Extra 3: Family

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Jughead Jones

Siete años después del epílogo.

—¡Jaden, devuélveme mi Barbie! —chilló Brisa, mirando a su hermano como si pudiera acuchillarlo con sus orbes verdes.

Mi hijo tenía una muñeca Barbie cocinera en su mano y la estaba levantando frente a su hermana. La diferencia de altura entre ambos era obvia, así que, claramente, Brisa no podía alcanzar a su muñeca.

—No quiero. —Jaden le sacó la lengua.

Brisa soltó un grito que habrá llegado hasta la casa del vecino, la cual quedaba a casi un kilómetro de distancia.

Oí a mi esposa suspirar a mi lado y la miré.

—¿Vas tú o voy yo? —preguntó, volviéndose hacia mí.

—Voy yo, tú ve a decirle a Samantha que prepare jugo de ananá para Brisa, vamos a necesitarlo. —bromeé y ella soltó una risita.

Nos levantamos del sillón que estaba en la sala de juegos y, antes de ir hacia mis hijos, me incliné para besar la frente de mi mujer solo por necesidad. Tener a Betty a mi lado, era sentir una ganas constantes de besar cualquier superficie de su piel y de siempre sentir su tacto.

Ella se encaminó hacia fuera para buscar a Samantha en la primer planta y yo me aproximé hacia mis hijos, quienes seguían mirándose. Jaden se burlaba de su hermanita con la mirada y ella parecía estar apunto de soltar una sarta de cosas de las que luego se arrepentiría.

Antes de que yo llegara, ella ya había abierto la boca.

—¡Te estoy diciendo que me des mi Barbie cocinera, Jaden! ¿Tanto cuesta entender para ti una simple petición? —bufó— ¿¡Eres solo tonto o quieres regresar a hacer primer grado, por si acaso!? —gritó y se dio media vuelta.

Vale aclarar que es ella la que está cursando el primer grado. Es gracioso que una niña tenga tan poca paciencia y sepa golpear el ego de una persona —sin necesidad de insultos— tan bien teniendo solo seis años.

Antes de que pudiera irse, chocó contra mis piernas.

—Papá. —murmuró.

Su cara estaba levemente roja y quise reír porque era tan pequeñita, su cabello estaba algo alborotado y sus puñitos apretados.

—Brisa —guié mi mirada hacia mi hijo, quien dejó caer la muñeca rápidamente—, Jaden, ¿Qué pasó?

Mi pequeña niña bajó la mirada al césped. Yo dije que se arrepentiría de sus palabras, solo no creí que el arrepentimiento se hiciera tan rápido en ella. 

—¿Alguno va a hablar o no? —pregunté, poniéndome en cuclillas para estar a la altura de Brisa.

Jaden suspiró e hizo una mueca de miedo fingido.

—Brisa estaba jugando con su Barbie sobre mi patineta, así que la tomé y la alcé, ella se enojó, comenzando a gritar. —explicó rápidamente, encogiéndose de hombros como si fuera un pequeño santo.

Asentí para mi hijo.

—Bien, Jay. —miré a mi niña—¿Fue así, Brisa? —le pregunté.

Siempre hay dos versiones en sus historias y, aunque yo estuviera aquí, presenciando todo, quería saber ambas.

Brisa tomó aire profundamente.

—Jaden estaba ocupando su patineta por la habitación, ensuciando el tapete, así que, cuando fue a tomar agua, tomé la cosa esa y comencé a jugar con Barbie cocinera sobre ella. Luego Jaden vino, tomó a Barbie y la levantó, haciendo que yo no pueda alcanzarla porque es más alto. —explicó aún más rápido que su hermano.

little innocent | bughead #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora