Obsession; Damian Fox.

Capitulo 24

Narra Maggie.

Pasamos un par de horas así, en silencio, y no fue nada incomodo. Hasta que después, sin darme cuenta yo también me quede dormida. 

No supe a que hora fue, pero cuando abrí los ojos a causa de un extraño ruido. Vi a Damián sumido en su sueño, así que me moví lentamente hacia el borde de la cama. 

Había escuchado algo, como si alguien hubiera tocado mi puerta. Puse los pies en el suelo y me coloque mis zapatos. Cuando me pare me asegure de que mi daga estuviera bien sujetada. 

Avance por la silenciosa habitación y abrí la puerta a medias. Al mirar hacia el pasillo, Padme estaba parada en la puerta de su habitación mirando hacia ambos lados del pasillo. 

Sali de la habitación cerrando  la puerta detrás de mi. 

-Padme? que sucede- pregunte cuando me acerque a ella.

-Escuchaste eso?- me susurro cuando me acerque a ella. 

-Si...- conteste algo inquieta y alerta mirando hacia el pasillo- Deberíamos despertar a los demás, tengo un mal presen...-

-Mira! paso algo, justo por ahí!- señalo al final del pasillo, al mirar ya no había nada. 

Padme y yo, escuchamos un ruido inusual que nos hizo mirarnos con preocupación.

-Y si solo no es nada? y si solo es un tonto niño que quiere asustarnos?- dijo algo irritada -estaba durmiendo muy cómodamente cuando me despertaron. voy a quejarme-

Ella cerro la puerta de su habitación y comenzó a caminar. 

El pasillo se extendía en penumbras, las luces apenas iluminaban el camino y un ligero escalofrío recorría nuestra piel. 

-Padme- toque su hombro- Esto no me da buena espina, me recuerda a American Horror Story: Hotel, no termina nada bien, créeme- 

-Mejor volvamos a las habitaciones y le decimos a Damián o a Poe que vengan a quejarse- 

-Que? estas loca?- resoplo algo molesta- no quiero despertar a Poe. me cae bien pero los mejores momentos con el son esos en los que no habla- suspiro- seguro es un estúpido niño molestando, no te preocupes- 

Al llegar a la recepción, notamos algo extraño: la recepcionista no estaba allí. La campana que solíamos tocar para llamar su atención permanecía en silencio.

Fue entonces cuando, al asomarnos detrás del mostrador, un escalofrío recorrió nuestra espina dorsal al descubrir a la recepcionista muerta en el suelo, cubierta en un charco de sangre.

 El shock nos invadió cuando, justo en ese momento, la luz se fue y un rayo iluminó la escena, revelando la figura de un hombre alto y fuerte al final, con un hacha colgando de sus manos al pasillo. 

-Ahora si crees que deberíamos llamar a los chicos- dije en pánico.

-Si Maggie- dijo Padme tomándome fuerte del brazo. 

Sin perder tiempo, el hombre cargado con un hacha vino corriendo hacia nosotras. 

El pánico nos impulsó a correr por el pasillo, tocando puertas y llamando a los chicos a gritos, pero nadie respondía. 

-DAMIAAAAAAANN- comencé a gritar mientras literalmente corría por mi vida.

En un momento por la desesperación y el pánico corrí hacia un pasillo el cual no tenia salida. 

En un intento desesperado, me embistió, haciéndome chocar contra una pared. Agarré mi daga y la clavé en su espalda, pero eso solo intensificó su furia.

Corrimos de regreso a la recepción, donde la situación empeoró. 

Padme intento golpearlo pero este hizo que Padme quede en el piso y comenzó a asfixiarla. Estábamos al borde del abismo cuando, en un acto instintivo, me posicioné detrás del hombre amenazante y corté su cuello de lado a lado. 

La sangre brotó, empapando mi brazo y el pecho de Padme.

En ese preciso momento, como si el universo estuviera esperando el clímax, los chicos aparecieron: Damián, Poe, Tatiana y Archie. 

Todos se quedaron el silencio mirando la escena.

Mi pecho subía y bajaba por haber corrido por todo el motel. 

-Un asesino, en un motel, con un hacha... no te parece demasiado cliché?-

Me enderece y saque el cuerpo del asesino de arriba de Padme, el enorme cuerpo se desplomo en el suelo creando un gran charco de sangre. 

Poco a poco intentaba regular mi respiración. 

Poe se acerco para ver quien era el asesino 

-Es Gastón- dijo mirando al chico. 

-El de la manada de Nicolás?- pregunto Tatiana con fundida. 

-Así es- respondió Archie.

Poe observo el corte que hice sobre el cuello del asesino, y con su habitual sarcasmo, soltó un comentario que cortó la tensión: -Vaya, parece que nos topamos con una auténtica novena, ¿no creen?- 

-Un corte limpio- levanto la vista para mirarme -Aprendes rápido caramelo-