La hermandad es un lazo que jamás se puede romper o al menos eso era lo que pensaban el rey Vegeta y su hermano Bardock, cuando el primero tomó el trono, su relación cambio y para mal.
¿Serías capaz de asesinar a tu hermano para tomar el trono y en...
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Las boca y manos expertas del saiyajin se paseaban por todo el cuerpo de la fémina, estaban acostados en la orilla del manantial y aunque el agua cubría un poco sus cuerpos, eso no es incomodaba en lo absoluto, ambos estaban sumergidos en su pasional entrega.
Sintió besos por su vientre, hasta que sus besos bajaron más hasta su monte, ella cerró sus piernas.
—¿Qué vas a hacer, Vegeta?—le pregunto nerviosa y se incorporó un poco
No creo que vaya a hacer lo que estoy pensando.
—Probar ese delicioso néctar que brota de tu interior, saboreare cada parte de ti y si te soy sincero me gustaría más esta parte.
A Bulma no le dió tiempo de reprochar ya que sintió la lengua del saiyajin pasearse por sus pliegues hinchados y húmedos. Lanzó un fuerte gemido y se volvió a acostar y arqueó su espalda, por impulso dirigió sus manos hacía la cabellera negra del saiyajin para acercar más su cabeza hacia esa zona.
Estaba muy apenada en que Vegeta la viera de esa manera, pero también sumamente excitada.
Soltó un gemido más alto al sentir dos dedos introducirse en su interior y tocar su punto de placer, mientras sentía la boca del saiyajin devorar sus pezones hasta dejarlos rojos. Arqueó nuevamente su espalda al sentir un orgasmo golpear su cuerpo.
—¡Vegeta!
El se trago cada gota de la escencia de la hermosa chica, se incorporó quedando encima de ella, quedó fascinado con su sabor, sentía como su cuerpo temblaba debajo de el, admiraba su rostro rojo, ojos entreabiertos, sus pechos se movían al compás de su respiración agitada. Dirigió su boca hacia su cuello y lo beso.
—¿Rico?—ella asintió apenada—Tendrás mucho más de estos, sólo déjate llevar.
La beso de manera tierna para distraerla, al tiempo que tomaba su dura erección moría por entrar en ella, acercó la punta a su entrada y comenzó a moverlo de arriba a abajo, mojando su cabeza de los fluidos y haciendo que el roce fuera rico para ambos, ya que gemian en la misma sintonía. Metió la punta y después un poco más hasta llegar a un poco más de mitad, sacandole un gruñido en el proceso.
Sintió el cuerpo de Bulma tensarse y como ella gimió con dolor y placer, sus piernas se alzaron un poco al sentir como ese gran pedazo de carne entraba en su vagina, le dolía, pero por ser una saiyajin y agregándole a qué estaba demasiado excitada y mojada, también sintió placer, pero por obvias razones la primera sensación fue más intensa.
—¡Ouch Vegeta!
El se detuvo de golpe para mirar afligido a la chica y ella para calmarlo sólo le sonrió.
—Lo siento, yo...—Bulma se incorporó un poco y lo beso
—Estoy bien solo hazlo más despacio, necesito adaptarme a ti.
El sonrió y ahora el la beso de una manera más hambrienta, mientras había comenzado a moverse lentamente, la escuchó gemir levemente y ahí aprovecho para meter su lengua en su boca ahogando los gemidos de la fémina en sus labios.
—Me aprietas tan rico, mujer.
—Ah Vegeta, me partirás en dos si sigues así—escuchó la risa del saiyajin
—Esa es mi intención.
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