Capítulo Tres: Eddie y Cooper.

31 3 0
                                    

Dove caminaba acomodando su bufanda por los pasillos del hospital hoy comenzaban sus anheladas vacaciones y estaría fuera algunas semanas, pero se había comprometido a hacer rondas en el albergue.

—¿Irá a algún lugar paradisíaco, Doctora Dove?—preguntó la chica de recepción sonriendo abiertamente mientras firmaba la salida.

—Hay mucho que hacer aquí y nunca sabes cuándo pueden necesitar un doctor, ya sabes que en un hospital ninguna mano sobra. Pero intentaré quizá ir a visitar alguna playa, te traeré algo.

—Gracias doctora—le sonrió a la chica caminando a la salida.— ¡Que tenga buenas vacaciones!

Se despidió moviendo su mano con alegría. Antes de que Dove pudiera abrir la puerta fue detenida por Nils quien llevaba su bata encima del uniforme.

—¿Pensabas irte sin despedirte?

—Creí que iríamos al bar que nos propuso Seb esta noche.

—Claro que iremos, pero serán muchas horas sin usted, doctora Harper—la chica sonrió acercándose a su lado para darle un abrazo.

—Pasaré por ti esta noche, papá saldrá a la ciudad, llevará a Tris y a Mar junto a él.

—¿Me lo dices para que vaya a cuidarte por las noches?—preguntó con un tono coqueto.

—No, lo decía porque ocuparé el auto de papá.

—Me había ilusionado—fingió un puchero.

—Nos vemos por la noche, suerte en estas horas que te quedan—besó la mejilla del chico para caminar fuera del hospital.

Camino a casa suspiró mirando su dedo anular, donde antiguamente estaba su anillo de matrimonio. Había sido un tema difícil Hero, tema que había creído superar.

—¿Podemos hablar?—preguntó Marshall en la puerta de la habitación de su hija.

—Claro papá entra, solo estaba ordenando algunas cosas por internet antes del cumpleaños de Mar—dejó la laptop a un lado para quitarse los anteojos.

—Antes de irme quería asegurarme de que estuvieras bien.

—Lo estoy.

—No puedes mentir, alguien que ha pasado lo que pasaste tú, si tiene alguna reacción negativa cuando ve a su ex esposo.

Dove se acomodó en su cama para tomar un cojín de esta y jugar con los dibujos bordados.

—No me puso feliz verlo, está claro. Quizás esta es la oportunidad para soltar todo de raíz.

—¿Si él te pidiera que le dieras una oportunidad lo harías?

Negó suspirando. —Ya no soy una adolescente papá, ya no estoy para el juego de volver y terminar una relación. Estoy bien así como estoy y quién sabe si conozco a alguien más adelante, así como tú conociste a Tris.

—El amor puede estar a un atropello de distancia.

Dove río arrojándole el cojín a su padre.

Tris había estado a punto de atropellar a su padre ya que habían atropellado a su perro y mi padre había dejado el auto en casa, pasó horas con ella en el veterinario hasta que resolvieron el tema de su perro y volvieron a verse gracias al cachorro.

—Pedí un taxi y vendrá en los próximos minutos—avisó Tris golpeando la puerta.

—¿Mar está listo? Si olvida algo los obligará a devolverse.

—Ha puesto todo en su maleta, solo iremos por el fin de semana, pero él lleva ropa para ocasiones distintas.

—No me imagino cómo será cuando tenga dieciocho años.

The Other Face LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora