Tenía a Bulma saltando sobre su miembro de manera desenfrenada, extasiado observaba cómo su dura y enorme erección entraba y salía de esos pliegues hinchados y húmedos. Bajo sus manos hacía los glúteos de la fémina para apretarlos y después dejar marcadas sus manos en un fuerte azote que provocó que Bulma gritará su nombre y aumentará el vaivén.
—¡Me encantas Vegeta, sigue!
El dirigió su boca hacía su cuello, el cuál empezó a besar y chupar, la tentación por marcarla era enorme, igual que hace horas, pero se había contenido, aún no había hablado con Bulma y no sabía que era lo que ella quería de el, si sexo o formalizar, pero ahora que tenía su consentimiento para marcarla y que fuera su compañera, no lo pensó dos veces y hundió sus colmillos en su blanquecino cuello.
A ella lejos de dolerle, el placer aumentó, puso sus ojos en blanco y arqueó su espalda, su vagina goteaba cada vez peor, el pene salía y entraba con suma facilidad de su interior. Vegeta probaba encantado la sangre que brotaba de su compañera, pero aún faltaba que ella lo marcará.
—Bulma, muerdeme así el vínculo se cerrará—le pidió entre jadeos
La hermosa peliazul se inclino un poco e hizo lo mismo, Vegeta sentía que derramaría toda la semilla que quedaba en el dentro de ella, sus mentes, emociones, almas y pensamientos se habían conectado, volviéndose uno sólo. El orgasmo los golpeó a ambos, Bulma cerró fuertemente sus ojos y los abrió al sentir sus lágrimas bajar por sus mejillas rojas, estaba siendo sumamente intenso, que ambos no podían controlar sus emociones.
—¡Oh Vegeta te amo!
—¡Bulma!
Basto con un empuje más para disparar nuevamente su semilla dentro de ella, al tiempo que la mordía más fuerte en el cuello, pero el no desperdiciaba ninguna gota de sangre la de fémina, incluso se derramó un poco hacía sus senos, pero no le importó, lo bebió todo. Bulma daba lengüetazos al bronceado cuello de su amado, para después dar leves besitos y abrazarlo con fuerza.
Se sentía abrumada, la inquietud, la culpa y el miedo que le transmitía su amado, era tan fuerte que estaba segura que se echaría a llorar en cualquier momento. Estaba completamente agotada tanto físicamente como mentalmente, no quería soltar a Vegeta en ningún momento, todo el dolor que se encontraba dentro de el, le hizo entender el porque el saiyajin era frío, pero a su mente también llegó el miedo que sintió cuando Bardock intento abusar de ella, trato de no mostrarse tan vulnerable, no quería que fuera la forma en la que Vegeta se enterará de eso.
El príncipe sintió unas gotas caer por su hombro, así que tomó a su mujer de la cintura y la aparto un poco de el, tan sólo quería ver su rostro, sintió miedo y preocupación.
—Bulma, ¿Por qué lloras? ¿Te lastimé acaso?
El no se encontraba tan abrumado como ella, la hermosa saiyajin le transmitió soledad, pero sobre todo miedo, sintió que en cierto punto de su vida estuvo en peligro, pero quería preguntarle el mismo el porque.
"Estoy seguro que el maldito bastardo de mi tío, tuvo algo que ver."
Ella cerró sus ojos, mientras las lágrimas no paraban de salir, nego con su cabeza repetidas veces.
—Tengo mucho miedo, Vegeta, tan sólo por favor, no vuelvas a dejarme sola nunca más.
Lo abrazó con fuerza, lastimando un poco al saiyajin, sabía que no la había lastimado, bueno, al menos no el, el tan obstinado que era no se quedaría con la información a medias. Sentía su miedo y su dolor.
—¿A qué le temes, mujer?
—A tu tío y a Freezer.
—¿Qué fue lo que te hicieron?—su voz cada vez más iba cambiando con cada palabra a una de furia
—Intento abusar de mi y ese estúpido lagarto mató a mi padre.
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Reino Caído. || V.B ||
RomanceLa hermandad es un lazo que jamás se puede romper o al menos eso era lo que pensaban el rey Vegeta y su hermano Bardock, cuando el primero tomó el trono, su relación cambio y para mal. ¿Serías capaz de asesinar a tu hermano para tomar el trono y en...