Los amantes habían terminado su encuentro, ambos por ser saiyajines eran insaciables, estuvieron así toda la tarde, entregándose una y otra vez. Terminaron acostados en el suave y frondoso césped. Bulma estaba recostada en su pecho, casi quedándose dormida y Vegeta por su lado la tenía abrazada por la cintura, cómo si en algún momento ella se le fuera a escapar. Absolutamente nada cubría sus cuerpos.
—¿Fui muy brusco contigo?
—No, fue perfecto, me encantó esto.
—¿Estarías dispuesta a repetirlo?—le pregunto Vegeta con picardía y bajo la cabeza para mirarla, Bulma sin embargo escondió su rostro en su pecho
—No lo sé, tal vez si...
—Puedo hacer que tú respuesta sea un si seguro.
Se colocó nuevamente encima de ella y comenzó a besarla, despertando ese fuego que los había consumido horas atrás.
—Mmm Vegeta espera, aquí se está oscureciendo y... Estoy algo agotada—dijo lo último algo apenada
El saiyajin le sonrió y la beso dulcemente para quitarse de encima de ella, para después ponerse de pie y comenzar a vestirse, bajo la mirada atenta de Bulma, veía los rasguños y chupetones alrededor de la espalda y cuello del hombre, si que se había excedido un poco, pero no le importo, definitivamente ella quería seguir siendo suya por toda la noche, pero su cuerpo estaba algo adolorido y agotado, al principio el fue tierno con Bulma, pero momentos después saco su instinto animal, dibujando marcas en el esbelto cuerpo de la fémina, le había entregado su semilla una y otra vez.
Ella estaba más que encantada con esa versión de Vegeta, aunque ella tampoco se había quedado atrás, los saiyajines solían ser bruscos en la intimidad y ellos no fueron la excepción.
—Si es así, vayamos a mi casa, quiero presentarte a dos personas.
—Claro, sólo necesito limpiarme un poco, tus fluidos y los míos están bajando por mis piernas.
Vegeta la miro y era cierto, su semilla aún salía de la vagina de su ahora mujer y se escurría por sus blancas piernas, debía aceptar que jamás se había venido tanto, pero por el simple hecho de ser Bulma, lo hizo venirse tan rico.
—Mmm que rico, estás provocando que te haga mía de nuevo y aunque tú me lo pidas, no pienso parar por nada del mundo, estar dentro de ti es delicioso.
Bulma notó que se acercaba a ella y se puso de pie para irse metiendo lentamente al agua.
—Oh basta, podemos seguir con eso después, ahora no, saiyajin insaciable.
Escuchó la carcajada de Vegeta y sus mejillas se pusieron aún más rojas para después comenzar a darse un leve chapuzón.
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Reino Caído. || V.B ||
RomanceLa hermandad es un lazo que jamás se puede romper o al menos eso era lo que pensaban el rey Vegeta y su hermano Bardock, cuando el primero tomó el trono, su relación cambio y para mal. ¿Serías capaz de asesinar a tu hermano para tomar el trono y en...