El primer doblés.

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Después de haber cenado nos fuimos a la sala y estuvimos planeando lo que diría la canción aunque sinceramente ahora no tenía ganas de nada, sólo quería ir a casa, hacerme bolita y llorar, llorar mucho.

- Entonces, ¿de qué quieres que hable?- la voz de Niall irrumpió en mis oídos como la tormenta más dulce y desastrosa que pudo caer en algún lugar, a cualquier hora.

- No lo sé-. Quería pensar en un tema para la letra pero es que justo ahora tenía demasiadas preguntas en mi cabeza que me tenían saturada, se me había esfumado el apetito y parecía que en mi estómago había una tonelada de peso cargándose al fondo.

- Pues piénsalo porque me ayudarás a componerla.- Fue ahí cuando le puse atención. Entre más rápido terminara esto, más pronto me iría a casa, entonces me puse a pensar que si nosotros la escribiríamos tendría que ser algo parecido a nuestra historia, si no ¿cómo lo haríamos?

- ¿Qué tal si habla sobre una chica?- él sonrió y asintió, esperando a que yo continuara- que esa chica tiene miedo de perder al amor de su vida y cada minuto que pasa junto a él, lo aprovecha al máximo porque tal vez, sólo tal vez sea la ultima ocasión en la que lo vea.

Sí, eso era muy parecido a nuestra historia, no sabía si después de lo que acababa de encontrar en su cuarto lo quería volver a ver así que me había permitido sólo una noche a su lado, pero antes de tomar medidas drásticas tenía que investigar que era lo que había pasado. Necesitaba despejarme y escuchar a Niall, tal vez tenía excusas válidas.

- Muy bien, entonces de eso tratará.- Sonreímos los dos y empezamos a formar frases que podrían encajar la una con la otra en cada verso.

***

Cerré la puerta de mi cuarto y saqué la carta de una de las bolsas en mi chaqueta. La había robado de la casa de Niall pero pensaba que tenía el derecho de tenerla porque me pertenecía. Pasé los dedos por el papel doblado con delicadeza, no había prisas, justo ahora el paso del tiempo no me molestaba. Sólo la observaba, no era capaz de abrirla.

Quería que fuera mentira, que esa hoja de papel no fuera la carta que yo le había escrito con tanta ilusión hace años. Quería con todas mis fuerzas haberla confundido, tenía tan atrofiado el corazón, que casi podía sentir cómo la intensidad del brillo que apenas hace unas horas mis ojos habían recuperado se iba difuminando lentamente hasta dejarlos totalmente opacos. Un ligero temblor se apoderó de mis rodillas y antes de que pudiera pensar con claridad lo que hacía, le di vuelta.

Un sollozo escapó de mis labios y cubrí con una mano temblorosa mi boca. No, no la había confundido. Aún tenía su nombre con mi letra y la tinta un poco desgastada. Mi cabeza se empezó a inundar de recuerdos y las preguntas volvían a saturarme.

*Flashback*

Hoy era el día, el concierto empezaría en unas horas y yo ya estaba haciendo fila para entrar.
Estaba muy emocionada, bastante, no sólo iba a ver a los chicos, también le iba a entregar la carta que había escrito para él y esperaba con todas mis ganas que de verdad funcionara.
Saqué de nuevo el papel y lo abracé contra mi pecho, volteé al cielo una vez más y sonreí.

- ¿Qué es eso?- mi hermana estaba parada al lado de mí sólo contemplándome.

- Una carta.

- ¿Es para ellos?

- Si- sonreí y ella hizo una mueca rara.

De pronto una persona de seguridad abrió la pequeña puerta de fierro y nos empezaron a pasar por filas, ahora sí ya no podía, mi corazón estaba muy acelerado y sentía que en cualquier momento iba a estallar, no podía creerlo, tanto tiempo había estado soñando con eso y justo ahora no parecía verdad. Tomé la mano de mi hermana y entre empujones logramos llegar hasta el escenario, todo era perfecto. Este día era perfecto.

Impredecible. (Niall Horan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora