XIV: Amor

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«Te amo porr encima de todo aquello que no podemos ver, por encima de lo que no podemos conocer»

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«Te amo porr encima de todo aquello que no podemos ver, por encima de lo que no podemos conocer»

-Federico Moccia.

─《♡》─

─Oigan, ¿les cuento algo random? ─preguntó Reggie llegando hasta sus amigos desde atrás.

─Ya sabemos de la vez que te quisiste tirar por un tobogán con un peluche y quedaste atascado durante dos horas. ─dijo Toni.

─O de la vez que tomaste Coca-Cola tan rápido que te reíste y salió por tu nariz. ─Verónica hizo una mueca de asco.

Reggie carcajeó y negó.

─No es eso ni eso, aunque son buenos momentos, esto que les voy a contar es de hace poco. ─se encogió de hombros con una sonrisa de orgullo.

El ojiazul soltó una risa divertida, a Reggie le pasaban cosas raras todo el tiempo. Se sentaron en un banco en el patio, Verónica, Cheryl y Toni se sentaron en el banco y Chuck, Reggie y Jughead en el césped, Betty se sentó sobre las piernas del ojiazul.

─Bueno, en las vacaciones, a mi mamá le pintó querer ir a un bar de segunda, ─comenzó a contar─ y cuando estábamos por irnos, ella fue al baño y volvió corriendo dos minutos después, estaba pálida y tenía una cara de espanto, como si hubiese visto un fantasma. ─rió─. Cuando estábamos en casa, nos contó que había visto a una pareja follando al lado del baño, pero lo más turbio fue que la chica parecía tener la edad de Betty, más o menos, y el tipo la edad de mi papá. ─bufó.

─Demandable. ─dijo Chuck.

Los tres chicos carcajearon al ver las muecas de asco de las chicas.

─¿Por qué las caras, chicas? ─preguntó el ojiauzl con sorna.

─Ustedes son un asco, ¡Recuerden que hay menores presentes! ─la pelirroja señaló a la rubia.

Quien los miraba con el ceño fruncido.

─Oh, vamos, no creo que Betty no sepa lo que es follar. ─bufó el moreno.

Y... la verdad es que ella no sabía ni entendía nada de lo que estaban hablando, jamás había escuchado esa palabra, tampoco tenía una remota idea de lo que podría significar. Al sentir la mirada de ellos sobre ella, salió de su ensimismamiento.

─¿Sí sabes qué es, no? ─la pelinegra enarcó una ceja.

La rubia entró en pánico, pero lo disimuló soltando un suspiro.

little innocent | bughead #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora