『Capítulo 26』

580 94 1
                                    

Ya transcurrieron dos días desde que hui de la mansión de los Bang y afortunadamente, Christopher no me ha llamado y eso es bastante coherente ya que no trabajo los sábados y domingos por lo que puedo estar completamente relajado y seguro. Tengo la certeza de que al peligris no le importa nada que tenga relación conmigo fuera del trabajo y es porque solo soy el niñero de su hijo que decidió tener sexo sin compromiso con él.

—El CEO de la empresa es Christopher Bang— dijo Binnie —¿Lo conoces?

—Claro que sí— murmuré mientras me dejaba caer en la cama.

—¿En serio? ¡Eso es genial!

Changbin no tenía ni la menor idea de qué he estado trabajando como niñero del hijo de Christopher Bang y eso es bastante estúpido puesto que él me consiguió el trabajo y ni siquiera se acuerda.

—Por supuesto que no lo es— me quejé.

—Minho, ¿qué pasa?

—No es nada— mentí —Solo son tonterías sin sentido.

—Amigo, no olvides acudir a mí si necesitas ayuda— dijo con tono serio —. Y hablando sobre la entrevista... ¿Asistirás?

—No lo creo.

—¿QUÉ? ¿CÓMO QUE NO LO CREES?

—Tuve un pequeño problema con Christopher Bang y tengo la certeza de que no me dará el trabajo.

—¿Cómo le haces para tener problemas con todas las personas qué te rodean?

—Es un don— respondí tras encogerme de hombros.

—Sí, claro— murmuró —¿Entonces? ¿Qué harás?

—No lo sé— admití.

—Bien. No te voy a presionar, así que, haz lo qué creas mejor— dijo mientras se ponía de pie. —Tengo que ir a trabajar. Hablamos después. ¡Adiós!

—Gracias por todo, Binnie— dije antes de que cerrara la puerta del departamento.

Evidentemente, sería muy descarado de mí parte presentarme en la entrevista de trabajo después de qué fingí no tener ni la menor idea de que tuve sexo con Christopher Bang. Yo fui el que le pidió que me hiciera suyo, sin embargo, el temor, la falta de valentía y los nervios me hicieron fingir que no tenía ni la menor idea de lo sucedido cuando realmente, quería pedirle que lo hiciéramos una y otra vez.

—Soy un completo estúpido— dije mientras me levantaba de la cama.

Caminé hasta la puerta y me quedé paralizado al encontrarme con el hombre viejo.

—He venido por mi dinero— dijo mientras extendía su mano hacía a mí.

—Yo...

—Perfecto— me interrumpió —Desvístete para mí, lindura. Te haré mío una y otra vez hasta que me sienta completamente satisfecho.

El hombre viejo no dudó en tomarme de la cintura y me atrajo hacia él por lo que no dudé en comenzar a retorcerme para alejarme.

—Será mejor que te dejes llevar, Minho— advirtió —No me gustaría lastimar ese hermoso rostro que tienes.

—Suéltame— le pedí.

—No. Te haré mío a la fuerza si es necesario.

Inesperadamente, me lanzó contra el sillón y comenzó a quitarse la camisa.

—Le daré todo el dinero en la noche— le aseguré.

—No me importa el dinero. Quiero tú cuerpo.

El hombre me tomó con fuerza del mentón y comenzó a acercar su rostro al mío para besarme en los labios y estúpidamente, rogué en silencio para que cierto alfa de cabello gris apareciera para salvarme, sin embargo, eso nunca será posible.

—Sabes tan jodidamente bien— murmuró el hombre viejo contra mí cuello e intenté alejarlo, pero él decidió darme un golpe en el abdomen que me dejó sin aire durante unos segundos que parecieron horas.

—Déjame, por favor— le rogué.

—Tengo que cobrarte de alguna manera, Lee— dijo después de soltar una carcajada.

—Te daré el dinero por la noche— le aseguré.

—Ya te di demasiado tiempo. No compliques más las cosas y abre las piernas como la perra que eres— me ordenó.

De pronto, la puerta del departamento fue abierta con fuerza y el asqueroso cuerpo del viejo fue alejado de mí por lo que pude sentirme mejor.

—¿Qué te pasa, imbécil? ¡Largo de aquí! — dijo el viejo.

—¿Cómo te atreves a ponerle tus sucias manos encima a omega? — le preguntó cierto hombre de cabello gris con evidente molestia.

—¿Tú omega? — le preguntó el viejo con tono burlón —Él debe pagarme con su cuerpo ya que nunca pudo darme el dinero que me pidió prestado.

Christopher no dudó en sacar unos cuantos billetes de su cartera y se los lanzó en la cara al viejo.

—Nunca más vuelvas a ponerle una mano encima a Minho, ¿entendido?

El hombre viejo simplemente asintió con la cabeza mientras recogía el dinero del suelo y después procedió a irse sin mirar atrás.

—¿Estás bien? — me preguntó el peligris tan pronto se acercó a mi e intentó posar su mano sobre mi hombro, sin embargo, le di un manotazo para alejarlo.

—Te pagaré esta noche todo el dinero que le has dado a ese hombre— le aseguré sin mirarle.

—Minho...

—No quiero deberle nada a nadie— le interrumpí —Te pagaré hoy por la noche. Puedes irte.

—¿Eso es todo?

—¿Qué quieres que diga o haga? ¿Quieres que te pague con mi cuerpo? ¡Adelante, tómalo!

𝙳𝚘𝚞 𝚢𝚘𝚞 𝚕𝚘𝚟𝚎 𝚖𝚎 🦋 𝚌𝚑𝚊𝚗𝚑𝚘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora