treinta y ocho.

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CHARLES
19 de Diciembre de 2023

Barcelona, España


Olivia y yo habiamos compartido unos días en Monaco después de la Gala, tratando de mantener un perfil bajo y alejarnos de las redes e ignorar a los medios hambrientos por una primicia que no existía, hasta que ella tuvo que volver, aunque yo estaba seguro de que hubiésemos compartido más tiempo juntos, si no hubiese sido porque ella tenía asuntos pendientes en Roma.

Intercambiábamos mensajes solo para saber que el otro estaba bien, pero yo no tenía intenciones de presionarla en vernos nuevamente.

Quizás lo que había sucedido en Mónaco fue demasiado, y sucedió muy rápidamente también, pero era parte de nosotros el ir a toda velocidad y no detenernos a pensarlo mucho.

Olivia tampoco había mencionado algo sobre vernos o encontrarnos, y todo parecía indicar que nos veríamos después de año nuevo, quizás antes de que la nueva temporada de la Formula Uno comenzara.

Sin embargo, nos vimos forzados a reencontrarnos debido a una buena noticia. Marcos me había llamado para avisarme que su hija Gaia estaba por nacer, así que me apresuré en viajar a Barcelona para estar con ellos y por supuesto, Olivia ya estaba allí.

Conocimos a Gaia, tres días después de que naciera, porque decidimos que los primeros días que sus padres estaban con ella en el hospital, debían pasarlos juntos, tranquilos y en familia, y fuimos directamente a visitarlos cuando ya estaban en su hogar.

Olivia se abalanzó sobre su mejor amiga apenas la vió, y se aguantó las lagrimas hasta que Lara comenzó a llorar. Fue una escena bastante emocionante de ver, y me permitió a mi abrazar a Marcos y felicitarlo. Luego felicité a Lara y rápidamente ingresamos a su casa, tratando de hacer el menor ruido posible.

Ambos nos lavamos las manos, nos quitamos las zapatillas, anillos y los abrigos, para acercanos a la cuna donde una bebé hermosa dormía plácidamente, hasta que Lara la levantó y se la dió a Olivia.

Marcos trató de enseñarle a Olivia como alzarla, pero Lara le golpeó el brazo y le dijo que su amiga sabía como sostener a una bebé recién nacida.

Es hermosa—dijo Olivia, mirando a la bebé con los ojos llenos de lágrimas—ay boluda, me emociona. Amo a esta nena, demasiado. Mira lo que es, por favor.

Lara se rió y le dijo algo en español que no entendí, así que me giré a ver a Marcos, quién ya tenía unas ojeras rodeando sus ojos.

—¿Ya están durmiendo mal?—le pregunté, viendo como él asentía y bostezaba un poco.

OVERDRIVE ─ charles leclercDonde viven las historias. Descúbrelo ahora