No me falles.

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Había terminado mis dos diagnósticos ya y tenía programadas las dos entrevistas, prácticamente tenía todo bajo control, mientras, aún tenía un par de horas libres, así que me puse a revisar los diagnósticos pasados, tenía que encontrar el punto exacto del crimen, tenía que hacer que quien fuera que lo hizo temblara de miedo cuando se enterara de que ya lo estábamos buscando.

- Señorita Thompson- Julie se asomó a la puerta con una sonrisa.

- Dime- volví la vista hacia a ella olvidando por completo fechas, nombres, acontecimientos y número de balas atravesando el cuerpo de cualquier persona.

- El señor Maxwell quiere verla.

Fruncí el ceño y fui consciente del ligero empujón que mi espalda dio hacia atrás. Mi cabeza regresó a los expedientes, diagnósticos, entrevistas, mi último caso especial y los sospechosos que me faltaban. Al parecer todo estaba en orden.

- ¿Ahora?- la confusión en el tono de voz proveniente de las cuerdas vocales me delató en el instante y me obligué a aclarar la garganta.

- Ahora.

- Bien- sin más que decir me apresuré a rodear mi escritorio y regalarle una sonrisa confidencial a Julie.

Salí de la oficina y cerré la puerta con llave, la dejé en el escritorio de mi secretaria y tomé rumbo a la oficina de Maxwell, mi jefe. Durante el camino escuché uno que otro 'Buenos días', el impacto de los dedos de uno que otro trabajador contra el teclado de la computadora y sobre todo murmullos, muchísimos, que si un caso era imposible, que si no encontraban al culpable, que si ya se había formado una nueva pareja dentro del edificio, que si la encargada de 'jurídico' suspiraba por Nathan, en fin, millones de murmullos.

Finalmente me paré frente a la puerta de la dirección general, respiré hondo tratando de organizar mi mente sobre los últimos casos del mes y cualquier cosa que Maxwell pudiera preguntarme para tenerlo todo bajo control. Exhalé con alivio y giré el pomo del inmueble.

- Buenos días Jane, toma asiento- apenas puse un pie adentro, su voz inundó la habitación.

- Maxwell. Gracias.

Me senté en frente de su escritorio cuidando mi postura y esperando cualquier pregunta, afirmación o consulta.

- Bien ¿Como va la investigación?- volteó a verme, mostrando demasiada atención y calculando mi lenguaje corporal.

Llené mis pulmones con mas aire del necesario para empezar a hablar.

- Muy bien, tengo todo bajo control, hace unos minutos terminé los últimos dos diagnósticos, tengo las entrevistas programadas para medio día e iré yo personalmente con el agente Bloom- hice una pausa corta, observando con cautela sus expresiones faciales y dándome por bien servida- si los cálculos no me fallan, el caso estaría terminado a principios de Septiembre.

Arqueó las cejas y una sonrisa se expandió a lo largo de sus mejillas.

- Me parece muy bien Jane, creo que estas haciendo bien el trabajo.

Sonreí, satisfecha con lo que escuchaba.

- Me alegra.

- ¿Crees que puedas suspender la investigación por unos días?

Su pregunta me tomó desprevenida, mis ojos se abrieron un poco más y fui consciente de que mis labios se entreabrieron dejando ver mi asombro por encima de todo, es que definitivamente no esperaba eso.

- ¿Hay algún motivo por el que debería hacerlo?- fruncí el ceño mientras me apoyaba hacia delante utilizando como apoyo su escritorio.

En ese momento Maxwell se acomodó la corbata, sus dos manos se posaron frente a él y me miró fijo.

Impredecible. (Niall Horan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora