『Capítulo 16』

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Ah, deseo tanto que esto termine lo más pronto posible para poder escapar porque de lo contrario, no dudaré en ir directamente hacia cierto hombre de cabello gris para poder deleitarme con su aroma que me hace sentir tan jodidamente bien. Sé que no debo hacer algo tan estúpido, pero en algunas ocasiones, me dejo llevar por mi lobo interior y entonces, es cuando todo se arruina más de lo esperado.

Christopher comenzó a caminar hacia la salida de las instalaciones y no dudé en seguirlo en completo silencio porque no me siento capaz para hablar ya que podría decir cualquier incoherencia innecesaria.

—¡Señor Bang! — exclamó una chica linda mientras se acercaba a pasos rápidos hacia nosotros por lo que no dudé en dar otro paso hacia atrás para darles espacio. —Me alegra verle aquí. ¿Cómo ha estado?

—Bastante bien— respondió Bang sin mostrar un poco de interés.

—Me alegra escuchar eso— dijo con tono suave —Por cierto, ¿podría regalarme un momento para ir a comer conmigo?

—Claro— respondió el peligris sin pensarlo dos veces e inesperadamente, sentí una fuerte opresión en mi pecho que me hizo sentir más estúpido de lo normal. Christopher Bang no es nada más que mi jefe por lo que debo mantener esos innecesarios y absurdos sentimientos y emociones lo más alejados posibles para evitar problemas.

"Lee Minho, él nunca será nada más que tu jefe y te debes conformar con ello", me dije en silencio.

—Ven conmigo, pequeño— le pidió la mujer a Félix y este no dudó en abrazar mi pierna mientras negaba con mi cabeza.

—¡Yo me quiero quedar con Minho! — chilló.

—Félix, debes acompañar a tu papá— le intenté convencer con tono suave —Estoy seguro de que te vas a divertir mucho.

—Pero...

—Mañana jugaremos todo el día, pero debes ir con tú padre.

—Está bien, hyung. Nos vemos mañana.

La linda mujer extendió de nuevo su mano hacia Félix y el chiquillo la tomó a regañadientes. Los tres comenzaron a caminar y me fue inevitable pensar que hacen una hermosa y perfecta familia. Evidentemente, el pequeño y su padre necesitan a una omega que pueda darles todo lo que merecen.

Y tan pronto desaparecieron de mi vista, decidí caminar hacia la estación del autobús para volver a mi lugar de trabajo. No cabe duda de que necesito un largo tiempo alejado de todo con el objetivo de intentar eliminar esos estúpidos sentimientos que han comenzado a florecer por el alfa de nombre Christopher.








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—¡Hyung! — gritó Félix tan pronto entró a la mansión y no dudó en correr directamente hacía mí por lo que extendí mis brazos para aceptar gustosamente el cálido abrazo que me regaló. Félix es un niño bastante lindo, amable, educado, honesto y... Es un amor de persona que no debería ser lastimado por nadie. —¡Te extrañé mucho, hyung! — admitió tan pronto lo dejé en libertad.

—Yo también te extrañé mucho— admití.

El chiquillo sonrió abiertamente antes de confesar—: La comida con esa señora fue muy aburrida. ¿Puedes llevarme a comer un helado, hyung?

Elevé la mirada hasta encontrarme con la de Christopher en busca de una respuesta silenciosa de su parte.

Me es difícil erradicar por completo la atracción que siento hacia ese hombre puesto que cada vez que lo miro, tiemblo como la gelatina y vuelve a aparecer el deseo de estar a su lado siendo algo más que un simple niñero, pero sé que eso no puede ser posible por lo que debo ignorar ese absurdo sentimiento.

Y debo admitir que todo empeoró cuando apareció inesperadamente mi celo y fui atendido por el peligris. Quizá, hubiera sido más fácil ignorar la atracción si tan solo no hubiera aceptado su ayuda. Pero lo hecho ya está y no hay manera de regresar el tiempo para cambiar mis decisiones.

—¿Qué pasa? — me preguntó el peligris.

—Papá, ¿puedes llevarnos a comprar helado? — le preguntó Félix.

—Tú papá tiene que trabajar— le dije al pequeño —Podemos ir solo nosotros dos...

—Yo los llevaré— sentenció Christopher. —¿Nos vamos?

No me siento preparado para pasar tiempo junto a él ya que seguramente, dejaré muy claro el interés que siento por el peligris. Evidentemente, tengo que hacer hasta lo imposible por evitar ser demasiado obvio ya que no quiero perder mi trabajo y tampoco quiero quedar como un completo estúpido frente a ese hermoso, poderoso y adinerado alfa.

Después de unos minutos, Christopher aparcó el auto y nos bajamos para ir directamente a comprar un helado y después, tomamos asiento en una de las bancas que se encuentran debajo de los frondosos árboles en el parque.

—¿Puedo ir a jugar? — le preguntó Félix a su padre tan pronto se terminó su helado.

—Sí, pero no quiero que te alejes demasiado— dijo con tono serio —¿Entendido?

—¡Entendido, papá! — exclamó antes de irse corriendo hacia los juegos.

—Minho.

—¿Sí? — me giré hacia el peligris y este no dudó en acercar su mano hacía mí para limpiar los restos de helado que habían quedado sobre mis labios y esa simple acción, me hizo sentir tan jodidamente feliz.

—Tenías un poco de helado... — dijo tan pronto alejó su mano.

—Gracias— murmuré.

"¿Por qué demonios eres tan jodidamente amable, atractivo y tan dulce?", no pude evitar preguntarme en silencio mientras intentaba evitar con todas mis fuerza saltar sobre él para besarlo hasta morir.

𝙳𝚘𝚞 𝚢𝚘𝚞 𝚕𝚘𝚟𝚎 𝚖𝚎 🦋 𝚌𝚑𝚊𝚗𝚑𝚘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora