Capítulo Veintitrés: Mejillas sonrojadas.

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Dove subió la última caja al camión de mudanza para mirar a un lado de ella donde estaba Eddie despidiéndose de sus amigos de la escuela y de Marshall, su tío.

—Cuando sea acción de gracia nos veremos y yo iré a tu granja—informó el hermano de Dove abrazando a Eddie.

—Vamos a comer pavo en ese entonces.

—Te extrañaré Eddie—ambos se abrazaron una última vez.

Julie, aquella niña que estb enamorada de Eddie se acercó al niño abrazándolo para extenderle su muñeca.

—Cuando te vea de nuevo tienes que darme la y yo voy a darte tu pulsera.

—Te visitaré algún día—abrazo a la niña para sonreír.

Hero se acercó a su hijo para alzarlo e irse a despedir de sus abuelos.

—Llámenme en cuanto lleguen y no se olviden de Seb.

Hero asintió mirando al mejor amigo de su esposa quien estaba llegando.

Seb había dicho que no permitiría que Dove se fuera sin él, donde ella estaba él estaría así que ambos doctores volverían a estar juntos. Además Seb no quería ver a su ex novia, la ruptura lo dejó sin ganas de ir a trabajar al mismo hospital que ella.

—Puse algunos chuches en la guantera y hay emparedados en la mochila de Eddie, solo coma cuando lo deseen y no se beban una de esas cosas energéticas por qué a la final hacen peor—Tris parecía triste pero no quería demostrarlo ya que no quería transmitir esa vibra a su hijastra.

—Ya están todas mis cosas en mi auto así que los seguiré detrás—avisó Seb besando la mejilla de Marshall y Tris para ir hasta su auto.

—Entonces este es nuestro adiós, hasta acción de gracias—Dove asintió abrazando a Tris—. No dejes de llamarme, incluso si es para preguntar cuando agua lleva una sopa.

—Lo haré, gracias por siempre estar para mi Tris.

—Eres mi hija Dove.

Se despidieron entrando al auto, Dove limpió una lagrima que cayó por su rostro mirando a un lado de ella donde Hero sonreía feliz brindado confianza.

Sonrió asintiendo cuando partieron.

Eddie restregó sus ojos cuando la luz solar llegó a él, miró delante de él donde su madre conducía siguiendo las indicaciones que Hero había dejado para ella.

—¿Falta mucho, mami?

—Según las indicaciones de papá solo unos minutos—susurró evitando despertar al hombre que venía dormido a un lado.

—¿Tendremos piscina, mamá?

—Tal vez si, papá no ha querido adelantarnos nada y en caso de que no tenga la construiremos.

—¡Siiii!—gritó Eddie levantando sus brazos, Hero se removió en su asiento para sonreír.

—Ya estoy despierto.

—Ya estamos llegando papá—anunció el niño mirando el paisaje a su alrededor.

—Dobla en la esquina y estaciona en el portón gris, amor.

—Bien.

Cuando llegaron había una pareja de ancianos esperando por ellos, Hero sonrió bajando para ir a abrazarlos.

—Ya estás aquí pequeño Hero.

—Es bueno verlos a ambos, quiero presentarles a mi esposa e hijo.

—Estoy ansiosa por conocerlos—Dove se bajó del auto sonriendo para tomar su cabello en una coleta e ir hasta la puerta de Eddie ayudando al niño a bajar, tomó su mano acercándose a Hero.

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