like it's a game - larry (traducción)

XV

Capítulo 15: Sábados y confesiones.

El día es tranquilo. Muy tranquilo. Incluso parece estar preparándose para el huracán que está a punto de llegar.

Estoy terminando de contestar algunos correos cuando suena el timbre de la puerta. Me pregunto quién será, no recuerdo haber esperado visitas. Salgo de mi despacho y me dirijo a la puerta principal, abriéndola para encontrarme -aunque parezca mentira- a Louis y Ciel juntos.

Están uno al lado del otro y tienen una sonrisa torcida en la cara. Los estudio un momento y no tardo en saber que han hecho algo.

-- ¡Hola, preciosa mamá! - exclama Ciel, abrazándome. -- Hoy estás preciosa. Y tu pelo también. Me quieres, ¿verdad?

Me quedo callado mientras Ciel parpadea inocentemente con sus ojitos.

-- ¿Qué has hecho? - pregunto de inmediato, mirando a Louis que desvía la mirada. -- O mejor dicho, ¿qué han hecho ustedes dos? - pregunto.

-- Oh, mamá, no es como si Louis y yo hubiéramos hecho algo. - Ciel se encoge de hombros, entrando en casa.

-- ¡Somos ángeles! - Louis me dedica una extraña sonrisa y sigue a Ciel.

Cierro la puerta y me cruzo de brazos, observando cómo se susurran.

-- Los conozco muy bien y sé que están tramando algo - digo con seriedad, entrecerrando los ojos. -- Espera un momento, ¿no se supone que deberías estar en la escuela, Ciel? - digo seriamente, entrecerrando los ojos. ¿Y qué es ese vendaje en la frente?

Me agacho hasta su altura y siento que la desesperación me invade al ver a mi hijito herido.

-- Podemos explicártelo. - se apresura a decir Louis.

-- Más vale que tengas una buena explicación. - Me pongo en pie con una expresión no muy buena en la cara.

Louis piensa, frunciendo los labios. Ciel evita a toda costa el contacto visual conmigo. Tomlinson se queda en silencio durante un buen rato antes de respirar hondo y empezar a hablar:

-- Espera a que termine de explicarte y entonces te preocupas - empieza, y yo pongo los ojos en blanco. -- Ciel se peleó en el colegio y entonces, temeroso de tu reacción, me llamó. Fui y, cuando llegué, tuve que fingir que era su padre. Fue una locura, ¿verdad? Pero tranquilo, al final todo salió bien. Ciel sólo tuvo una suspensión de siete días.

Louis explica demasiado rápido y cuando termina, mi cabeza da vueltas sin parar. Mi única reacción es de asombro, con la mandíbula floja y los ojos muy abiertos. Es mucho que procesar. Ciel se ha peleado. Louis se hizo pasar por su padre. Y encima de eso, una suspensión de siete días. ¿Qué carajo?

¿Y por qué Ciel llamó a Louis y no a mí? Soy su madre. ¿Tiene miedo de mi reacción? La única reacción que tendría sería preocupación. Llamó a Louis, que, encima, se hizo pasar por su padre.

-- Terminamos el día con un batido y un consejo cariñoso, así que todo está bien, mamá - dice Ciel, sonriendo y moviendo los dedos. -- Todo está bien. De verdad. Tenías que ver al otro tipo.

Se ríe, pero se detiene en cuanto lo miro con dureza.

-- No tiene gracia, Ciel - le regaño con seriedad y él agacha la cabeza, con un pequeño mohín formándose en sus labios. -- Yo no te di esa educación. No te enseñé a luchar, y mucho menos a responder a la violencia con violencia. Siempre te enseñé a ser amable con la gente.

-- Lo siento, mamá. - Dice en voz baja, sus ojos empiezan a humedecerse.

-- Al menos escucha las razones que tenía para ello, Harry. No seas tan duro con él. - Louis interfiere. Me hierve la sangre.