XVI

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Capítulo 16: Perdidamente enamorado.


Nuestra tradición de sábado por la noche funciona así; hacemos nuestra propia pizza de queso y vemos películas de comedia romántica. Es una tradición sencilla, pero que Ciel y yo seguimos fielmente. Y lo mejor es que esta vez Louis se une. Es como una pequeña familia.

La pizza está lista. Hicimos un desastre, había harina por todas partes. En el pelo de Ciel, en las mejillas de Louis. En mi nariz. Pero lo que realmente importa es lo bien que lo pasamos haciéndola.

-- Dios mío, eres terrible en la cocina. - Digo riendo, limpiándome la harina de la cara y mirando los destrozos de mi cocina.

-- Te lo dije. - Louis se ríe, sacudiéndose el pelo cubierto de harina.

-- No ha habido explosiones. Qué bien. - Ciel celebra mientras saco la pizza del horno y la dejo sobre la encimera.

-- Y la pizza está buenísima. - Louis también celebra. -- Ves, todo salió bien.

-- Vamos a probarla. - Tomo el cuchillo y corto dos trozos, dándole uno a Ciel que le da un generoso mordisco. Le doy el otro trozo a Louis y corto uno para mí.

-- Está buenísima. - exclama Ciel entusiasmado.

-- Es la mejor pizza - añade Louis. Se vuelve hacia mí y me pasa la punta del dedo por la comisura de los labios. -- Aquí te ensuciaste, yo te limpio - Y entonces, cuando menos me lo espero, me roba un beso. -- Ya está.

Sonrío tímidamente, Louis me guiña un ojo y me lanza un beso.

La película elegida fue: "Cómo perder a un hombre en 10 días", una comedia romántica clásica. Ya era tarde cuando Ciel se queda dormido en el regazo de Louis y él lo lleva a su habitación.

Mila me llama, así que tomo el teléfono y hablamos de varios temas hasta que llegamos al punto principal de la noche.

-- Louis es un chico guapo, carismático y muy sexy -susurro, mordiéndome con fuerza el labio inferior. Debe de ser el vino. -- Le he echado de menos. Todos los días. Para ser sincero... solo puedo confesarte que me gusta que esté aquí.

"¿Y se lo vas a decir?" pregunta Mila.

-- Creo que sólo después de dos botellas de vino. - Respondo con una carcajada, pero me congelo en cuanto oigo una risita detrás de mí.

Y claro, Louis estaría detrás de mí. Escuchándolo todo. Todo. Nada que no haya pasado antes. Parpadeo un par de veces, sin saber qué hacer, estático.

Louis se acerca a mí y me quita el teléfono de la mano.

-- Buenas noches, Mila. - Dice con una sonrisita de suficiencia y cuelga. -- ¿Así que soy un chico guapo, carismático y muy sexy? No quiero presumir, pero creo que ya he oído eso antes. ¿Estás obsesionado conmigo, Styles?

Louis me lanza una mirada penetrante y una sonrisa de lado, no muy convencido.

-- ¿No deberías estar durmiendo? - refunfuño, viendo cómo crece su sonrisa. Se agacha hasta mi altura y susurra:

-- ¿En tu cama contigo? Sí. - Louis aprieta el labio inferior entre los dientes y yo sigo su mirada. Qué cabrón.

-- Deja de hacer eso. - Le ruego en voz baja.

-- ¿Que deje de hacer qué? - pregunta inocentemente.

-- Deja de decir cosas que hacen que quiera besarte todo el rato. - respondo, acercándome a Louis a punto de acabar con la distancia que nos separa, pero él se aparta con una sonrisa burlona.

-- ¿Cómo han sido tus noches? - pregunta sentándose a mi lado y tomando su copa de vino.

-- Echándote de menos. Pensando en ti. Deseándote. - Le contesto, dando un sorbo a mi vino. -- Lo de siempre.

Suspira, mirándome.

-- ¿Has aprovechado ese tiempo para pensar en nosotros? - pregunta Louis, ansioso por la respuesta.

-- Sí. - Contesto en un susurro.

-- ¿Y?

Siento que necesito contarle a Louis este sentimiento que me embarga por completo, suspiro y confieso en voz baja:

-- Y entonces me di cuenta de que no puedo estar sin ti. No puedo estar sin escuchar tu voz, sin tenerte a mi lado. Porque incluso cuando estoy disgustado o confuso contigo, sigo queriéndote, así que supongo que así es como sé lo que es el amor. A la mayoría de la gente le daría la espalda y me marcharía, pero yo siempre vuelvo a ti o te espero. Así que sí, estoy locamente enamorado de ti.

-- Harry, yo... - Louis empieza, pero le pongo el dedo índice delante de los labios, pidiéndole silencio.

-- Déjame continuar, por favor - pido en voz baja. -- Solo tardé unos segundos y ya estaba enamorado. Tu sonrisa torcida, los besos que dejas en mi espalda, la forma en que me acercas en mitad de la noche, la manera en que me miras cuando hacemos el amor... esas son las razones por las que estoy tan enamorado de ti. Y es contigo con quien quiero despertar y dormir cada noche y cada mañana. El único con el que me imagino pasando el resto de mi vida. Eres tú y sólo tú, mi jugador.

Confieso, mirando a Louis a los ojos. Sus ojos brillan, algunas lágrimas descansan allí. Nuestros corazones laten sincronizados. Secretos compartidos a medianoche y besos robados. Hay algo entre nosotros y es lo más bonito que he sentido nunca.

La noche parece estar de nuestro lado. Es una noche clara. Tan brillante. Brillante como las estrellas en el cielo oscuro y helado de fuera. Una fiesta de constelaciones. Una fiesta privada que sólo podemos observar desde lejos.

La respuesta de Louis llega con un beso apasionado. Pega nuestros labios con fervor. Una mezcla de sensaciones y sabores. Vino y pasión. Nos besamos como si fuera lo último que hiciéramos.

Los labios de Louis se deslizan tan perfectamente sobre los míos. Es como si estuvieran hechos el uno para el otro. Es tan placentero que Louis se ocupe de mí que gimo descaradamente en su boca. Me agarra el pelo con fuerza.

Louis es un atardecer de sandía. Sencillez y colores vibrantes. Cautivador y brillante. Pero al mismo tiempo es París, expresa de martinis y cigarrillos. Opio negro y hechizo venenoso, cielos pálidos de medianoche y hedonismo. Sonota y poder a la luz de la luna. Encantador y divino. Un océano de oro líquido.

Y eso es lo que hace que me enamore aún más de él.

-- Eres la única persona que me importa - susurra Louis contra mi boca. -- Siempre te he esperado y lo digo en serio. Te lo prometí. Supe que serías especial desde el momento en que te vi y por eso estoy perdidamente enamorado de ti.

Escuchar eso es como estar en el cielo.

-- Te he echado de menos. - susurro, sonriendo enamorado

-- He echado de menos tus pechos. - Louis susurra de vuelta y yo empiezo a reír.

-- ¿No puedes ser un poco romántico? - Hago un mohín.

-- Vale, lo intentaré - finge pensar, burlándose. -- No hay nada mejor que tenerte entre mis brazos. Tal vez terminar esta noche besando todo tu cuerpo, pero eso no es nada romántico.

-- Eso es muy romántico - digo, dejando un beso bajo sus labios rojos. -- ¿Podemos terminar la noche así?

-- Lo que quieras, princesa - dice Louis, sonriendo. -- ¿Puedo tenerte para siempre?

-- Sí. Soy tuyo. Mi corazón es tuyo. Por favor, no me devuelvas. - Le ruego y él sonríe.

-- Nunca. - me asegura, besándome y subiendo al dormitorio.

like it's a game - larry (traducción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora