libro independiente
༄࿐*⸙͎✰
él era la noche.
ella era su pequeña luz de luna.
su inocencia lo resguardaba.
su fuerza la protegía.
por separado, eran fuertes,
pero juntos... juntos eran invencibles.
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historia original de -titalo
prohibida copia...
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«El amor se compone de una sola alma que habita en dos cuerpos»
-Aristóteles.
No escribí 3000 palabras al pedo, así q más les vale q comenten. 🕴
─《♡》─
─Yo... te amo, princesa.
La rubia sintió que se le fue el aire al oírlo. ¿Él acababa de decirle que la amaba? Si estaba soñando, que ni la despierten.
Lo miró a los ojos, esos ojos que lograban poner su mundo de cabeza, y unió sus labios en un beso en el que dejaba salir todo lo que sentía por él. Lo amaba más de lo que podía expresar, amaba cada pequeño detalle que él le daba, amaba todo lo que él hacía por ella, amaba cómo la hacía sentir con tan sólo mirarla, amaba lo sensible que era y lo mucho que se preocupaba por ella y los demás, lo amaba a él siendo él.
─Te amo, Juggy. ─murmuró sobre sus labios.
El pelinegro sonrió. La tomó entre sus brazos para dejarla sobre sus piernas, abrazándola.
─¿Ya te dije que amo que seas tan pequeña? ─murmuró mientras besaba su cabeza.
La rubia encajaba perfectamente con él, estando sentada en sus piernas.
─Mi metro cincuenta y ocho se siente halagado. ─soltó una risita mientras acariciaba los brazos que la rodeaban.
─Mides menos que mi hermana, ¿Qué? ─ambos rieron.
─Es por la falta de Danonino. ─bromeó─ La primera vez que probé uno, tenía ocho, porque de pequeña me daba miedo el dinosaurio ese. ─comentó mientras medía su mano con la del pelinegro. Él soltó una risa─ Tu mano es mucho más grande que la mía. ─le enseñó lo pequeña que se veía la mano de ella comparada con la de él.
─Es que tú eres pequeña. ─le besó la mejilla.
Continuaron abrazados en silencio unos minutos más. Dejándose llevar por la paz que les producía estar juntos, ambos eran el lugar seguro del otro, podían estar horas en silencio mientras tuviesen al otro al lado. Luego de un pequeño rato, la rubia rompió el silencio.
─Juggy, tengo hambre. ─murmuró.
Él soltó una carcajada.
─Vamos a preparar algo para desayunar. ─le dijo y ella asintió, pero no se movió de su lugar sobre él, haciéndolo sonreír─. Amor, si quieres comer, debes levantarte.
