Capítulo Diecisiete:Always On My Mind.

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-¿Puedes mover el brazo?-preguntó Dove a Albert quien estaba acostado en la cama de su casa.

-Puedo hacerlo-el hombre levantó ambos brazos.

-Revisaré tus reflejos-pasó la linterna por sus ojos asegurándose de que estuviera todo bien-, no puedo creerlo, una semana y ya estás como si nada.

-Voy a revisar tu corazón-Eddie se acercó a la cama del hombre para poner el fonendoscopio de su madre en el pecho de Albert.

-Ya ves, tengo mi propio cardiólogo personal, de esto es el cariño que hay en Alaska Lizzie.

La mujer sonrió mirando a Eddie y a Dove al mismo tiempo-. Tienes un asistente muy adorable.

-Nadie tiene este privilegio. Doctor Eddie-llamó al niño-, ¿Cómo se encuentra el paciente?

-Está bien, su corazón late rápido y normal debe comer dos caramelos hoy y mañana-recetó el niño fingiendo escribir en las recetas que daba su madre.

-Muchas gracias doctor voy a convencer a Lizzie que me los dé, después de todo están recetados por ti.

-Tienes que dárselos señorita Lizzie es mi paciente-se acercó a la mujer mirándola fijamente para sonreír adorable solo como el sabía.

-Lo reflexionaré, aunque sobre la mesa hay unos esperando por ti.

-¿Puedo comerlos mami?

-Sí, pero sólo dos aún no hemos almorzado.

El niño se fue de la habitación junto a Lizzie para dejar a su madre sola con Albert.

-¿Cómo va todo?

-Lizzie se ha logrado a adaptar al frío y también hemos podido ponernos al día después de tantos años.

-Una vez escuché que cuando el amor es incondicional sigues amando a esa persona incluso si la otra persona deja de hacerlo.

-Eso también corre para ti y Hero.

-Debo confesar que las cosas entre nosotros han cambiado mucho, él es un hombre distinto ahora y también las cosas no fueron como creí-explicó mirando sus manos-, me arrepiento de haberlo dejado solo durante ese tiempo.

-No cariño, no puedes arrepentirte de nada. Puedes revertir los errores incluso si tienes más de sesenta años.

Dove tomó la mano del hombre para sonreír-. Eres una persona maravillosa Albert y apuesto que serán muy felices tú y Lizzie.

-Ya lo somos cariño, ya lo somos.

...

Eddie corrió por el centro comercial buscando algo para regalar a sus padre ya que Albert y Lizzie le habían dado dinero a escondidas de Dove, al igual que los padres de esta.

El niño entró a una tienda donde vendían algunas decoraciones y decidió comprarlas, preparará una sorpresa para sus padres.

-¿Quieres algo mas cariño?-preguntó Dove mirando el lugar y negó, extendiendo unos billetes para su madre-, ¿de donde sacaste esto?

-Me lo dieron mis abuelos y también Albert y Lizzie.

-Es una ternura, los abuelos siempre les dan dinero a escondidas a sus nietos-comentó la chica detrás del mostrador recibiendo los billetes, Dove cargó algunas otras bolsas de ropa y regalos para Marcus.

Ambos pasaron por una joyería y la mirada de la chica se detuvo en un peculiar colgante detrás de la vitrina, era un infinito.

-¿Puedo ayudarla en algo?-preguntó el encargado.

The Other Face LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora