XI

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Capítulo 11: Figura paterna.

¿Alguna vez has sentido que el mundo se detenía durante unos segundos? Y en ese medio segundo la realidad te golpea brutalmente, tomándote completamente desprevenido. Sientes que la felicidad se te escapa del cuerpo y que el corazón se te rompe en mil pedacitos, como fragmentos de cristal que te atraviesan el alma entera.

Luego llega la parte en la que te sientes como un idiota por permitirte cosas momentáneas. La parte en la que te das cuenta de que nada de eso fue real en ningún momento. Te das cuenta de que tú mismo lo creaste en tu mente en un intento fallido de sentir sólo un poco de sentimiento recíproco. Entonces miras hacia otro lado y te das cuenta de que la vida no es un cuento de hadas, no es ese cliché y entonces lloras.

Lloras porque pensabas que alguien podía regalarte un cliché. Lloras porque la realidad te ha golpeado con fuerza. Lloras porque te has dado cuenta de que los cuentos de hadas no existen. Lloras porque te has dejado engañar una vez más. Lloras porque el mundo se ha parado y lo has perdido.

Las lágrimas corren por mis mejillas y me las he secado tantas veces que tengo la manga de la camisa empapada. Intento dejar de llorar, pero es en vano.

Estoy ahí de pie, mirando los mensajes, torturándome.

Fui tan estúpido al pensar que esta vez tendría suerte en una relación. Vamos, estamos hablando de mí; Harry Styles. Ya debería haber aceptado que todo esto del amor no es para mí.

Pero con Louis todo parecía tan correcto, mutuo y verdadero.

Tuvo algo que ver con cómo encajamos desde el principio. Cómo reaccionaban mi cuerpo y mi alma cuando él estaba cerca. Tenía algo que ver con la forma en que sonreía y me sonrojaba como un adolescente cuando coqueteaba conmigo y ahora todo son solo momentos.

Es patético cómo pueden cambiar las cosas en segundos. Hasta hace un rato era feliz, incluso pensaba en confesarle a Louis lo que sentía por él y entonces podríamos pasar todo el día en la cama, hablando de cosas triviales e intercambiando besos. Podríamos concertar otra cita, y otra, y otra.

Pero ahora nada de eso tiene sentido. Se ha vuelto tan distante. Incluso parece como si fuéramos dos fantasmas nadando en un vaso casi vacío.

"¿Podemos vernos mañana por la noche?" "Te echo de menos a ti y a tus besos".

¿Louis ha quedado conmigo y a la noche siguiente con ella? ¿Juega a los mismos coqueteos o se renueva con ella?

Obligo a mi mente a dejar de pensar en ello, me limpio las lágrimas y empiezo a buscar mi ropa. Necesito salir de aquí cuanto antes.

En cuanto encuentro mi camisa, me la pongo. Los pantalones. Necesito encontrar mis pantalones.

-- Siento el retraso, amour. Soy terrible cocinando, pero hice lo que pude porque es nuestro primer desayuno juntos.

Louis está de pie en la puerta, sosteniendo una bandeja con fruta, tostadas, huevos revueltos y zumo de naranja. La sonrisa que mantenía en la cara desaparece cuando me ve poniéndome la ropa.

-- ¿Ya te vas? - pregunta sorprendido.

-- Sí. - respondo con dureza, intentando no mirarle a los ojos.

-- Creía que íbamos a desayunar juntos.

Tenis. Sólo faltan las tenis.

-- ¿Pasó algo para que te vayas ahora? ¿Ciel está bien? - Continúa con sus preguntas.

Lo ignoro y sigo buscando las tenis.

-- ¿Dónde están esas putas tenis? - exclamo.

-- Toma - me giro hacia Louis y tomo las tenia de su mano, colocándomelas en los pies. -- ¿Quieres que te lleve? No es molestia...

like it's a game - larry (traducción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora