veintisiete.

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CHARLES
18 de Junio de 2021

Montecarlo, Mónaco

No recuerdo que estaba pensando cuando agarré la mano de Olivia y la arrastré conmigo por todo el paddock antes de la carrera en Mónaco.

Mi primer instinto como cada vez que me pasaba algo bueno o malo en un fin de semana de carrera era llamarla o ir con ella, por lo que le pregunté a Andrea si la había visto y cuando me avisó donde estaba y la ví a un costado... no dude en pedirle que me acompañe.

Como cada vez que no conseguía el resultado que quería después de una carrera e iba a su apartamento porque sabía que ella estaría esperándome ahí para abrazarme, como cada vez que hacíamos videollamada y ella comenzaba a hablar de otra cosa para distraerme y como esa vez que choqué en Monza.

Olivia me había prometido que estaría allí, y lo había cumplido, cosa que no esperaba, porque antes ella huía y evitaba cualquier situación difícil que se le presentara.

Y yo sabía que lo que pasó ese día nos perseguiría siempre, porque a la vista de todos, no solo fue bastante romántico, sino que había causado repercusión y hablaron mucho sobre ello. Aparecimos en las redes sociales, en las pantallas de todo el circuito, en revistas y en televisión.

No todos los días un piloto de Fórmula Uno buscaba a su ex-novia entre la gente después de que le avisarán que no comenzaría la carrera en su país, ella aceptaba y caminaban por todo el circuito juntos, de la mano.

Por suerte, solo tuvimos la atención sobre nosotros durante unas dos semanas. Luego, la gente encontró otra cosa de la que hablar y además, habían pasado cuatro meses desde ese día.

Durante esos cuatro meses, solo la veía por televisión, o en persona cuando estaban nuestros amigos de por medio.

Y esa noche, todos habíamos decidido salir de fiesta en Mónaco para disfrutar el tiempo juntos, porque que no nos veríamos durante las vacaciones de verano.

Incluso Olivia estaba ahí, y yo no podía despegar mi mirada de ella. Tenía puesto un vestido negro con tiras finas que era demasiado corto, unos tacones negros, su largo cabello castaño estaba lacio y peinado hacia un lado, el maquillaje que tenía resaltaba sus ojos celestes y sus labios estaban pintados de rojo.

No pude evitar pensar en que ella definitivamente es la mujer más hermosa que conocí en mi vida.

—No puedo creer que estoy de vacaciones al fin, este último fin de semana fue una pesadilla—dijo ella mirando a Marta—¿sabes desde hace cuánto quería salir de fiesta?

—Estuviste en Italia festejando—mencionó Pierre, entrometiéndose en la conversación que ambas mantenían. Olivia lo miró y entrecerró sus ojos, tratando de recordar de que hablaba, hasta que abrió sus ojos y soltó una risa nerviosa, dándose cuenta de fue expuesta por él.

—No es lo mismo, esa vez tomé poco y con culpa porque tenia que viajar en avión—contestó, pero luego miró a Pierre confundida—¿como sabes eso?

—Ya no le queda nada a tu trago—le dijo Pierre para distraerla, señalando el vaso que ella tenía en su mano y que efectivamente, estaba vacío—¿te traigo otro?

—Yo te acompaño—exclamó Riccardo—¿alguien quiere algo?

Todos le respondimos con lo que queríamos, y el sólo asintió y se fue a la barra con Pierre. Luego de eso, Olivia olvidó lo que le había preguntado al francés y siguió hablando con Marta y Joris como si nada.

Era evidente que el alcohol ya estaba le estaba haciendo efecto. Pude darme cuenta de eso porque había olvidado su conversación con mi amigo y por como actuaba. Ya comenzaba a reírse de todo, a hablar fuerte y a bailar todas las canciones, sin importarle el ritmo de estas.

OVERDRIVE ─ charles leclercDonde viven las historias. Descúbrelo ahora