Un simple estudiante de bachillerato

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Me costaba trabajo llegar a la camioneta a salvo debido a la gran multitud de gente que había afuera del edificio de la estación de radio, era mucha, bastante, me empezaban a asfixiar y en mis esfuerzos por salir empecé a ponerme paranoica, pensé en que era demasiado joven para morir hasta que escuché el sonido del claxon de una camioneta, era mi salvación... o tal vez solamente Mark. Ayudé a Liam y Sophia a pasar entre la gente y me subí hasta el final al vehículo.

- ¡Dios! Casi muero aplastada- me desparramé en el asiento en cuanto me sentí a salvo.

- Bienvenida a mi mundo- Mark me vio por el retrovisor mientras encendía el aire acondicionado y todos nos reímos.

- No culpo a todas esas chicas, yo también vendría a ver a cualquiera de los chicos.

- Claro, yo también lo haría- Sophia levantó la mano para hacer high-five y sonreímos.

- Se me antoja ir a un lugar tranquilo, podemos ir a un bar o algo parecido- sugirió Liam.

- Esta bien- Mark se encogió de hombros- ¿Alguna idea o ponemos el GPS?- todos negamos con la cabeza- bueno, parece que el GPS es la mejor opción.

Nos detuvimos en un semáforo y Mark tecleó rápidamente en busca de un bar cercano y seguro al que pudiéramos ir. De pronto Sophia me dio su móvil discretamente, tardé varios segundos en captar lo que estaba haciendo y lo agarré sin hacer muchos movimientos, me aseguré de que Liam estaba distraído y observé la pantalla, tenía una nota.

* Mañana tendré una cita romántica con Liam, necesito encontrar un vestido urgentemente ¿tienes ganas de hacer trabajo extra y acompañarme al centro comercial?*

Volteé y encontré sus ojos mirándome con rastros de súplica, curvé mis labios y asentí, regresándole el aparato y mirando a la ventana inmediatamente.

- Chicos la verdad es que estoy algo cansada- volteó a ver a Liam mientras guardaba su celular.

El chico la vio al instante, frunciendo el ceño mientras en sus ojos se tintaba un destello de preocupación.

- Si quieres, entonces nos vamos al hotel.

- ¡No!- el tono de su voz subió considerablemente y me hizo sobresaltar- es decir, se pueden quedar ustedes en el bar y Jane me puede acompañar al spa- aclaró su garganta y Liam volvió a la postura que tenía antes.

Ahí fue cuando los tres voltearon a verme.

- Yo iré con ella- asentí mientras sonreía y le dedicaba una mirada reconfortante a Liam, queriendo hacerle saber que cuidaría bien de ella.

- Bien ¿Cuanto creen tardarse?- relajó los hombros en el asiento y asintió.

- Una o dos horas- Sophia se encogió de hombros, restándole importancia.

- Bien, se llevan la camioneta y vienen por nosotros en cuanto terminen.

- Claro que si, gracias- Sophia estrelló sus labios contra la mejilla de Liam.

Me gustaba verlos juntos, eran una de las parejas más tiernas que existían pero sus arrumacos llenaban el ambiente de tensión e incomodidad para mí, forzándome a voltear la vista hacia la ventana, para ser honesta, empezaba a encontrar los edificios mucho más interesantes que antes, si no paraban sus escenas románticas justo ahora, iba a vomitar.

***

Después de alrededor de media hora, por fin aparqué la camioneta cerca de las puertas del centro comercial y bajamos de ella. Entramos al gran edificio lleno de tiendas y mucha gente y decidí que debía ser yo quien rompiera el hielo.

Impredecible. (Niall Horan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora