Maggie Rider.
Ya había tocado la campana para volver a casa. Caminé fuera del instituto para poder ir a mi casa.
Miraba al piso mientras caminaba. Damián había vuelto a desaparecer, cada cierto tiempo se aísla, aún no lo entiendo.
A un par de metros pude ver mi casa, el auto de mamá no estaba así que supongo que sigue en el hospital.
Abro la puerta de casa, entró y la vuelvo a cerrar.
Suspiro y me dejo caer contra la puerta tapándome la cara.
Mi mente va a explotar con todo esto.
Los novenos, el instituto, mis recuerdos, mis dudas, la cacería y más que nada Michael.
Limpio las lágrimas que han caído y subo las escaleras con algo de pereza.
Al entrar cierro la puerta y cuando me doy la vuelta veo a Damián sentado sobre mi cama.
-Mierda- susurro para mi -Por que siempre tienes que aparecer así?- me asusté al ver a Damián en mi habitación.
Damián estaba sentando en el borde de mi cama con sus codos sobre sus rodillas.
Damián me veía serio.
-Cómo entraste?- pregunto con algo de confusión.
-Soy un noveno, es fácil entrar sigilosamente- respondió con simpleza. Yo solo asentí.
-Como estas? Hace un par de días que no te veía- me senté en la silla que está frente al escritorio.
Damián me miraba con curiosidad como si intentara descifrar algo.
-Como puedes preguntar como estoy con lo mal que la estas pasando?- suspiró- Cada vez entiendo menos a las presas-
El se recostó en mi cama mirando al techo.
Caminé hasta la cama y me senté junto a él.
-Por qué viniste?-
-Te conseguí una presa para la cacería- giró su cabeza para verme.
-¿Quién es?- pregunté con algo de curiosidad.
-No te voy a decir- dejó de mirarme para mirar al techo.
-Vamos Damián, me da curiosidad- respondí.
-No- dijo serio.
-Dios- dije en un suspiro.
Me levanté de la cama y salí de mi habitación para bajar a buscar algo de tomar.
-¿A dónde vas?- Damián se levantó de la cama y comenzó a seguirme.
Una vez abajo entré a la cocina y me sorprendí al ver a mi madre cocinando.
-¿Mamá? ¿Qué haces aquí?-pregunté con algo de confusión.
-Hola cariño-dejo un beso sobre mi frente -Me dejaron salir antes-
Al darme la vuelta me encontré con Damián sonriendo en el marco de la puerta.
-Hola Andrea- Damián tenía una sonrisa enorme en su rostro.
Creo que nunca me voy a acostumbrar a ver a Damián sonriendo.
-Hola Damián- mi madre le devuelve la sonrisa.
Veo como Damián hablaba con mi madre mientras cocinaba.
Me serví algo de jugo y volví donde ellos estaban.
-¿Quieres quedarte a cenar?-le preguntó mi madre a Damián.
-Me encantaría, pero no quiero ser una molestia o algo parecido-
-No eres una molestia querido-mi madre lo miró sonriendo.
-Esta bien entonces es un sí-Damián le devolvió la sonrisa.
No podía creer lo que estaba pasando, Damián sonriendo? mi madre dejando que él se quede a cenar? mierda, esto es nuevo.
Volví a la realidad cuando mi madre habló.
-Cuánto tiempo llevan juntos?- preguntó mi madre con curiosidad.
Me atragante con el jugo. Mierda.
Puedo apostar a que mis mejillas estaban rojas.
Damián sonrió con algo de diversión -Aún no es oficial-
Que mierda?
Comencé a toser a causa del jugo. Damián golpeaba mi espalda.
-¿Estás bien?- preguntó.
-Si, gracias-
-Pueden ir a tu habitación en lo que yo termino de cocinar- mi madre habló-Cuando termine los llamaré para la cena-
-Esta bien- miré a Damián -Vamos?-
Ambos subimos las escaleras y cuando entramos cerré la puerta detrás de mí.
-Qué mierda acaba de pasar- dije en una mezcla de shock y sorpresa.
-Tu madre ha dejado que me quede a cenar- respondió luego de tirarse sobre mi cama, eso ya se le había hecho costumbre.
-Y eso que no he usado mis habilidades-
-¿Desde cuándo estamos en algo? qué le dijiste cuando me fui?- pregunté.
-Le pedí permiso para llevarte de "vacaciones" una semana para pedirte ser mi novia-hizo comillas con los dedos -Ya sabes, por lo de la cacería- respondió.
-Ah...-
Luego de unos 30 minutos mi madre nos llamó para cenar.
Ambos bajamos y nos sentamos en la mesa, Damián y yo nos sentamos juntos y mi madre en frente.
-Y bien, ¿cómo está la comida?- preguntó mi madre.
-Riquísima señora Rider, perdón, Andrea- respondió Damián luego de comer un poco.
-Debes comer despacio-respondí mirando a Damián.
Este al mirarme, sonrió con la boca llena.
-Tienes...-me acerqué y limpié su boca -Listo-
Damián se acercó a mí y dejo un beso sobre mis labios -Gracias-
Mi cara quedó en shock, luego de unos segundos reaccioné y seguí comiendo.
Mi madre nos miraba mientras sonreía.

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Obsession; Damian Fox.
FanfictionAsfil. Un pueblo de pocos habitantes, donde todos conocen a todos. O eso es lo que ellos piensan. Un pueblo que puede sacar lo peor de cada persona.