La hermandad es un lazo que jamás se puede romper o al menos eso era lo que pensaban el rey Vegeta y su hermano Bardock, cuando el primero tomó el trono, su relación cambio y para mal.
¿Serías capaz de asesinar a tu hermano para tomar el trono y en...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Había pasado una hora aproximadamente, durante el camino se encontraron a varios monstruos, Bulma ignorando el feo lugar, una competencia era una competencia y no se dejaría ganar por Vegeta, tenía un orgullo saiyajin, no igual que el de el, pero lo tenía.
La hermosa niña llevaba 20 monstruos muertos y el príncipe 18, se había frustrado un poco porque su amiga le iba ganando, ambos ya estaban empapados de aquella cosa viscosa negra, tal parece que eso era sangre de las criaturas, se estaban divirtiendo demasiado, esas criaturas tenían la apariencia de gusanos gigantes de color verde.
—Acepta que te gané Vegeta, llevó más monstruos que tú—le dijo Bulma con soberbia
—Hmp, jamás, aún nos falta recorrer más de este lugar, no cantes victoria, niña.
Bulma ya estaba fastidiada de que no le dijera por su nombre, pero como ya sentía el sabor de la victoria y estaba feliz lo dejo pasar.
—No creo que sea buena idea, llevamos mucho tiempo aquí, no sé si sea por el lugar, pero ya se está oscureciendo y la neblina está aumentando—dijo con algo de temor y mirando hacía todos lados
—No nos pasará nada, mientras yo esté aquí, estarás segura—Bulma sonrió y le dió un beso en la mejilla a su amigo
Hasta que escucharon una especie de grito rugido, se encontraban cerca de un mar ácido, el cuál Bardock le había mencionado a Vegeta, ambos voltearon y se encontraron a una especie de pulpo mutante, tenía muchos ojos grandes y su piel era viscosa, sin poderlo evitar ambos se asustaron y comenzaron a volar lo más lejos posible de la criatura. Cuando Bulma siente que algo la toma del tobillo con fuerza y la jala hacia la dirección contraria hacía donde volaban.
—¡Ah! ¡Vegeta, ayúdame!—grito despavorida la pequeña
El príncipe se detuvo ante el llamado de ayuda de Bulma. Quién por la fuerza ejercida se cayó al suelo, dándose un golpe bastante doloroso que le dejo paralizada por unos segundos, el monstruo la estaba arrastrando hacía ese mar de ácido. Vegeta actuó de inmediato e hizo una bola de ki, lanzandola hacía el tentáculo, rompiendolo al instante, dejando a Bulma libre.
El voló hacia ella y la tomó en brazos, ya que aún seguía aturdida por el golpe para ahora sí huir de allí, pero otro de los tentáculos los tomó a ambos y ahora los apretaba con furia y los sacudía de un lado a otro, Vegeta sentía que se quedaba sin fuerzas, intento liberarse, pero tarde se dió cuenta de que ese animal, absorbía la energía de sus presas para dejarlas debilitadas y después comérselas, ambos niños se vieron a los ojos por unos instantes, Vegeta con su mirada le pedía perdón por haberla puesto en peligro, pero Bulma le regaló una tierna sonrisa para no hacerlo sentir culpable, para después ambos cerrar sus ojos y aceptar su cruel destino.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Aclaró que en esta historia, Vegeta no le tiene miedo a los gusanos.
