LX: Infinito

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«La certeza es ausencia de infinito, el infinito es presencia de incertidumbre»

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«La certeza es ausencia de infinito, el infinito es presencia de incertidumbre»

-Nanamoli Bhikkhu.

4000 palabras, comenten o lloro JAJAJJA

─《♡》─

9 de septiembre 2028

El pelinegro se observó en el espejo de cuerpo completo que había en una de las habitaciones de invitados de su departamento, acomodó la chaqueta de su traje azul marino y sonrió.

Acomodó un poco su cabello y salió de la habitación, bajó las escaleras y se acercó a la pelirroja, quien sostenía a Jaden entre sus brazos.

─¿Estás segura de que puedes quedarte hasta mañana al mediodía con él? ─preguntó mirando a su bebé dormido en los brazos de su mejor amiga.

─Claro que sí, Mike ─señaló a su perro dormido en el sofá─ y yo lo cuidaremos. Además, en un rato viene Toni, no te preocupes, esta es su noche, disfrútenla. ─sonrió.

─Está bien, ─suspiró─ lo estuvimos acostumbrando a la leche de fórmula la última semana, debe tomarla cada tres horas. Si hace falta que lo despiertes, hazlo. ─indicó─. Todo lo que utilizamos para cambiar su pañal está sobre el mueble junto al cambiador, lo enumeré para Betty, así que está en orden.

»Los pañales nocturnos están en un canasto rosa en el primer cajón y los diarios en un canasto amarillo, la- ─estaba comenzando a hablar rápidamente, así que la pelirroja lo interrumpió.

─Jug, me mandaste un PDF esta mañana con todo lo que debo saber sobre Jaden, así que cállate. ─rió.

─Bueno, perdón, es que no me he despegado de él en dos meses. ─hizo un puchero.

─Literalmente no se ha despegado, ─ambos se giraron a mirar a la rubia que bajaba por las escaleras─ la otra noche lo encontré durmiendo en el sillón de la habitación de Jaden junto a la cuna, eran las tres de la madrugada. ─rió.

El pelinegro la miraba boquiabierto, sorprendido de la chica que tenía a su lado. La rubia llevaba un vestido azul marino al cuerpo que le llegaba por la mitad de los muslos, con escote en V y mangas que se cruzaban en la espalda. Su pancita post-embarazo quedaba marcada por el vestido.

─Te ves preciosa, mi amor. ─murmuró el pelinegro, acercándose a ella para rodearla por la cintura con uno de sus brazos y besó su sien─. Y, en mi defensa, fui a hacerlo dormir y me dormí mientras cuidaba que no se despertara.

little innocent | bughead #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora