Capitulo 35

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Damián Fox.

Nos encontrábamos corriendo de los novenos, gangta de Kehlani empezó a sonar en mi mente.

Estábamos cubiertos de sangre, mi respiración estaba muy agitada.

Estaba muy enojado por todo lo que había pasado, Tatiana nos había traicionado, Padme casi intenta un plan ella sola, todo había salido muy mal.

Pero lo único que ocupaba mi cabeza en estos momentos era encontrarla a ella.

Aspen, ese maldito hijo de puta se la había llevado.

Nos encontrábamos en un pasillo, había una reja que no nos dejaba seguir, de pronto alguien apareció en medio, justo en ese momento las luces empezaron a titilar y nos dimos cuenta que esa habitación no estaba vacía.

Estaba llena de novenos, pero eso no era lo que me preocupaba, sino la persona que estaba justo en el centro de esa habitación.

Tenia un vestido blanco pegado al cuerpo, lleno de manchas de sangre. Su cabello negro que tanto me encantaba estaba suelto detrás de sus hombros, llevaba unos lindos tacones del mismo color que su vestido.

Y en la rajadura que tenia su vestido a la derecha en su muslo, se podía ver su daga guardada.

Un ruido de motosierra se empezó a escuchar ahí dentro, luego las luces se apagaron. Lo único que se escuchaba era el ruido de la motosierra.

Cuando las luces comenzaron a titilar Maggie empezó a luchar con todos ellos.

Estaba muy enojado, demasiado, necesitaba entrar ahí y ayudarla, temía que algo le pasara.

Con todas mis fuerzas empecé a pegarle a los barrotes y a gritar su nombre.

Comencé a sacudir los barrotes con todas mis fuerzas, no podía dejarla pelear sola.

En un momento casi llego a romper la puerta de metal.

Hasta que las luces se volvieron a encender y allí estaba ella.

Parada justo en el medio de la habitación con el hombre de la motosierra arrodillado sobre sus pies.

Estaba noqueado, casi muerto.

Ella no lo dudo, pude ver en sus ojos la oscuridad, disfrutaba lo que estaba por hacer, podía ver la diversión en sus ojos.

Con sus ojos fijos en mi saco su daga, agarro la cabeza de ese hombre y corto su cuello de lado a lado.

La sangre empezó a ensuciar todo el piso.

Se veía magníficamente perfecta.

Su pecho subía y bajaba de tanto luchar.

Camino hacia nosotros y abrió la reja, al pasar ella se paro frente a mi y me beso.

La tome muy fuerte de la cintura y no dude en seguir ese beso.

La extrañaba tanto, por un momento cruzo por mi cabeza la idea de que ella podría estar muerta.

Al separarnos ella me miro y me dio un fuerte abrazo antes de separarse definitivamente, luego de acerco a Poe y le dio un muy fuerte brazo.

- ¡Caramelo!, por un momento creí que... eso ya no importa ven aquí- dijo Poe jalando de su brazo para luego darle un fuerte abrazo.

La tomo de los hombros y comenzó a mirarla de pies a cabeza -Por dios, me encanta esta Maggie, te vez tan... sexy- una sonrisa coqueta se formo en su rostro.

-Gracias Poe- ella soltó una risita.

Luego ella se freno frente a Archie y lo abrazo también.

- Te extrañe Mag- dijo Archie al recibir el abrazo.

- Yo también Archie- dijo abrazándolo mas fuerte.

- Debemos seguir- dije pasando la reja.

- Agarren cualquier cosa que puedan usar para defenderse- dijo Poe tomando su bate con clavos del suelo.

Yo opte por una hacha que se encontraba al lado de un cadáver al igual que Padme, Archie tomo unos cuchillos al igual que Tatiana.

Armamos una formación para poder defendernos bien, Maggie iba al frente, Poe y yo en los costados, Padme en el medio y Archie y Tatiana al final.

Seguimos caminando hasta llegar a la escalera, bajamos con cuidado y luego nos detuvimos.

- Algo no me cuadra- dijo Maggie con cara de que intentaba analizar el panorama.

- A mi tampoco- dijo Poe con la misma cara.

- Archie pásame uno de los cuchillos- acto seguido Archie le dio un cuchillo.

Ella lo tiro y segundos después miles de cuchillos pasaron de un lado a otro clavándose en la pared.

Luego de eso muchos novenos salieron de las habitaciones.

Todos nos movimos a la misma vez para mantenernos todos juntos.

Un noveno se acerco a Maggie pero ella rápidamente lo atravesó con la katana haciendo que pequeñas gotas de sangre salpiquen su cara.

Dos novenos quisieron acercarse a Poe pero el atravesó a uno con su daga pero no vio que un segundo venia por su espalda, así que me acerque al noveno y le clave el hacha en la cabeza, este rápidamente cayo al suelo.

De un momento a otro ya habíamos acabado con todo el pasillo.

Todos intentábamos calmar nuestra respiración.

- Tenemos que seguir- dijo Maggie limpiando su cara, gotas de sangre caían de su katana.

Todos seguimos caminando a paso rápido por si aparecían más.

Salimos por la parte de atrás y entramos por la cocina sin que nadie nos viera, pero resultó que la puerta de metal estaba cerrada, era imposible salir por ahí.

Así que tuvimos que ir por el frente, al llegar, estaba Aspen en la mitad de la escalera.

Mi cara empezó a arder de la rabia que me generaba verlo.

-Veo que pudiste desencadenarte- comento Aspen mirando a Maggie -No es la primera vez que lo haces, verdad?-

La cara de Maggie cambio rotundamente, se puso pálida.

-Tu... tu me secuestraste- una lagrima cayo de sus ojos -Todo este tiempo...-

-Veo que me recuerdas- Aspen tenia una sonrisa de oreja a oreja.

En un movimiento rápido Maggie lanzo uno de sus cuchillos, Aspen se percato de eso y de su chaqueta saco un arma. El cuchillo impacto en su muñeca haciendo que esta se mueva de lugar y la bala al salir impacto en la sien de Padme matándola al instante.

-Oh mierda!- corrí hacia Maggie quien lloraba junto al cuerpo de Padme y la tome de los brazos.

-Debemos irnos- dije mirándola a los ojos.

Al salir estaba Danna esperándonos en un auto.

Cinco novenos aparecieron y uno de ellos disparo a las llantas del auto.

Dos segundos después apareció otro auto, Nicolás.

- ¡Vamos, suban!- dijo Danna que iba de copiloto.

Estábamos subiendo cuando otros ocho tipos aparecieron, tuvimos que agacharnos porque comenzaron a dispararnos.

Primero subió Poe , luego Maggie, yo y Archie. Cuando Tatiana estaba por subir uno de ellos disparo a la puerta haciendo que ella suba muy rápido.

Nicolás no espero a que ella cerrara la puerta para poder arrancar.

Piso el acelerador a fondo haciendo que la reja quede abierta de par en par. Luego de unos 10 minutos ya estábamos en la carretera.

Maggie dormía sobre mi hombro, se veía tan indefensa mientras dormía. Como si no pudiera matar ni a una mosca, pero eso no era así. Si alguien se metía con ella, los mataría en un segundo solo con sus propias manos.

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⏰ Última actualización: Feb 17 ⏰

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