『Capítulo 12』

651 103 5
                                    

Christopher decidió ir a conversar con unos amigos y se llevó a Félix con él por lo que me quedé solo y no dudé en tomar asiento en una de las mesas desocupadas y todo estaba yendo de maravilla, hasta que apareció un hombre que no dudó en tomar asiento frente a mí.

Realmente, no me apatece hacer amistades en estos momentos puesto que estoy demasiado desconectado con las personas que forman parte de un círculo social y económico muy diferente al mío. Además, esta el hecho de que siempre digo cosas que debieron de haberse quedadado en mi cabeza solamente y eso, podría generarme problemas innecesarios.

—¿Cuál es tu nombre? — me preguntó.

—Lee Minho.

—Eres muy guapo, pero supongo que ya lo sabes, ¿no?

—Es correcto— respondí con superioridad y después me di una bofetada mental por haber dicho eso.

—¿Has venido solo?

—Yo...

—Lee Minho— me interrumpió —¿Te gustaría ir a otro lugar para poder hablar más cómodamente?

Evidentemente, debo encontrar una manera de enviarlo directamente a la mierda sin la necesidad de ser muy obvio ni mucho menos grosero, sin embargo, no creo ser capaz de lograrlo. Bien. No debo entrar en pánico y tampoco debo ser mal educado porque podría afectar la imagen de Christopher Bang, mi jefe y eso, podría costarme mi trabajo, así que, lo ideal es mantener la calma.

—No, no he venido solo— logré responder sin gritar ni de hacer uso de la antipatía que me queda de maravilla.

—¿Viniste con tú pareja?

—No...

—¿Entonces? ¿Por qué no quieres divertirte un poco?

—Lo siento, pero no estoy interesado.

—Minho, eres un omega demasiado hermoso y yo soy un alfa muy atractivo. ¿No crees que eso nos convertiría en la pareja perfecta?

Su lógica no tiene sentido alguno para mí, pero ¿quién soy yo para juzgar las mentes desequilibradas de las personas que necesitan ayuda psicológica? Exacto. No soy nadie puesto que no soy especialista en esos temas.

—Él ha venido conmigo— dijo Christopher tan pronto se posó frente a nosotros y me sentí tan relajado ante su necesaria y esperada presencia.

El chico de cabello castaño dirigió su desinteresada mirada hacia él peligris y dijo mientras se ponía en pie—: Eso es tan lamentable. Minho, nos veremos después.

Decidí quedarme en silencio pues de lo contrario, no dudaría en decir un sinfín de tonterías y malas palabras que pondrían en vergüenza a mi jefe.

—Minho, ¿ese tipo te estaba molestando? — me preguntó el peligris tan pronto nos quedamos a solas.

—Algo así— respondí mientras tomaba la manita de Félix.

—Tengo sueño, hyung— se quejó y no dudé en cargarlo para que pudiera dormir cómodamente. El pequeño cerró sus ojitos tan pronto recargó su cabecita en mi hombro y se dispuso a dormir.

Dirigí la mirada hacia Christopher y él sentenció con tono serio—: Será mejor que nos vayamos a casa.

—Está bien— murmuré antes de seguirle en silencio.

No comprendo el motivo que lo orilló a volverse más serio de lo normal e inclusive, puedo asegurar que se encuentra muy molesto, sin embargo, yo creo que no he hecho nada que lo obligara a molestarse... ¿O sí?








୨୧━━━━━[•••♡•••]━━━━━୨୧








Christopher se bajó del auto tan pronto llegamos a la mansión y no dudó en abrir la puerta para mí puesto que Félix continúa profundamente dormido en mis brazos. Me bajé del auto y caminé hacia el interior de la mansión con el objetivo de ir directamente a la habitación del pequeño para recostarlo en su cama después de quitarle el calzado.

Salí de la habitación de Félix después de asegurarme de que todo estaba en orden con el pequeño y caminé hacia las escaleras para bajar a la primera planta, pero inesperadamente, me sentí envuelto en un calor que me hizo doblegarme y entonces, recordé que mi celo llegaría hoy por lo que tengo que salir de aquí lo más pronto posible.

—Minho, ¿estás bien? — me preguntó Christopher tan pronto se posó frente a mí y no tuve otra opción más que empujarlo para alejarlo de mí.

—Me tengo que ir— sentencié y comencé a caminar nuevamente hacia las escaleras, sin embargo, el peligris me tomó de la muñeca para evitar que continuara caminando y me giró hacia él.

—¿Crees que te dejaré ir en ese estado? Es muy peligroso y lo sabes— dijo con tono serio que me erizó la piel por completo.

—Es lo mejor— dije tras tragar en seco.

—No puedo dejarte ir porque te podría suceder algo y no me lo perdonaría nunca.

𝙳𝚘𝚞 𝚢𝚘𝚞 𝚕𝚘𝚟𝚎 𝚖𝚎 🦋 𝚌𝚑𝚊𝚗𝚑𝚘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora