Capitulo 17

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Maggie Rider.

Ya había tocado la campana para volver a casa. Caminé fuera del instituto para poder ir a mi casa.

Miraba al piso mientras caminaba. Damián había vuelto a desaparecer, cada cierto tiempo se aísla, aún no lo entiendo.

A un par de metros pude ver mi casa, el auto de mamá no estaba así que supongo que sigue en el hospital.

Abro la puerta de casa, entró y la vuelvo a cerrar.

Suspiro y me dejo caer contra la puerta tapándome la cara.

Mi mente va a explotar con todo esto.

Los novenos, el instituto, mis recuerdos, mis dudas, la cacería y más que nada Michael.

Limpio las lágrimas que han caído y subo las escaleras con algo de pereza.

Al entrar cierro la puerta y cuando me doy la vuelta veo a Damián sentado sobre mi cama.

-Mierda- susurro para mi -Por que siempre tienes que aparecer así?- me asusté al ver a Damián en mi habitación.

Damián estaba sentando en el borde de mi cama con sus codos sobre sus rodillas.

Damián me veía serio.

-Cómo entraste?- pregunto con algo de confusión.

-Soy un noveno, es fácil entrar sigilosamente- respondió con simpleza. Yo solo asentí.

-Como estas? Hace un par de días que no te veía- me senté en la silla que está frente al escritorio.

Damián me miraba con curiosidad como si intentara descifrar algo.

-Como puedes preguntar como estoy con lo mal que la estas pasando?- suspiró- Cada vez entiendo menos a las presas-

El se recostó en mi cama mirando al techo.

Caminé hasta la cama y me senté junto a él.

-Por qué viniste?-

-Te conseguí una presa para la cacería- giró su cabeza para verme.

-¿Quién es?- pregunté con algo de curiosidad.

-No te voy a decir- dejó de mirarme para mirar al techo.

-Vamos Damián, me da curiosidad- respondí.

-No- dijo serio.

-Dios- dije en un suspiro.

Me levanté de la cama y salí de mi habitación para bajar a buscar algo de tomar.

-¿A dónde vas?- Damián se levantó de la cama y comenzó a seguirme.

Una vez abajo entré a la cocina y me sorprendí al ver a mi madre cocinando.

-¿Mamá? ¿Qué haces aquí?-pregunté con algo de confusión.

-Hola cariño-dejo un beso sobre mi frente -Me dejaron salir antes-

Al darme la vuelta me encontré con Damián sonriendo en el marco de la puerta.

-Hola Andrea- Damián tenía una sonrisa enorme en su rostro.

Creo que nunca me voy a acostumbrar a ver a Damián sonriendo.

-Hola Damián- mi madre le devuelve la sonrisa.

Veo como Damián hablaba con mi madre mientras cocinaba.

Me serví algo de jugo y volví donde ellos estaban.

-¿Quieres quedarte a cenar?-le preguntó mi madre a Damián.

-Me encantaría, pero no quiero ser una molestia o algo parecido-

-No eres una molestia querido-mi madre lo miró sonriendo.

-Esta bien entonces es un sí-Damián le devolvió la sonrisa.

No podía creer lo que estaba pasando, Damián sonriendo? mi madre dejando que él se quede a cenar? mierda, esto es nuevo.

Volví a la realidad cuando mi madre habló.

-Cuánto tiempo llevan juntos?- preguntó mi madre con curiosidad.

Me atragante con el jugo. Mierda.

Puedo apostar a que mis mejillas estaban rojas.

Damián sonrió con algo de diversión -Aún no es oficial-

Que mierda?

Comencé a toser a causa del jugo. Damián golpeaba mi espalda.

-¿Estás bien?- preguntó.

-Si, gracias-

-Pueden ir a tu habitación en lo que yo termino de cocinar- mi madre habló-Cuando termine los llamaré para la cena-

-Esta bien- miré a Damián -Vamos?-

Ambos subimos las escaleras y cuando entramos cerré la puerta detrás de mí.

-Qué mierda acaba de pasar- dije en una mezcla de shock y sorpresa.

-Tu madre ha dejado que me quede a cenar- respondió luego de tirarse sobre mi cama, eso ya se le había hecho costumbre.

-Y eso que no he usado mis habilidades-

-¿Desde cuándo estamos en algo? qué le dijiste cuando me fui?- pregunté.

-Le pedí permiso para llevarte de "vacaciones" una semana para pedirte ser mi novia-hizo comillas con los dedos -Ya sabes, por lo de la cacería- respondió.

-Ah...-

Luego de unos 30 minutos mi madre nos llamó para cenar.

Ambos bajamos y nos sentamos en la mesa, Damián y yo nos sentamos juntos y mi madre en frente.

-Y bien, ¿cómo está la comida?- preguntó mi madre.

-Riquísima señora Rider, perdón, Andrea- respondió Damián luego de comer un poco.

-Debes comer despacio-respondí mirando a Damián.

Este al mirarme, sonrió con la boca llena.

-Tienes...-me acerqué y limpié su boca -Listo-

Damián se acercó a mí y dejo un beso sobre mis labios -Gracias-

Mi cara quedó en shock, luego de unos segundos reaccioné y seguí comiendo.

Mi madre nos miraba mientras sonreía.

Obsession; Damian Fox. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora