like it's a game - larry (traducción)

XII

Capítulo 12: "¡Ciel, operación cupido!"

Entrevista exclusiva a Harry Styles, uno de los diseñadores de moda más importantes de París, para la revista francesa L'Officiel.

"Harry, este mes has vuelto a ser portada de famosas revistas y páginas web, pero esta vez ha sido por el enorme éxito que ha tenido tu desfile en la Semana de la Moda de París. ¿Cómo te sientes?"

"Si pudiera resumirlo en una sola palabra, diría que es: orgulloso. Orgulloso del increíble trabajo que hicimos mi equipo y yo. Orgulloso del apoyo de todos y orgulloso de dónde estoy hoy".

"Por supuesto además de que todo internet está hablando de tus increíbles modelos, otro detalle más nos llamó la atención. Para ser más exactos; la participación de alguien inesperado. Louis Tomlinson. ¿Cómo fue eso? ¿Qué pasó para que Tomlinson, uno de los mejores futbolistas de nuestro tiempo, desfilara en tu pasarela?".

"La verdad es que a todos nos tomó por sorpresa lo que pasó. Uno de mis mejores modelos no pudo desfilar y esa noche Louis Tomlinson estaba entre bastidores, así que me dirigí a él y le dije: 'Vas a sustituir al otro modelo'.

"¿Y cómo reaccionó?"

"Al principio dijo: 'No va a funcionar. Nunca lo he hecho'. Pero le necesitaba, así que le presioné un poco más. Le dije que era más fácil que jugar al fútbol y entonces aceptó y al final todo salió bien".

"Eres un hombre muy afortunado, Styles. Pero lo que creo que todos queremos saber de verdad es si pasa algo entre ustedes o si sólo es una buena amistad."

"No pasa nada entre Louis Tomlinson y yo. Sólo somos... conocidos".

𓈈

-- "Sólo somos conocidos" ¿es en serio? ¿Conocidos? - Repito lo que acabo de leer en voz alta, indignado.

-- Esperaba que dijera otra cosa, pero lo de "conocidos" me ha tomado por sorpresa. - Zayn comenta.

-- ¿Podría haber dicho, no sé, que sólo somos amigos? - cuestiono en voz baja, un poco cabizbajo.

Ha pasado tiempo desde la última vez que Harry y yo nos vimos, cinco días para ser exactos.

Cinco días sin oír su risa, sin dormir al teléfono con él, sin oír su voz, sin verle sonrojarse por un simple cumplido. Cinco días sin él. Le echo de menos.

He estado confundido, desde que Harry se fue de mi casa, dejándome con la bandeja del desayuno en la mano y esperándolo para nuestro café en la cama, mi mente ha estado corriendo en busca de respuestas de por qué se fue así, por qué sus ojos estaban tan perdidos y heridos. Me he estado preguntando si hice algo mal.

No tenía ni idea de que estuviera tan implicado con él hasta que me di cuenta de que nunca me había sentido así con nadie. Es una sensación nueva y tan buena, pero diferente al mismo tiempo.

Cuando estoy con Harry es como si no necesitara nada más, me siento completo. Es algo así como la sensación de estar en casa.

Pero cuando estoy sin él me siento como un barco a la deriva, sin rumbo, perdido. Esperando que alguien te muestre el camino de vuelta a casa.

-- Lo quiero de vuelta para mí. - Susurro más para mí mismo que para Zayn, que está a mi lado intentando consolarme -se le da fatal, pero lo intenta.

-- Voy a traerte a este hombre de vuelta, espera. - Zayn hace que suene serio, pero está bromeando para intentar levantarme el ánimo y funciona porque suelto una sonora carcajada.

-- Íbamos a desayunar juntos y en la cama. - Lloriqueo, apoyándome en el hombro de Zayn y él me da unas palmaditas en la espalda, intentando consolarme.

-- Una fiesta te levantará el ánimo, ¿qué te parece? - propone Zayn, sonriendo, y yo niego de inmediato.

-- No estoy de humor. Cambiaría una noche de discoteca por acurrucarme con Harry o ver una película cliché con Ciel. - Confieso en voz baja, sintiendo que me duele el corazón.

-- Un hombre enamorado es un peligro - oigo murmurar a Zayn. -- Perderé una pareja de baile, pero al menos ganaré un hombre de familia.

-- ¿Crees que estaría bien siendo un padre de familia? - pregunto riendo, pero interesado en la respuesta.

-- Quizá si te dejas barba parecerás un padre dejando a su hijo en el colegio. - Zayn responde con sinceridad.

-- Tienes razón. ¿Harry pensará que soy guapo con barba? - le pregunto.

-- Aprovecha para preguntarle ya que viene para acá - Zayn señala la entrada del centro de entrenamiento y veo a Harry entrando de la mano con Ciel. -- Me voy. Buena suerte.

El corazón me late deprisa, parece que hace meses que no veo a Harry.

Ciel viene corriendo hacia mí y se lanza a mis brazos. Lo sostengo, abrazándolo con fuerza.

-- ¡Lou, te he echado de menos! - exclama sin dejar de abrazarme.

-- Yo también te he echado de menos, petit Ciel. - Le dejo un beso en la mejilla. -- ¿Listo para empezar el entrenamiento? Hay una liga el mes que viene y sería genial que participaras.

-- Quiero participar para marcar muchos goles y dedicártelos a ti y a mamá. - Dice emocionado y yo sonrío.

-- Eso es muy dulce, mon petit garçon. (mi pequeño)

Harry se acerca y ni siquiera me mira ni sonríe.

-- Hola - le digo en voz baja.

-- Hola - responde simplemente. -- ¿Dónde esperan los padres durante el entrenamiento?

-- En ese puesto. - le indico.

-- Gracias. Hasta pronto, amor. - Le dice a Ciel, dándole un beso en la mejilla y alejándose.

Me trago el nudo que se me forma en la garganta.

-- Mamá ha estado un poco triste estos últimos días, me ha dicho que no me preocupe que son problemas de mayores. Quizá tú puedas ayudar, ¿eh? - pregunta Ciel, guiñando sus ojitos.

-- Haré todo lo posible por ayudarle.
- Le aseguro, acariciándole la mejilla y él sonríe.

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El entrenamiento ha empezado hace unos minutos y les juro que no hay nada más increíble que ver las sonrisas de emoción de los niños cuando marcan un gol. Participar en este proyecto con Zayn ha sido mi mejor elección.

-- Lou, me he olvidado las botas de fútbol con mamá, ¿puedes traérmelas, por favor? - pregunta Ciel, juntando sus manitas.

-- Claro que puedo. ¿Dónde está tu mamá? - le pregunto.

-- En el vestuario. - Responde con una sonrisa.

-- Está bien, ahora vuelvo.

Le pido a Zayn que cuide a los niños y me dirijo al vestuario. Abro la puerta y no veo a nadie, así que decido llamar.

-- ¿Harry? Ciel me pide que coja sus botas de fútbol. - Sale y me mira con expresión confusa.

-- Que raro que me haya preguntado lo mismo. - Dice Harry con la mano en la cadera, intentando atar cabos.

-- ¿Qué quieres decir? Dijo que las botas estaban contigo. - Es mi turno de fruncir el ceño sin entender nada.

-- Me dijo que las botas estaban contigo y que fuera al vestuario por ellas. - Harry devuelve la respuesta y antes de que pudiéramos entender lo que realmente estaba pasando, la puerta del vestuario se cierra.

-- ¡Oops! Creo que la puerta se ha cerrado accidentalmente. - Oímos la voz de Ciel al otro lado de la puerta y nos miramos, por fin nos damos cuenta.

-- Lástima que tengan que quedarse ahí un rato, pero disfruten poniéndose al día. Voy a buscar la llave. Hasta luego.