos botellas y leyó las etiquetas, hasta que eligió uno y lo abrió.

OVERDRIVE ─ charles leclercDonde viven las historias. Descúbrelo ahora