UNA HERMOSA CASUALIDAD - ARCO 2

4 años después - parte 2

Por otro lado en Ostanian, una Anya de 21 años vivía en un apartamento junto a su mejor amiga, Becky y su novio Emile, ellos tres accedieron a vivir juntos cerca del campus de la universidad, el apartamento era grande pero solo tenía tres habitaciones, por ese motivo en el apartamento del frente vivía Ewen, amigo de Emile, el dinero no era problema pero el espacio si, por eso se dividieron de esa manera, aunque de vez en cuando Emile se quedaba con Ewen para que este no se sitiera solo.

- Becky: ¿Qué haremos esta noche?

- Anya: Sabes que tengo que trabajar en la tarde

exclamo sin mucho interés la pelirosa que estaba leyendo una revista mientras estaba acostada en el sofá de la sala

- Becky: Sabes que no tienes que hacerlo, yo tengo dinero, no necesitas trabajar (Dijo haciendo un puchero)

- Anya: Sabes bien lo que opino de eso (respondió mientras le daba una suave sonrisa)

- Becky: Amiga, necesitas despejarte, hablo en serio, fuera de trabajar y estudiar no haces más nada.

Becky tiene razón (respondió Emile mientras colocaba dos tazas de chocolate caliente en la mesa) y no lo digo porque la ame.

- Anya: Lo sé, pero tengo planes para el dinero que estoy ahorrando, es mi deseo hacerlo así

- Becky: (Suspiro) Está bien, pero debes prometerme que en una semana estarás libre, el viernes específicamente.

- Anya: ¿Qué tramas?

- Emile: Es mi cumpleaños, haremos una pequeña fiesta (respondió mientras sonreía)

- Anya: Lo siento, lo había olvidado, lo siento lo siento.

- Emile: JAJAJAJA tranquila, lo sabíamos, por eso te avisamos. ¿Entonceees, contamos contigo?

- Anya: No me lo perdería por nada (dijo levantándose y dándole un abrazo)

El vivir con ellos le había dado cierta calidez a su vida, era genial poder contar con personas maravillosas como ellos, aunque también tenía a sus padres, lo último que quería era preocuparlos, Anya era consiente que su estado de ánimo después de la partida de Damián decayó demasiado, no le apetecía hacer nada y nada le divertía, sus padres empezaban a preocuparse, por eso accedió a mudarse de casa.

- Anya: Ya me voy (Gritó antes de salir mientras abría la puerta)

- ***: Yo también (Respondió alguien frente a ella)

- Anya: Ewen, ¿estas listo?

- Ewen: Claro que sí.

Ellos no solo eran vecinos, también compartían el mismo trabajo de medio tiempo, en una cafetería que quedaba muy cerca del campus y por ende muy cerca de su hogar, ambos trabajaban de mesoneros, la dueña era la madre de un viejo conocido. Ambos la habían ayudado mucho desde la formación del negocio, prestándole apoyo y dándole ánimos, después que finalizaron el proyecto acabaron trabajando medio tiempo allí, cosa que les sentaba de maravilla puesto que la paga era fenomenal. 

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